Capítulo 14

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— Deberes de mortifagos —

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— Deberes de mortifagos —

A diferencia de los alumnos de quinto que presentaron sus T.I.M.O.S o los de séptimo con los E.X.T.A.S.I.S, el resto de los alumnos simplemente hicieron los exámenes correspondientes a cada materia.

Se celebró el fin de curso con un banquete donde Dumbledore les dio la copa de las casas y la de Quidditch a los leones y aparte premio a James Potter y Kiara Moncier cómo los mejores jugadores de su generación.

Keira trato de grabarse la sonrisa de su hermana en su memoria, sabía que después de ese día no volverían a ser las hermanas que siempre fueron y sabía que probablemente no la volvería a ver.

En el tren se sentó con Regulus, Severus y Evan, pero Severus iba totalmente concentrado en el libro de pociones que leía.

— Severus deja eso. — Dijo Evan y le aventó una varita de regaliz a la cabeza. — Nos hemos graduado de Hogwarts, no es necesario que sigas leyendo estás tonterías.

— Me gustan las pociones, pero está claro que ustedes no comprenderán el arte de preparar pociones.

— No me hables así porque parece que hablo con mi padre.

∆∆∆

Walburga Black mantenía a Regulus y Keira en constantes reuniones de mortifagos desde que llegaron a Grimmauld place pero Voldemort les prohibía que fueran a una emboscada o misión contra la organización de Dumbledore, ya que no quería alertar al viejo mago sobre los dos alumnos que ya eran mortifagos.

— Hoy permitiré que Keira y Regulus vayan con ustedes, confío en las capacidades de los Lestrange para que no sepan la identidad de los dos muchachos. — Voldemort ordenó y después de eso salieron del lugar.

Bellatrix, Rodolphus, Rabastan, Evan, Severus, Mulciber, Crabble y Goyle se dirigieron hacia el lugar de encuentro. Keira solo sabía que sería con los pocos integrantes de la orden del fénix así que sabía que aún no habían graduados de Hogwarts.

— Avada kedravra. — Bellatrix lanzo hacia uno de los magos pero este reaccionó rápido y evito el hechizo mientras lanzaba otro y se ocultaba. En menos de lo que pensaron salieron más magos.

Expulsó. — Keira solo lanzaba hechizos que no mataran a los demás magos y mientras evitaba y lanzaba debía mantener la máscara en su rostro. No supo en qué momento en qué momento un hechizo la golpeó directamente en el pecho e hizo que quedara de cabeza, rápidamente tomo la máscara y la mantuvo en su rostro pero soltó su varita.

Bellatrix que vio la situación comenzó a ordenar que le hecharon el contrahechizo mientras ella trataba de atinarle la maldición asesina a alguno de los de la orden.

Regulus comenzó a pensar y recordó el contrahechizo así que lo lanzo y Keira se golpeó contra el suelo en la caída y rápidamente Bellatrix ordenó que salieran de ahí rápidamente.

Keira no recordó que había soltado su varita y nadie de los mortifagos había notado que ella la había soltado hasta que llegaron a la mansión de los Lestrange.

— No encuentro mi varita, Reg. — Regulus la miro y recordó ver cómo la soltaba.

Severus y Evan al ver a ambos chicos tan nerviosos se acercaron.

— ¿Que sucede?. — Preguntó Severus y vio como Keira sacudía su abrigo.

— No encuentra su varita y yo vi que la soltó cuando fue suspendida en el aire. — Regulus le dijo a sus dos amigos y ellos vieron como la chica entraba en pánico.

— ¿Y si alguien la tomo?. — Keira decía una y otra vez.

— Bellatrix no debe enterarse de esto, ya que...

— ¿No debo enterarme de que?. — Bellatrix se acercaba a ellos mientras Keira palidecia y evitaba mirar a la mujer.

— Bella, no es nada...

— O me dicen por las buenas o los hago hablar a las malas. Ustedes deciden. — Bellatrix dijo mientras veía a Keira.

— Cuando fui suspendida solté mi varita para no dejar que la máscara cayera y se me olvidó recogerla de nuevo, quedó ahí. — Keira dijo y se atrevió a levantar la mirada y ver a la mujer que pareció comprenderla pero no fue así, sin esperar su reacción Bellatrix tomo del cabello a Moncier y se encaminaba a dónde estaba el señor tenebroso.

— ERES UNA ESTUPIDA. — Bellatrix le dijo mientras apretaba aún más su agarre y llegaba donde se encontraba su amo, el cual no estaba solo ya que estaba con Lucius y Narcissa.

— ¿Que sucede, Bellatrix?. — Preguntó Voldemort. — Estoy un poco ocupado.

— Keira Moncier tuvo un pequeño problema con su varita. — En ese mismo momento llegaba Regulus a la habitación. — La dejo olvidada en el lugar donde emboscamos a los aurores.

Voldemort miro a Keira con furia y ella no se atrevió a mirarlo devuelta. Sabía que probablemente iban a torturarla nuevamente, había arruinado todo y probablemente no regresaría a Hogwarts porque ya a esas alturas Dumbledore sabría que esa varita era de ella.

Mar y Tiniebla | Época de los merodeadores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora