20. Mi nuevo cliente

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KaoGulf

En dos cortos meses, pasamos de los encuentros semanales a diarios y ahora, no solo nos veíamos para follar, sino que también quedábamos para comer, visitar a sus amigos, ir al cine o al teatro, de compras o simplemente para dormir juntos. Nuestra relación era cada vez más fuerte y estrecha. Teníamos una relación abierta y especial, en la que él sabía perfectamente que no era el único a quién le mamaba la polla o que me follaba por el culo y yo pues sabía que se follaba a mi mejor amigo. Ambos respetábamos eso y no teníamos problemas. Cuando empezamos a quedar, a Max le daba un morbo increíble saber que yo follaba con otros hombres e incluso gozaba viéndome hacerlo, así que algunas veces organizaba encuentros con mis amigos, o los suyos y él muy gustoso participaba con su polla o con su culo.

Y cuando no podíamos vernos porque el salía fuera de la ciudad, le gustaba llamarme para que pudiera contarle como mi cliente del día me había reventado el culo, o en qué postura yo le había destrozado el ano. Pero los relatos que más le gustaban eran aquellos en los que un hombre aparentemente hetero, me chupaba la polla en cualquier callejón o esquina. Max era un auténtico vicioso y lo mejor de todo era que se lo disfrutaba de lo lindo.

—Gulf, querido... ¿Te gustaría ganar mucho dinero?

—Pues claro hombre ¿piensas darme empleo en una de tus empresas?

—No me refiero precisamente a que cambies de rubro.

Mira Gulf eres muy guapo, tienes un cuerpazo, estás buenísimo, tu polla es enorme y deliciosa, tu culo es espectacular, y encima eres el único prostituto educado que conozco.

—Eh, gracias... supongo.

—No lo tomes a mal, lo que trato de decir es que te desenvuelves perfectamente bien en mi círculo social y con los contactos que tengo y mis amistades, puedes hacerte de un buen dinero. Claro, conmigo nunca te faltara nada, ya sabes que el dinero me sobra y-

—¿Estás tratando de decirme que quieres ser mi padrote?

—No. Sería tu amante, tu amigo y tu protector.

No me agrada la idea que tengas que follar en las calles, ni hoteluchos de cuarta. Quiero que puedas recibir clientes en la comodidad de tu propio lugar. Eres muy importante para mí, y me preocupa que en los callejones en vez de clientes, puedas encontrarte con mil peligros.

—Eso no ha sucedido, Max. Recuerda que yo se cuidarme.

—Lo sé, pero creo que es mejor no correr riesgos, por unos míseros dólares. Quiero que a partir de ahora quien desee follar contigo, pague lo justo, lo que te mereces.

—Ya, pero no creo que muchos clientes elegantes, quieran acompañarme a mi cuartucho de azotea, Max.

—Lo sé, por eso ten.

—¿Qué diablos es esto?

—Es la llave de tu nuevo departamento, mi niño.

—Maxxx... ¿Un departamento para mí...?

Será mejor que me digas a cambio de que será esto. ¿Cuál es la trampa?

—No hay ninguna trampa Gulf, lo hago porque te quiero, y deseo lo mejor para ti.

—Si...claro...

—Bueno, no te voy a negar que sería un negocio muy rentable para ambos. Tengo muchos amigos infelizmente casados, que no han salido del closet y que siempre están buscando jóvenes como tú para follar a escondidas. Gente con mucho dinero, a quienes no les importa pagar lo que sea para satisfacer sus deseos.

Sweet Pleasure - Multiship 🔥(+18) - HP7Where stories live. Discover now