2. Baños y mamadas

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Ohmfluke

Mi familia y yo tuvimos que mudarnos de ciudad, mi padre era militar, así que estaba acostumbrado a cambiar de escuela como de calzoncillos.

Era mi último año de secundaria cuando llegué a la nueva escuela, las clases habían comenzado un mes antes, pero yo estaba totalmente relajado, a pesar de los cambios siempre fui un alumno de promedio alto. Tenía dieciséis años —siempre había asistido a colegios para hijos de militares, y la verdad, académicamente, como dije antes, me iba muy bien, pero teníamos todas esas clases de supervivencia y preparación cadete, que uff...— cuando por primera vez entré a una escuela pública, mixta. No es que en los anteriores colegios hubiera estudiado solo con chicos, no, porque había excepciones. Hijas de militares de alto mando, muchas veces acudían también a las mismas escuelas. Y a decir verdad, me llevaba mejor con las chicas que con los chicos.

Desafortunadamente, justo ese año, el último para mí, no se inscribió en mi aula, ninguna chica. Imaginé —cuando ingresé el primer día y me tope solo con caras de chicos— que iba a pasar un año complicado. Pues por mi tamaño y delicadeza, siempre los más grandes, se habían metido conmigo. Sinceramente, para nada era del tipo militar.

Bastó que entrara en el aula y la maestra me pidiera presentarme, para notar que había algunos idiotas que ya habían empezado a burlarse de mí, por el simple hecho de que llevaba puestos mis lentes, normalmente uso lentillas, pero este día, había amanecido con los ojos irritados. Y obviamente eso daría pie, para convertirme en el blanco.

No es que fuera retraído, ni nada, hice algunos amigos en minutos, y rápidamente nos convertimos en una especie de pandilla, almorzábamos juntos, las tareas y trabajos siempre eran más fáciles de hacer cuando nos reuníamos. Y el tiempo libre era mejor si lo pasábamos juntos, ya sea dentro del colegio, como fuera, los fines de semana.

En nuestra pequeña pandilla, yo era el más bajito. Medía 170cm y estaba también él, que me sobrepasaba por quince centímetros. Él, a quien me refiero, tenía un cuerpo fibroso, con bíceps de infarto, la tez acaramelada, el pelo muy corto y negro, unos ojos tan negros como la noche, tan profundos, que resultaba fácil perderme en ellos. Tenía dieciocho años y se llamaba Ohm Thitiwat. El sí que tenía absolutamente el porte militar.

Aun siendo parte de la pandilla, de vez en cuando Ohm se metía conmigo, siguiendo a los demás, era el más bajo y también blanco perfecto de sus bromas, eran amigos, así que lo toleraba bastante bien, bueno, hasta cierto punto, porque cuando realmente me enfadaba, prefería alejarme de ellos. Claro esto hacia enojar a Ohm.

Las clases, iban bien, los días fueron pasando y un día para mi sorpresa, Ohm se me acerca casi media hora antes de que el timbre —que anunciaba la hora de almuerzo— sonara. Y lo que me dijo, me dejó perplejo.

—Flukie, a la hora del almuerzo, en vez de comer las hamburguesas que servirán hoy ¿no quisieras comerte mi polla?

Me atraganté con mi propia saliva al escucharlo y al girarme noté que estaba riendo. Claramente era una de sus bromas. Solían llamarme maricón, aunque siempre les decía que no lo era. Aprendí a hacer oídos sordos, cuando lo mencionaban, pero esta vez, no sabía cómo sentirme, si insultado, dolido o halagado...quizá... Bueno, siempre luzco bien, cuido mi apariencia, soy delicado y a veces uso brillo labial, pero y qué, ayuda a mantener hidratados mis labios, cualquiera lo usaría, pero eso no quiere decir que sea gay, bueno, nunca me he enamorado, ni he tenido experiencias con chicas, y menos con chicos, así que ni yo mismo sé si podría serlo.

Si claro, hoy y cuando quieras —le respondo, siguiendo la aparente broma y la sonrisa en su rostro se esfumó y su mirada se volvió bizca.

—¡¿Es en serio?! ¿Me comerías la polla? —me mira con cara sorprendida, ya no se está burlando. Es más, noto un extraño brillo en su mirada

Sweet Pleasure - Multiship 🔥(+18) - HP7Where stories live. Discover now