Sweet Pleasure - Multiship 🔥(+18) - HP7

16. El striper

OffGulfJa

Les recuerdo que ustedes fieles lectoras, fueron quienes eligieron las parejas protagonistas de cada relato de este libro. No creo que sea necesario decir más. 

Si no te gusta este tipo de contenido pasa de largo por favor.

Gracias

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Gulf, mi esposo, es un hombre muy atractivo; tiene la piel muy blanca y luce adorable cuando se sonroja; es casi tan alto como yo; sus ojos negros profundos, te hacen perder en ellos cuando te mira fijamente; sus gruesos labios color cereza, te invitan a pecar cuando se muerde sin darse cuenta la comisura del inferior. Tiene un cuerpo esbelto, bien formado; su cabello es largo y sedoso, de color azabache, lleva mucho que no se lo corta y eso le da un toque desenfadado y sexy, además que su forma de vestir siempre llama mucho la atención, sobre todo cuando usa vaqueros de cuero que se ciñen a su culo como una tentación ardiente y deliciosa que hacen lucir preciosas y alargadas sus piernas, invitándote a pecar.

Bueno el hecho es que cuando por fin pudimos realizar nuestro viaje de luna de miel, hace unas semanas, decidimos visitar un club de strippers, pues Gulf, andaba quejándose de que no había tenido una despedida de soltero digna de recordar, el resto de su vida, eso debido a las distintas ocupaciones que ambos tenemos y que él haya tenido demasiado trabajo durante las semanas previas, incluso tres días antes de la boda tuvo un desfile de moda en Milán. Ah por cierto, mi esposo es modelo.

Abordamos un taxi, que nos llevó a las afueras de la ciudad, donde había muchos bares; pero nosotros obviamente entramos a un bar gay y al nada más cruzar la puerta, Gulf quedó encantado, había pollas por todos lados. A cada lugar que mirabas había parejas de hombres devorándose la boca, pero también había parejas de mujeres. El lugar que estaba más atiborrado de personas, era la barra. Estaba iluminada por los costados como si fuera una pasarela y más de la mitad de hombres en el bar, parados frente y a lo largo de ella; pues era justamente ahí, donde los strippers hacían sus shows. Al compás de la música iban despojándose de sus prendas y cuando quedaban completamente desnudos, con la polla bien parada, se la ofrecían a los que más cerca de la barra estaban, algunos solo le daban un par de tirones, otros en cambio iban más allá y se las mamaban como si nada ni nadie los estuviera observando. Yo estaba a punto de tomar la mano de Gulf y salir del lugar, pero mi esposo tenía otros planes, él no iba a renunciar a su noche de despedida...

Gulf observaba —desde nuestra mesa cerca de la barra— atento, como uno y otro stripper, bailaba y se desnudaba, llevándose muchos billetes al finalizar su espectáculo y al parecer cada uno de ellos lo ponía más caliente, pero cuando se puso de pie y se acercó a la barra, donde uno de los stripper estaba subiéndose los vaqueros, supe que, ese, había llamado toda su atención. Mi esposo empezó a platicar con el stripper, ese hombre tenía un monstruo de polla, era enorme, quizá tanto como la mía, gruesa y venosa. Me acerqué a ellos, justo en el momento en que Gulf le preguntaba si hacía shows privados para clientes y que cuanto le cobraba por acompañarnos a nuestro hotel, en ese mismo momento, el stripper, le contestó que estaba prohibido salir con clientas, pero que no había problemas si era con un hombre, y menos con uno tan guapo como él. Ja, que así dijo llamarse, terminó de abrocharse el pantalón e invitó a Gulf a bailar, pidiéndome permiso, también. Sólo asentí y ya estaban en la pista de baile, los observé darse unas buenas frotadas —mientras conversaban— y mi esposo estaba encantado cuando volvió junto a mí, al término de la canción. Gulf me contó que le había propuesto a Ja hacer un show privado, para ambos, en nuestra habitación de hotel y al ver lo emocionado que él estaba, no me quedó de otra que pedirle al stripper que nos acompañara.