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La omega no sabía porque estaba temblando, algo le decía que por más serio y amargado que sea el alfa, no le haría daño.

O al menos eso pensaba.

—Salí ¿Acaso no es obvio?

—El sarcasmo no va conmigo —el alfa da pasos lentos hacia ella, por instinto retrocede.

Jungkook se notaba enojado, y no era para menos, hace un rato Namjoon le había contado lo que había ocurrido en su oficina. El hecho de que ella quiera cambiar de alfa lo jodia, le hacia hervir la sangre el solo imaginar otro alfa tocándola o besar esos labios que el mismo probó aquella noche.

—Me enteré que saliste —queda cerca de ella, casi acorralandola contra un arbol—. No me gustó el que no me lo dijeras

—¿Decirte? Al único que debo pedirle permiso es al líder no a ti

—Eres mi mujer —tensa la mandíbula.

—¡No soy nada tuyo! Hablaré con el líder para que me asigne a otro alfa, tu eres un grosero e idiota

A la bestia del alfa no le gustó escuchar eso, esos dos días Jungkook no lo había pasado bien. Su lobo se la pasaba gruñendo a cada de nada, reclamando a su omega, tuvo una gran dispuesta tanto así que quiso salir. Eso Jungkook no lo permitió, había perdido un poco el control y lo único que se le ocurrió fue no aparecer por días hasta que se calme y vuelva a la normalidad. Si eso llegara a suceder, si su lobo llegara a salir, en la manada correría sangre.

¡No vas a hablar con nadie! —gruñó usando su voz de mando

Yuri se sobresalto ante eso y aunque lo evitará, ladeo la cabeza mostrando su cuello en señal de sumisión.

Jungkook sintió a su bestia removerse cuando Yuri mostró el cuello. Sus encías picaron y las ganas de clavar sus colmillos en el cuello de su mujer eran muchas.

—Escúchame bien Yuri, no hablaras con nadie ¿entiendes? Eres mi pareja y me darás una cría, debes cumplir con tu parte del contrato —se acercó más y la omega pego la espalda al árbol.

—No te acerques

No obedeció, con su brazo rodeo la cintura de la omega y con brusquedad la pego a su pecho, Yuri jadea sorprendida ante la repentina acción. Jungkook no tarda en pegar la nariz en el cuello blanquecino. Un gruñido potente proveniente del alfa hace que la omega tiemble.

—Apestas —habla con dureza.

—Es mi olor

—Es de un alfa, ¿Acaso no sabes que ya le perteneces a alguien?

Eso la deja en shook.

—No le pertenezco a nadie

—Soy tu alfa —intenta contenerse.

—¡No lo serás! Hablaré para poder cambiar de alfa...además.....¡prefiero que mi alfa sea el líder Namjoon y no tu!

Lo dicho hace que la bestia de Jungkook se remueva, la vista se le nubla ante el enojo, ya no sabe si es por su lobo o el mismo; pero tales palabras lo habían hecho enfurecer.

—¡¿Que haces?! —grita la omega—. ¡Bajame!

No vio venir cuando el alfa la tomó sobre sus hombros como un saco de papas, empezó a caminar como si no tuviera ningún peso encima.

—¡Bajame! —patalea—. ¡Eres un animal!

—Sería más fácil si guardas silencio

—¡He dicho que me bajes!

Sacrificio >>J. JungkookWhere stories live. Discover now