El problema de Izuku

Cap 3: ¡El nuevo bebé de Hatsume!

Habían pasado unas horas desde lo ocurrido en la práctica de patrullaje y ahora nos encontramos en la academia en la sala médica, dónde se encontraban los tres estudiantes descansando, hasta que uno de ellos se despierto.

Izuku: Ah... Esto es... ¿La enfermería?- preguntaba desorientado mientras se levantaba un poco de la camilla en dónde estaba.

- Así es Midoriya. - dijo una voz anciana que el peliverde reconoció de inmediato.

Izuku: ¡Recovery Girl!

Recovery Girl: Sabes, deberían tener más cuidado a la hora de pelear y patrullar, debieron tener un plan en caso de que algo así pasará...

Izuku: Lo siento... No tuvimos mucho tiempo para reaccionar... ¡Ah! ¿Pero dónde están Mineta y Kaminari? ¿Ellos están bien?

Recovery Girl: Ellos están justo aquí. -  jalo unas cortinas al lado de la camilla de Izuku, mostrando en una camilla a Kaminari y en otra a Mineta durmiendo estando algo vendados.

-Ellos usaron mucho sus quirks y parece salieron más dañados, aunque tú no te quedas atrás, han dormido durante ya un buen tiempo.

Izuku: Ya veo... Recovery Girl, ¿Sabe qué hora es?

Recovery Girl: Es casi la una de la mañana hijo.

Izuku: ¿¡La una de la mañana!? - se exalto al no esperarlo.

Recovery Girl: Sí, llegaron desde la una de la tarde, han dormido bastante... Y creo deberías volver a la cama, todavía debes estar cansado por todo lo sucedido.

Izuku: Creo puede que tenga razón... - sentía su cuerpo muy cansado y fatigado, en especial por la parte de su brazo derecho que se sentía aún con los músculos algo tensos, como si hubiera hecho un entrenamiento extenso.

Recovery Girl: Entonces duerme Joven, puede mañana te dé de alta y puedas ya irte, mientras tanto descansa Midoriya, ¡Nos vemos mañana! - antes de irse del cuarto apago las luces para no molestar a los alumnos durmiendo.

Izuku: Vaya... Está vez nos excedimos, debería ir a dormir ya... - bostezo y se recostó de nuevo en la camilla. 

- Mañana ya veré qué hacer... - cayo en un sueño profundo, descansando.

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Era de día ya después de unas horas, y en los dormitorios de la clase 1-A se encontraban varios alumnos hablando entre ellos en la sala de estar.

Sero: No puedo creer lo que pasó todavía ayer...- dijo acostado en uno de los sofás.