Héroes de Wembley

Sábado, 10 de julio de 2021

El día antes de la gran final de la Euro la selección española realizaba su último entrenamiento en horario de tarde. Para esta ocasión la sesión de entreno estaría abierta al público y los medios de comunicación durante media hora.

Eran las ocho de la mañana y los futbolistas españoles estaban en el comedor del hotel desayunando. Tenían todos ellos caras de sueño.

-Jordi, ¿me pasas el zumo?-pidió Marcos Llorente.

-Claro.

-¿Alguien quiere churros?-preguntó Sergio Busquets.

-¡Sí, yo!-gritaron algunos.

No era habitual que tomaran algo tan grasiento para desayunar, pero de vez en cuando el cuerpo se lo pedía, sobre todo en días de mucha actividad física y estrés como en aquella jornada. Los jugadores de la selección española estaban pensativos, concentrados, apenas comentaron nada durante el desayuno. Estaban en la víspera de un gran día para ellos y la tensión se podía cortar con un cuchillo. Ninguno de ellos, salvo Jordi Alba y Sergio Busquets, se había visto antes en una situación parecida con España (aunque algunos sí lo vivieron con la sub-21 dos años atrás).

Para aislarse de todo, o intentarlo, los futbolistas no leían, veían ni escuchaban nada relacionado con el periodismo deportivo. Bueno, casi nada. Paula Fuentes era una de las pocas excepciones. La entrevista emitida durante la noche de ayer, con Pedri, Ferran y Luis Enrique sí que la escucharon (no todos los jugadores del equipo, claro, porque iba tarde y había que dormir, pero sí lo hicieron unos cuantos). Aquello había sido un éxito (y no solo entre los futbolistas), pero la muchacha aún no lo sabía.

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Paula, Sandra y Manolo estaban pasando la mañana en la piscina del hotel. Había una temperatura agradable (unos 25 grados). Este era el segundo día que pudieron usarla en todo el tiempo que llevaban allí.

Sandra escuchaba emocionada la historia que le contaba su amiga.

-¡Ay, tía, qué bonito! ¿Y dónde te llevó a cenar?

-A un fish and chips-suspiró Paula.

-¿En serio? ¡Qué cutre! Jajajaja...

-Oye, ya era muy tarde, ¿vale? Era eso o comernos un kebab. Además, ¡lo que importa es la intención! Y yo me lo pasé genial.

-Me alegro, tía.

Manolo apareció con un mojito en la mano.

-Creo que tu entrevista le ha encantado a los de arriba-dijo él-Por lo que se comenta por el grupo de wasap de la emisora...

-¿A los de arriba? ¿Quiénes son esos, los dioses del Olimpo? Jajajajaja-rio Paula-¡Pero si fue una chapuza improvisada!

-Bueno, hablando de dioses, mira quién está ahí...-dijo Sandra.

Julen también había bajado a la piscina y se encontraba con algunos compañeros de programa.

-Ay, madre, y yo con estas pintas, ¡me voy al agua! ¡Yo no he estado aquí!-exclamó Paula.

Manolo soltó una carcajada.

-Vale, contaremos que te abdujeron los extraterrestres-dijo él.

La chica se tiró de cabeza a la piscina y se hizo algunos largos, buceando, intentando no llamar demasiado la atención. Abstrayéndose del mundo, de la Eurocopa, de sus amigos los futbolistas y de sí misma. Cuando terminó de nadar uno de los largos en el borde oeste de la piscina se sentó en uno de los escalones de piedra que había bajo el agua para descansar un poco. De pronto, alguien emergió a su lado.

-¡Buenos días por la mañana!

Paula se quedó sorprendida, al final le habían encontrado (o alguien le habia delatado). Julen, sonriente y encantador como siempre, estaba junto a ella y en bañador. Y ella, que se veía horrible siempre con ropa de baño, lo último que deseaba en el mundo es que su ídolo le viese así. Estaba algo abochornada.

-Hola-soltó con un hilillo de voz y la mirada perdida-¿Qué haces por aquí?

-Lo mismo que tú, quitarme el estrés y el calor-dijo él.

-Ahhh...

-¿Sabes qué? No he dejado de pensar en ti desde ayer-soltó.

-¿Perdón?-Paula alucinaba por momentos. ¿Realmente acababa de escuchar lo que pensaba que había oído?

-Eres una genia-dijo Julen sin dejar de sonreír-Has hecho magia radiofónica.

-¿Quién, yo?

-Sí, tú.

Paula se ruborizó. Debía estar soñando o algo así. Esas palabras debería decírselas ella a él y no al revés. Julen era el mago de la radio, ella solo se consideraba una principiante.

-Ups, no sé qué decir-rio tontamente-¿Gracias?

-Gracias a ti, querida. Tu entrevista ha tenido repercusión en varios medios de todo el mundo y hemos recibido mensajes de miles de oyentes dando la enhorabuena a todos los que aparecéis ahí...

Paula ahogó un gritito con las manos.

-Esto qué es, ¿una broma?-soltó.

-No, es real, tan real como yo-dijo él.

-¡No me lo puedo creer! Pero si esa cosa fue casi todo improvisación...

Julen se rio con ganas. Esa risa también encandilaba a la muchacha.

-Ay, señorita Paula Fuentes García, ¿pero por qué te cuesta tanto reconocer tus habilidades? Mira que yo llevo un porrón de años en la radio y he visto de todo, pero como lo tuyo, pocas veces, eh...

-Pues hasta ahora no había hecho nada de nada en radio...

-No, eso sí que no me lo creo-dijo el locutor vasco con perplejidad.

-Vivo entregada en cuerpo y alma a mi periódico, además literal, ¿eh?, que el otro día me acosté a las dos de la mañana por entregar una crónica a tiempo...como para dedicarme también a otro medio...

-Entonces tienes un don. Es maravilloso...

A Paula le brillaron los ojos, un poco por la luz del sol que chocaba en su cara y un poco por la emoción del momento.

-¿Te gustaría colaborar habitualmente en el programa? Como una currante más, claro-preguntó Julen.

Esto es surrealista-pensó ella-Mi héroe me está ofreciendo ser tertuliana fija en su programa...¡en una piscina! Me faltan horas en el día, pero si él me dice ven, lo dejo todo.

Sandra y Manolo se acercaron al borde de la piscina a poner la oreja.

-Me encantaría...-dijo Paula con un suspiro-Voy a currar el triple, pero será un placer.

-Ay, señor, gracias, gracias, gracias...-dijo Julen rezando y mirando hacia arriba-Pensé que me dirías que no.

Paula puso una sonrisa idiota.

-¿Nos vemos luego en el entrenamiento de la selección? ¿Estarás por allí?-preguntó ella.

-Por supuesto, eso no me lo pierdo por nada.

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