La Casa Blanca

~Capítulo 4~

Maratón (2/4)

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Se miró una vez más en el espejo, acomodando bien su traje que era de un tono azul cielo, pasó con sus dedos con delicadesa un mechón de su rubio cabello detrás de su oído, sin embargo fue inutil, volvió a salirse, que estrés, pensó, sin embargo respiró profundo, una cosa así no podía enfadarlo, solo tenía un montón de estres acumulado y no tenía ganas de ir a esa cena.

Relamió sus labios y sonrió un poco, lucía perfecto, definitivamente cualquiera que lo viera se enamoraría de él, se sintió con mucha autoestima en ese momento, cuando enserio se esforzaba y se miró en el espejo se sintió satisfecho, simpremente sintió que se enamoraba de si mismo, eso pasaba muy en pocas ocasiones, en realidad muchas veces odiaba ver su propio reflejo. 

Tomó un pequeño reloj de un tono plateado con el marco dorado, especificamente de oro, las manesillas eran delicadas y era sensillo en sí, lo acomodó en su muñeca con cuidado, nunca se lo ponía, nada más lo iba a usar para contar los segundos , literalmente.

Miró la hora, eran las 7:36 pm, ya no estaba tan hambriento como antes, prescisamente Sunny pasó por su habitación ofreciéndole algo de comer, le había preparado un delicioso bocadillo y una ensalada de frutas, ella sabía muy bien como complacerlo, definitivamente era su empleada favorita.

Esperó unos 20 minutos antes de ir al comedor, faltaban 5 minutos para las 8.

Salió de su habitación dirigiéndose al comedor, entró al salón en dónde ya se encontró su padre esperándolo en una de las sillas, sonrío y se acercó a la mesa sentándose en el puesto al frente de su padre.

Miro alrededor, no se encontró nadie más aparte de dos guardias en las puertas, el mayordomo de su padre y algunos empleados alrededor de la mesa, pendientes si se caía un cubierto, o si necesitan algo.

-Llegas tarde- fué lo primero que dijo su padre esperando una reacción, Jimin tensó la mandíbula.

-Sólo por dos minutos- respondió mirando la hora en su reloj, escaneó el alrededor una vez más antes de volver a hablar- tú invitado "especial" va más tarde, aún no lo veo.

-El tiene excusa, vive un poco lejos, y me aviso antes que habia algo de trafico, ya debe estar por llegar.- lo defendio.

-¿Oh enserio? pues mira cuanto me importa, yo estaba arreglando mi cabello, y esta también es mi casa, aparte si vive lejos debe venir desde antes, me parece una falta de resp- iba a continuar quejándose pero un golpe en la mesa lo detubo haciéndolo sobresaltarse.

-¡Basta! comportate porque no aguantaré tus berrinches, madura y deja de comportarte así, y procura ser más amable con el invitado- dijo molesto el mayor, Jimin se enojó, hiba a replicar pero notó a Sunny entre los empreados, esta nego con la cabeza tratando suavemente de decirle que mejor no le respondiera, Jimin se encogió en su silla, se sintió tonto al ver como todos tienían los ojos sobre el, así que decidió quedarse callado.

Su padre sonrió en satisfacción, como si hubiera ganado algo, Jimin sintió que la sangre le hervía, así que se volvió a pronunciar.

-¿Me puedo quitar el saco? hace calor- dijo y sin dejar que su padre responda, se lo quitó antes de que este respondiera, vio como su padre alzó una seja, Jimin corrió un poco la silla hacia atrás haciendo que chillace en el suelo, sacó su celular y puso los codos sobre la mesa, parecía que había olvidado todos sus modales, fingió teclear algo en su celular, mientras que enrealidad aprovechó la cara de desconcierto de su padre y le tomó una foto, ahora fue él, el que sonrió, ahora quien ganó padre.

-No, vuelvetelo a poner, tienes que verte elegante.-mensionó clarameente molesto.

-Me sigo viendo elegante, no vez lo bonito que soy- dijo parpadeando y mirándolo con ternura, le encantaba volver loco a su padre, aunque la mayoría de veces terminaba mal.