Capítulo 13 | horas infinitas

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      *24 horas desde el secuestro*

Levi:
Aún estaba a ciegas y mi preocupación por el bienestar de la chica aumentaba con cada segundo, no tenía noción del tiempo, de verdad era frustrante. 

Pensé en el dinero que necesitaría para que nos liberaran, yo no tenía ni la mitad de lo que pedían pero tal vez alguno de mis conocidos sí. Kenny, mi tío, él no era una opción pues juré no hablarle por el resto de mi vida, todo porque cuando mi madre le pidió ayuda ni siquiera se dignó a responder los mensajes o llamadas.

También pasó por mi mente Farlan, mi compañero de trabajo, pero ya hizo una familia y no quiero involucrarlo en algo que ni  en un millón de años se metería.

Por último podría vender todas mis pertenencias solo que me tomaría días los cuales no tengo, ¿T/N tendrá dinero?

En pequeños momentos escuchaba los sollozos de la chica y el esfuerzo que hacía por contener sus lágrimas –quería verla–

El sonido de la puerta siendo abierta me alertó, causando tensión en mi cuerpo.

–Buenos días – habló el hombre al mando –¿Ya pensaste en mi dinero?

–Vende todo lo que tengo– respondí –mis pertenencias seguro serán suficientes.

–No quiero hacer el trabajo pesado.

–Mierda, entonces vete a...– comencé a decir pero el dolor causado por su pie presionando mi pierna me detuvo.

–¿Te duele?– preguntó al oír mis quejidos– Te di los buenos días, ¿No puedes ser amable?

Maldito sea el día en el que Hange se involucró con este idiota.

Maldita sea mi vida.

Maldito sea el mundo que acoge a estas personas.

–Yo tengo dinero– interrumpió T/N.

–¿Ah si?– preguntó el tipo relajando su pisada.

–Pero necesito mi celular para poder contactarlo– pidió.

–¿Lo ves Levi? A tu novia si le gusta cooperar – volvió a poner fuerza sobre mi pierna, después se apartó y avanzó hacía la jóven.

El hombre le susurró algo y salió de la habitación, logré escuchar que dio algunas órdenes a sus seguidores.

–Levi– me habló T/N.

–¿Si?

–Nunca saldremos de aquí, ¿Verdad?– preguntó con miedo.

–¿En serio tienes ese dinero?– evadí su pregunta.

–No, pero pueden conseguirlo.

Nuevamente alguien entró a la habitación, esta vez eran unas pisadas ligeras, ya empezaba a distinguirlas.

–Hora de comer– avisó en voz alta.

Por primera vez en muchas horas el tipo quitó la venda de mis ojos, pude conocer el espacio en donde me encontraba. Cuarto completamente de madera vieja, una ventana sucia a un costado de la puerta, sin muebles y con unos pilares en cada extremo del lugar, en cada uno de estos nos tenían atados. T/N se encintraba frente a mi, no tenía la ropa rasgada o moretones, eso era buena señal.
Solo había algo que no podía ver y era la cara de quien me quitó en vendaje, pues cubría su rostro con una máscara forrada de una tela similar a la de un costal, en sus mejillas tenía unas marcas de color rojo, cuatro para ser exactos, además usaba un traje negro y unos guantes del mismo color.

–¿Qué? ¿Te asusta?– preguntó al notar que examinaba su vestir.

–No, es que ese atuendo es horrible – me burlé.

Shape of my heart | Levi Ackerman Where stories live. Discover now