Capítulo 10 | Paralelismos

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Un nuevo día llegó, Hange seguía sin contestar los mensajes o llamadas y T/N se empezaba a preocupar, quería comentarlo con Levi pero eso solo lo preocuparía.

El favor de cuidar al pelinegro mientras la chica de anteojos no estaba seguía en pie. Después de asearse, T/N regresó al hospital para atender a su amigo.

–Levi– llamó la chica a la puerta– ¿Estás ahí?

–¿En dónde más voy a estar? No me puedo mover– contestó al otro lado de la habitación.

–Que molesto– murmuró girando la perilla para entrar.

Al entrar, caminó hacia el chico y se sentó junto a él.

–La gente en la facultad dice que estamos embrujados– contó T/N en un suspiro.

–Que tontería.

–No lo sé, cada vez suena más racional esa teoría –comentó mirando a un punto fijo – ¿No lo crees?

–No– dijo a secas.

–¿Por qué no?

Levi pensó en contar la deuda de Hange y las consecuencias de ello pero, ¿Qué caso tenía divulgar la información? Era peligroso hablar sin saber con certeza lo que pasaría.

–Solo no creo en eso y ya– respondió el chico desviando la mirada.

–Hoy estás de muy mal humor– se cruzó de brazos intentando encontrarse con la mirada del hombre– Como sea, ¿Te enteraste de lo de Armin?

–Sí– bajó la mirada –Tuvo mala suerte al ser elegido por esos cultos.

–Es muy conveniente que pase todo esto al mismo tiempo – dijo metiendo cizaña, quería hablar más sobre el tema, T/N necesitaba que alguien opinara al respecto.

–No hablemos de eso.

–Ash– se quejó – Entonces hablemos de...– pensó un poco, al no conocer a Levi no sabía sobre qué hablar con él, además ella era pésima para iniciar una conversación.

–Voy a dormir– anunció el pelinegro dándole la espalda a la chica cuidadosamente para no lastimar su cuerpo.

–Claro, déjame hablando sola– se quejó entre dientes.

–Disfruta tu conversación – recibió por respuesta.

"¿En qué momento accedí a hacer esto?" Se cuestionó la mujer mientras daba un suspiro y sacaba su celular.

A causa del aburrimiento, T/N releyó el guión al igual que los borradores - al menos los que ella tenía-, quería analizar las "coincidencias" entre la obra y la realidad.
Lo primero que notó fue el parecido entre Sophie e Izan y Levi y ella lo cual era contradictorio con las reglas de la elección de personajes.
Sophie tenía interés en conocer a Izan, intentaba conversar con él pero el chico la ignoraba, por su parte T/N cada que buscaba hablar con Levi este ponía resistencia.

El segundo punto que encontró tenía que ver con Sam, el personaje que interpretaría Armin. Sam era alguien que actuaba sin pensar, lo que lo llevó a una muerte un tanto dolorosa al igual que el rubio.

Artur, caracterizado por Erwin, moría como advertencia a manos de la secta a la que pertenecía Izan.

Liz, el personaje que le pertenecía a Frieda pero fue sustituido por Hange, en uno de los borradores era la causante de las muertes de sus amigos, pues ella era la responsable de la secta. Esta idea fue descartada al tener mayor complejidad.

Jean era uno de los pocos que no moría dentro de la obra, su papel se reducía a ser el extra, como uno de los enmascarados que asesinaba a Liz o el panadero que shippeaba a Izan y a Sophie.

Finalmente algo que dejó a T/N helada fue leer el final definitivo, ya lo había hecho pero no tenía la mentalidad de ahora.

Sophie era secuestrada a manos de la secta, al intentar ser acuchillada Izan se atraviesa y la ayuda a salir. El chico muere desangrado en los brazos de su amada donde le confiesa lo profundamente enamorado que siempre estuvo de ella.

–Ja– rió bajo la chica –Esto si que nunca sucederá.

T/N volteó a ver al pelinegro quien supuestamente dormía pero solo escuchaba las quejas y asombro de la mujer al leer el libreto.

–Tú nunca te sacrificarías por mi, ¿Verdad? – cuestionó ella en voz baja –Y mucho menos me dirías que te gusto.

Levi al oír eso apretó los labios con fuerza, él no sabía con certeza si tenía el valor para hacerlo.

–Bueno, yo si lo haría por ti– escuchó decir a la chica el pelinegro – Eres horrible conmigo pero sé que lo haría por ti– dijo en un suspiro.

Un silencio se adueñó de la habitación, la joven estudiante cayó dormida minutos después debido al aburrimiento. Levi se sentó poco a poco y puso su mirada en la persona a su costado. ¿Qué le gustaba de ella? ¿Su a veces irritante forma de ser? ¿Su físico? ¿O solo eran esas situaciones de adrenalina que hacían que quisiera estar con ella?

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la llegada de una enfermera interesada en el bienestar del pelinegro.

–¿Cómo sigue Ackerman?– preguntó la mujer.

–Me duele todo el cuerpo – expresó con la mirada fija en la ventana.

–Te haré una revisión– se acercó a él – Tu novia debe estar muy cansada, estar en un hospital debilita de una forma extraña– comentó viendo a T/N de reojo.

Levi soltó una risa nasal acompañada de una media sonrisa.

–Ella siempre se duerme– contestó recordando las múltiples veces que su compañera se dormía en clases.

La enfermera hizo una revisión rápida al estado en el que se encontraba el cuerpo del paciente, así como también llenó un formulario que le obligaban a entregar.

–Ya no hay ningún peligro, te daremos de alta mañana– avisó la mujer– Aún así si tienes algún malestar grave házmelo saber.

–Gracias– dijo en voz baja.

–¿Entonces podrás ir al funeral de Armin y Erwin?– preguntó T/N una vez la enfermera salió de la habitación.

–¿Cuánto llevas despierta?– cuestionó Levi.

–Solo unos segundos – bostezó – ¿Entonces irás? Es mañana en la tarde.

–Que rápido – comentó.

–Se agilizó el proceso gracias a los padres de ambos– explicó – Yo pensaba decirle a Hange que me acompañara pero ella no me contesta, que bueno que ya despertaste si no...

–T/N– interrumpió nervioso el chico,  mirándola fijamente a los ojos.

–¿Qué?

Por un instante Levi quiso decirle que había algo en ella que le parecía alucinante, tenía un presentimiento de que algo malo pasaría y, aunque él no creyera mucho en supersticiones esta vez era diferente.

–Hablas mucho– se quejó con una mueca.

–No te voy a volver a hablar, a ver quién te ayuda a salir mañana del hospital – gruñó cruzandose de brazos.

–No eres tan cruel.

–Pero podría serlo.

La relación de los dos "mejoraba" cada día, se quejaban el uno del otro pero se mantenían unidos, ya sea por las circunstancias o porque así no querían, ellos estaban juntos.

Era algo bueno, un rayo de sol antes de que la tormenta se avecinara.

Shape of my heart | Levi Ackerman Where stories live. Discover now