Capítulo 9 | Rehuir

533 99 31
                                    

[Escena 3]

Sophie: ¿O acaso me tienes miedo?

Izan: Le tengo más miedo a un niño.

Sophie: Entonces ven, siéntate conmigo.

Izan: No quiero nada que ver contigo.

Izan: No quiero nada que ver contigo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

29 de junio 8: 00 a.m.

Los ojos hinchados de Hange por el insomnio y el continuo llanto durante la madrugada eran demasiado evidentes, en cambio T/N solo se mantenía mirando a un punto fijo, aún no podía procesar la muerte de Erwin que si bien no era tan cercana a él, le tenía aprecio por los proyectos en los que habían participado juntos.

–Iré a avisarle a Levi– habló la chica de anteojos en voz baja mientras se frotaba los ojos.

–Está bien– fue lo único que pudo pronunciar T/N sin despegar la mirada del mural que tenía frente a ella, uno que a simple vista parecía una pared llena de líneas sin sentido pero al verlo detenidamente se podía apreciar una representación de la vida y la muerte, o al menos así lo veía ella, tal vez solo era su imaginación tratando de encontrarle sentido a la situación.

Hange caminó hasta la habitación de Levi casi por inercia, la sensación de pesadez en su cuerpo casi terminaba con ella. Al llegar llamó suavemente a la puerta y una vez que el pelinegro dio permiso para entrar, los ojos de la chica comenzaron a llenarse de lágrimas.

–Hola– saludó con la voz temblorosa.

–¿Hange? Parece que lloraste toda la noche– comentó Levi preocupado.

–Yo lo siento mucho– explotó en llanto yendo directo a los brazos de su amigo.

–Ouch– se quejó el chico por el repentino peso de la chica sobre su cuerpo – ¿Por qué pides disculpas?

–Todo fue mi culpa– sollozaba hundiendo su rostro en el pecho del paciente.

–No entiendo.

–Erwin – tomó aire, no podía terminar la frase– Erwin

–Entiendo– contestó rápidamente para evitar escuchar esas palabras– No fue tu culpa – dijo serio.

–Si lo fue. Fui una tonta.

Hange alzó la mirada para encontrarse con la de su amigo quien se notaba confundido, tomó aire y empezó a contar la versión de su historia, omitiendo ciertos detalles como el que aún recibía llamadas con amenazas o el hecho de que esa sería la última vez que se verían, pues ella pensaba escapar para mantener a Levi fuera del peligro.

–Nosotros te podíamos ayudar– comentó conteniendo la rabia – Esto pudo evitarse.

–Es que no lo entiendes– se defendió la castaña.

–No, no lo entiendo. ¿Qué clase de idiota no habla cuando está en peligro?

El enojo, angustia y tristeza por la pérdida se adueñaron del chico, tanto que no podía pensar con claridad, llevándolo a decir cosas hirientes a su amiga, no porque estuviera molesto con ella, sino porque no sabía cómo controlar tantas emociones y malestar físico al mismo tiempo.

Shape of my heart | Levi Ackerman Where stories live. Discover now