Capítulo 7 | Noche de fiesta

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[Idea recortada en el escrito final]

Izan: Si te sigues metiendo tal vez termines muerto.

Jordan: ¿Me matarás acaso?

Izan: No podría matar a mi mejor amigo.

Jordan: ¿Y a Sophie?

Izan: Seguramente muero yo primero.

Era una noche para relajarse, divertirse y olvidar los problemas diarios, o al menos así estaba planeado

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Era una noche para relajarse, divertirse y olvidar los problemas diarios, o al menos así estaba planeado.

La noche estaba organizada de la siguiente manera: Hange iría a casa de T/N para cambiarse de ropa mientras charlaban un tiempo, por otro lado Erwin y Levi pasarían a comprar alcohol y después irían a recoger a las chicas.

–¿Entonces lo viste con alguien más?– preguntó Hange con sorpresa desde el tocador de su amiga.

–Y no me ha mandado ni un mensaje– agregó T/N recostandose sobre su cama –¿Debería hacerlo yo?

–¡No!– dijo inmediatamente –Como ya te dije, hay muchas más personas en el mundo. No estés detrás de alguien que no muestra interés.

–Es que Porco me gusta mucho – se quejó –No puedo evitarlo.

–Espero que pronto te des cuenta– comentó riendo.

–¿Qué hay de ti?– preguntó T/N levantándose se la cama– ¿Hay alguien que te interese?

–Nah, que flojera con esos temas. Quiero vivir despreocupada.

Despreocupación era lo que menos tenía Hange, los constantes mensajes en su celular le causaba estrés, aún más cuando el contenido de estos involucraba a sus amigos.
¿Qué sucio secreto podría tener una linda chica que siempre sonríe?

Para poder ingresar a la universidad de artes se debía aprobar un exámen, el cual tres años atrás Hange no pasó, pero como en la mayoría de instituciones, si das un monto elevado de dinero eres bienvenido.
Hange, al no tener el dinero suficiente optó por el camino más fácil, pedir un préstamo sin contratos legales de por medio.

En todo el tiempo que la castaña llevaba estudiando no había podido pagar su deuda y esta aumentaba descaradamente con el paso de los meses. La pobre chica estaba desesperada por la presión que ejercian sobre ella.

–Llegaron– avisó T/N en voz alta para que su amiga la escuchara.

–¡Voy!– contestó.

Cuando ambas salieron pudieron encontrarse con el auto de Erwin estacionado al otro lado de la calle, Levi iba de copiloto.

–¿Compraron las botellas?– preguntó Hange entrando al vehículo.

–Mmm, algo así– respondió el rubio.

–No me digas que dejaste a Levi escojer de nuevo– dijo llevando una de sus manos a su frente.

–Que ustedes tengan gustos raros no es mi culpa– se defendió el pelinegro.

–A ver, necesito ver qué compraste– se unió T/N a la conversación estirándose hasta invadir el asiento de Levi y tomar la botella de alcohol que estaba en sus piernas –Veamos– regresó a su asiento.

–Esto no tiene ni 10% de alcohol– se quejó Hange

–¿Para qué quieren más?

–Para quedar inconscientes– bromeó Erwin comenzando a acelerar.

–Levi, esta vez estás siendo muy correcto, ¿Por qué será?– preguntó juguetona la castaña.

Al ver que Levi giró la cabeza para evitar responder, T/N preguntó:

–¿Podemos pasar a comprar otra botella?

–Te lo agradecería mucho– contestó el rubio.

Tras unos minutos de viaje los chicos se detuvieron frente a un minisuper, Hange y su amiga bajaron a hacer las compras mientras Erwin y Levi charlaban.

–Puedo decirle a Hange que cambie asiento contigo– sugirió el ojiazul.

–Basta los dos– dijo molesto – Si me quiero acercar a ella o no es asunto mío. No les pedí ayuda.

–Si te dejamos nunca lo harás.

–¿Y qué tiene de malo?

–Haz lo que quieras.

Hange seguía ignorando los mensajes en su teléfono, cosa de lo que T/N se percató.

–Tu celular no para de sonar desde hace rato, ¿Todo bien?– preguntó curiosa.

–Es mi familia, no le gusta que salga de fiesta– mintió la castaña– Pero no hagas caso, solo disfrutemos el resto de la noche.

–Entonces... ¿Vodka o Ron blanco?– dijo alzando una botella en cada mano.

–Las dos– contestó sonriente.

Ambas chicas compraron un par de cosas más y se dirigieron a pagar. Conforme  caminaban hacía la salida podían ver con claridad el auto de Erwin y a los dos chicos en el. De repente, el celular de Hange comenzó a sonar, esta vez era una llamada.

–Ya me tienen harta– comentó enojada.

–Contesta– sugirió T/N deteniendose.

–Agh– se quejó sacando su celular del bolsillo de su pantalón –¿Si?– Contestó.

Un fuerte estruendo seguido de gritos desesperados sorprendió a las dos amigas antes de que la castaña pudiera escuchar la respuesta en la llamada.
Al girar, T/N y Hange quedaron atónitas, a tal grado que soltaron las botellas que llevaban en mano, la mitad del automóvil de Erwin estaba hecho trizas.

"Te lo dije" logró escuchar la chica de anteojos antes de que colgaran la llamada.

Gritos, murmullos, desesperación y preocupación es lo que se vivió en la escena hasta que la ambulancia llegó para rescatar a los dos jóvenes heridos e inconscientes. Seguido de eso las dos amigas viajaron en la ambulancia para acompañar a los chicos mientras comunicaban a todos sus conocidos sobre la situación.

–Todo va a salir bien– se repetía una y otra vez Armin. El pobre chico tenía la cabeza hecha un caos, por un lado la culpa inexplicable le carcomía la conciencia, por el otro lado no entendía nada, no le encontraba lógica a su vida después de iniciar con el proyecto de la obra de teatro.

El rubio también recibía mensajes que lo sacaban de quicio, en este caso era Mikasa quien causaba eso en él.

"No puedo quedar mal con ellos" "Te ayudo a buscar" "¡Dame los libros ya!" "Te lo dije en muchas ocasiones"
Eran alguno de los recordatorios diarios que obtenía por parte de la pelinegra.

Tanto Hange como Armin llevaron los problemas al límite, ¿Por qué sus amigos tenían que pagar por sus errores?

¿Ellos son capaces de resolverlos? O tal vez elijan el camino fácil para alejarse de todo.

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Perdón por subir cap hasta hoy 😩 es que no me convencía.

¿Alguien tiene teorías de lo que puede pasar? 👀

Gracias por leer💙

Shape of my heart | Levi Ackerman Kde žijí příběhy. Začni objevovat