Capítulo 9: Esto no es justo

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Tommy

Apenas tengo tres meses y no creo que se me noten, Ian dice que me veo súper gordo... Es un idiota.

El bebé de mi hermana ya nació y Ian me dejo salir solo para visitarla, hablo enserio cuando digo "Dejó" porque desde que nos comprometimos no me permite casi nada. Que no vaya a cocinar porque el microondas da cáncer, que no salga porque me puedo caer, que no ande por la casa sin suéter por los resfriados. Me quiero matar de tanta aburrición.

-¡Tommy! ¡Hola! -Carlee se abalanzó sobre mí. Ahora que ya no tenía esa enorme panza de embarazada pude ver que buen cuerpo tenía. -¿Cómo estas?

-Bien -Suspiré. ¿De verdad estaba bien? En realidad no sabía como me sentía

-Vamos, pasa y siéntate. ¿Cómo va tu bebé? -La casa que antes podía salir en una revista, ahora era un desastre. Juguetes por ahí, ropa sucia por ayá.

-Oh... Bien... -Me ruboricé y bajé la mirada.

-Cariño, ¿qué pasa? -Me miró comprensiva y pasó su brazo alrededor de mis hombros.

-No es nada, sólo... ¿Ya te dije que me voy a casar? -Sus ojos se abrieron muchísimo y se puso a gritar como loca.

-¡Santísima Virgen de la Papaya! ¡Me alegro tanto por ti! ¡Yo te escojo el vistido! Y a Dereck su traje... Ay, se verán tan perfectos -Sentí que parte de mi corazón se marchitaba y estrujaba al escuchar su nombre.

-Carlee... Me caso con Ian.

-¿Qué? Oh... Pero, ¿no habías regresado con Dereck? -Su rostro era de total sorpresa.

-No... ¿Por qué lo dices?

-Desde que nació mi bebé, Dereck me ha estado enviando flores y juguetes y cosas así. Con notas para tí... Oh, claro. Ahora todo tiene sentido. -Se puso de pie y salió de la habitación.

¿Qué? ¿Dereck me enviaba notas?

-Tomm, aquí están. Las guarde sin abrirlas porque pensé que era un extraño juego o sorpresa toda cursi... Pero... -Sin miramientos le arrebaté el paquete de al menos veinte sobres y las observé.

-Tommy, no quiero arruinarte el momento, pero... ¿Si le dijiste a Dereck que tienes un hijo suyo? -Tragué saliva y limpie las lágrimas de mis ojos.

-La verdad no... Pero, tengo mis razones ¿si? El no me quiere y mucho menos a un hijo mío... -Metí las cartas mi mochila y me pare.

-Si no le dices tú, se lo digo yo.

No la escuche, me perdí viendo una foto enmarcada sobre la mesa central... Era la foto de Dereck y yo besándonos...

-¿Lo escuchaste? ¡Yo se lo diré! El es el padre y tiene todo el derecho.

-Haz lo que quieras, de todas formas a el no le va a importar. -Me volví y caminé hacia la puerta.

-¡Aveces eres un estúpido!

-Ian -Le llamé y el apareció con una toalla alrededor de la cintura. Lo miré lascivamente y el me correspondió.

Caminó hasta a mis y me tomó de la cadera para acercarme a él, nos besamos y el juntó nuestras lenguas. Comencé a sentir muchas cosas, mi cabeza daba vueltas, el recuerdo de Dereck me había herido mucho, pero ahora que estoy aquí con Ian me siento mejor.

Sin darme cuenta ambos estábamos en el sillón, el sobre mí. Gemí levemente al sentir sus labios sobre mi cuello y su mano explotando debajo de mi suéter, de pronto El se cayó al suelo y una sobra lo golpeo fuertemente en la quijada. Se desmayó inmediatamente. Me asuste hasta la médula ósea y me hice para atrás, de pronto la sobra de acercó a la luz de la luna y vi esos preciosos y conocidos ojos azules.

-D-Dereck...

-¡Tommy! -Me sostuvo entre sus brazos y espero que yo correspondiera.

Different Love [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora