Capítulo 3: Completamente solo

7.8K 704 49
                                    

Dereck

—Kurt... Ya les dije—Murmuré entre sollozos por el teléfono.
—Tranquilo, gatito. No llores... —Respiré profundamente e intenté olvidar las palabras de mi padre, pero entre más me esforzaba, más se grababan en mi mente. —Eso, respira.
—Me echaron.
—¿Cómo?
—Sí, sólo me terminaron ignorando
—Putos religiosos de mierda —Para este punto le daba toda la razón a mi novio, aunque dudara de la existencia de Dios, nadie tiene porque tratar así a su propio hijo. —¿Y? ¿Qué hacemos?

Sonreí al notar que hablaba en plural

—No lo sé. No tengo dónde vivir.
—Nos iremos, escaparemos juntos. Mañana. —No respondí, no quería dejar a mis amigos, aunque sólo fuera una chica tímida llamada Anne.
—P-Pero... —La llamada se cortó.

Caminé hasta llagar al único hotel que conocía perfectamente. Como desde hace unos meses pensaba decírselos a mis... padres, comencé a ahorrar. Seguro me alcanzaba para un par de noches.

Pedí una habitación y me recosté en la gran cama con el celular en el rostro esperando alguna llamada. Pasaron así varias horas hasta que Kurt se dignó a hablarme.
—¿Dónde estas?
—Te mando mi ubicación por un mensaje
—Vale
Hice lo que me pidió y en cuestión de minutos alguien llamó a mi habitación. Abrí rápidamente y Kurt se abalanzó contra mí juntando nuestros labios.
Era tan lindo. Y puto.
—¿Cómo te sientes?
—Ah, de maravilla. Mi padre dijo que su hijo murió y mi madre no me dirige ni la mirada.
—Bueno, aparte de todo eso.
—Bien. —era cierto, estar con él me hacía sentir muy bien.
—Vale... Mañana nos iremos. Así qué empaca tus co... —Se quedó callado al ver que sólo llevaba una mochila de tela repleta de ropa común y pósters.
—De todas las cosas que pudiste traer, ¿empacaste pósters?
—Lo siento... Es Nirvana ¿qué esperabas? —sonreí
—Buen punto. —él también sonrió y alborotó mi cabello.

Se quedó conmigo prácticamente todo el día, nos tiramos en la cama y platicamos de nuestra próxima vida juntos.
Incluso hablamos sobre adoptar un bebé dentro de unos años. Sin siquiera percatarme, una gran ilusión se creo en mi interior, nuestros ojos brillaban.
—Dereck... En verdad te quiero. —Cerré mis ojos y me hice el dormido. Después de unos cuantos minutos, con mucho cuidado Kurt se separó de mí y caminó hasta la puerta, me removí un poco y el rubio regresó.
Se quedó en pie observándome detenidamente hasta que se inclinó y besó mi cien.
—Sólo un día más. —No supe qué significó eso, pero no me impidió perderme en mis sueños.

—¿Amor? ¿Dónde estas? —Susurré por el teléfono.
—En mi casa. ¿Recuerdas la bodega vieja a unas calles del Parque Clarewather?
—Sí
—Vale, ahí en una hora.
—Esta bien —Separé el teléfono de mi oreja y me dispuse a colgar, pero un sonido me detuvo. Volví a colocarlo en su lugar y escuché atento.
—Te amo, Dereck
—Eres un cursi.
—Dilo tú
—Eres un cursi —Reí tranquilamente pero Kurt ni siquiera respiro. —Yo... Te... Te... — <¿Porque me es tan difícil decirlo?>
—Te amo, Kurt. —Prácticamente escuché como sonrió.
—Nos vemos en una hora.
—Vale. Adiós.

Volví a meter mis cosas en la mochila e incluso metí los jabones que estaban en el baño del hotel, esa maña es culpa de mi madre.
Suspiré al recordar a mi familia, pero, ahora yo tendría la mía. Juré que nunca trataría a mis hijos como lo hicieron conmigo.
Caminé hasta dicho lugar y esperé paciente por mucho más que una hora.
Pronto comenzó a llover, pero no quería entrar, tenía que esperarlo afuera.
Estaba bajo la lluvia, esperando que él volviera, mi cabello estaba tan mojado que escurrían pequeñas gotas de agua por mi frente, también mi ropa compartía esta característica. El miedo de que no apareciera comenzó a crecer.
<Tiene que venir. Tiene que venir> No paraba de repetirme. Perdí la noción del tiempo, parecían pasar sólo minutos o incluso segundos, pero cada que miraba mi celular había una hora de diferencia. Noté que mi piel se erizó y me di cuenta de que temblaba, decidí llamarlo.
Marqué alrededor de ocho veces, pero nunca hubo respuesta. Una fuerte presión en el pecho me indicaba que algo iba mal.
Marqué una novena vez, conforme pasaban los pitidos más me asustaba, ¿Qué haría si algo le pasa a Kurt? ¿Y si tuvo un accidente?
Muchas preguntas ilógicas aparecieron en mi cabeza, hasta que por fin escuché una voz, pero no era la de Kurt. Era una grabación.

Este número ha sido bloqueado

Me quedé petrificado, mi celular cayó al frío y húmedo pavimento rompiéndose la pantalla. Cerré los ojos <Esto no es real, esto no es real> me repetí incontable número de veces
¿Cómo me pudo hacer esto? Si iba a terminarme, al menos no debió ser tan cobarde e hijo de puta.
Lo que sentía sólo lo puedo asimilar a un dolor físico, era como si me apuñalarán en el pecho una y otra vez...
Literalmente.
Me resbalé lentamente por la pared de piedra y miré en ambas direcciones, nadie pasaba por esa calle, mis lágrimas se mezclaron con la lluvia. No pude levantarme.

Mis padres no quieren estar conmigo.
El hombre que amo no quiere estar conmigo
Ni siquiera yo quiero estar conmigo
Estoy completamente sólo.

Different Love [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora