Capitulo 6

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Capítulo 6

MARK

Sali, enojado, decepcionado, sabía que amar como mujer a mi hermana no era correcto. Estaba más que cabreado porque no quería saber cómo el hijo de puta de Derek le hacia el amor a mi mujer, mi hermana, mi Sara. No sabía hacia donde ir, estaba divagando por las calles, el clima se puso horrible, empezó a llover, mi furia crecía a la par de las gotas de agua. Mi teléfono vibro en mi pantalón, había olvidado que lo tenía, había olvidados los audífonos, no podía escuchar música, en la pantalla vi el nombre de mi irritante novia.

Amor te necesito ven a mi casa

Las opciones eran limitadas, así que no pensé bien y me dirigí hacia su casa, ahí podría liberar algunas tensiones, mi furia y mi tristeza. Odiaba que mi hermana me haga esto, la amaba demasiado y me daba coraje no tenerla solo para mí. Toque la puerta con desespero, pensando que mi furia se iba a ir al hacerlo, Natasha abrió la puerta y me dio una sonrisa coqueta, la tomo por el cabello y la besa, la mordía, creo que nunca había sido tan rudo con ella, empecé a morder y besar su cuello mientras entrabamos en su casa, chocamos con las escaleras y caímos hacia atrás.

– Hola bebe – dijo riendo, yo estaba muy excitado como enojado, la tomo por los muslos y la subí a mi cadera, de dos en dos terminé las gradas y fui hacia su habitación

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– Hola bebe – dijo riendo, yo estaba muy excitado como enojado, la tomo por los muslos y la subí a mi cadera, de dos en dos terminé las gradas y fui hacia su habitación. La arroje en la cama, me saque el cinturón, ella sabía lo que significaba así que me dio sus manos, ate sus muñecas al respaldar de la cama. Ella estaba con una camiseta mía, sus grandes ojos verdes me veían excitados y con intriga, sonreí, jamás esos ojos me volverían loco como los azules de Sara. El solo destello de esos ojos en mi mente me excito, mierda, tenia una enorme erección, Natasha se abrió de piernas mostrándome su coño mojado. Me mentalice en Sara, en todo lo que quería hacerle a ella, empecé a sentirme incomodo con el pantalón así que me lo saque, la camiseta igual, me puse de rodillas en medio de las piernas de ella, rompí su ropa interior y ella gimió, la penetre, necesitaba esto, bombeaba con rudeza buscando mi liberación. Solo pensaba en mi hermana gimiendo entre mis piernas, me volvía loco la idea, tenerla solo para mí, una imagen de ella sonriendo cruzo por mi mente y me aparte de Natasha, abrí su boca y presione en ella. Gemí excitado y libere mi semen en su boca, ella sonrió excitada, me incomodo esa sonrisa, esto estaba mal, estaba jugando con ella, ella me daba asco, yo no podía estar con ella. La desaté, ella quiso tocarme, me aparté, vi mi reloj en mi muñeca, mierda.

– Tengo que irme – dije

– ¿Por qué? – pregunto algo molesta

– No es de tu incumbencia – dije colocándome el cinturón, sabía que solo estaba con ella por el sexo, era la única forma de olvidarme de mi hermana, y aun así pensaba en ella mientras me cogía a Natasha. Sali de su casa, camine con calma, desganado, no quería estar con Sara bajo el mismo techo mientras este el idiota de Derek cerca. El camino se me hizo corto, ya que en un pestañeo estaba frente a la puerta blanca de mi casa.

– Sara ya llegué – grite y no tuve respuesta, eso se me hizo algo extraño, camine a la cocina y vi mi nota arrugada, seguro estaba en su habitación con audífonos. Subí con pereza las escaleras, no tenía ganas de encontrarme con ninguna escena, toqué la puerta, no hubo respuesta así que la abrí. Sonreí apenas entre, ella estaba acurrucada con el peluche que le había regalado, era su oso favorito, ella era tan tierna como una princesa, mi princesa. Me acerque a paso lento, la quería subir a la cama, apenas la moví ella soltó el oso, lo tome y lo vi bañado en sangre. Que carajos, y me di cuenta de la sangre, ella estaba pálida, tan blanca como un muerto. ¡Oh dios mío se cortó las venas! En eso llame una ambulancia y la abrace

– Mí amor no me dejes, no bebe — dije llorando sin saber que hacer. Cuando llegó la ambulancia lograron parar el sangrado, pero ella necesitaba ir al hospital porque tenía una hemorragia. Sabia su tipo de sangre, le hicieron la transfusión, me dijeron que era necesario reponer el paquete, así que después de las pruebas necesarias done lo que se necesitaba. Me seguía debatiendo entre llamar a mis padres o no, ellos estarías muy molestos, además que la última vez que terminamos en el hospital a ellos no les importo lo necesario. Pasamos horas en el hospital, la veía a través de un vidrio, ella respiraba lento y había cobrado algo de su color de piel, ella estaba casi estable.

– ¿Puedo pasar? – pregunte a la enfermera que había salido de su habitación

– Claro que si – dijo, camino rápido esquivándome.

Las horas se hicieron eternas mientras la veía, ella se movía a veces, pero no abría los ojos. Sabía que estaba sedada por algún medicamento que le inyectaron, tenía puntos en los cortes, su corazón se agito y abrió los ojos. Luego los volvió a cerrar, frunció el ceño y gruño

– ¿Dónde estoy? – dijo molesta – ¿Por qué sigo viva? –

– Shh tranquila, princesa – dije acariciando su cabello. Ella rompió en llanto y se aferró a mi brazo, tenía miedo que se abrieran los puntos

– ¡No puedo! – dijo ella

– ¿Por qué hiciste esto? –

Deseo Prohibido [1° T.P.]Where stories live. Discover now