8-El templo Malorum

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¡Ugh! ¡Maldito! -Se quejo alargando la última letra mientras escribía en la carpeta- ¡Se levanto antes y se fue dejándome haciendo su maldita tarea de Ingles! ¡Arg! -Gritaba con la cabeza mirando el techo con los ojos cerrados-.

 El teñido se encontraba en la casa de su amigo, ahora ausente, haciendo su tarea. Estaba sentado en la cama con su espalda apoyada en la pared, aún en pijama ya que eran las nueve de la mañana.
Pero a pesar de responder bien las preguntas en ingles, su mente estaba en otra parte, recordando su pesadilla.

 Si, en esa noche, él tuvo una pesadilla.

 Pero ¿Qué iba a hacer al respecto? Cualquier cosa que haga solamente retrasaría su destino así que siguió haciendo la tarea de Max, escuchando de fondo su PlayList del celular intentando que ambas cosas lo distraigan del peligro que ahora corre.

 Decidió escapar, se ocultó toda la noche en una cueva de un bosque que, por como vio, ni las pesadillas paseaban por ahí.

 Logro sobrevivir, solo por esa noche, no se sabrá si en esta también.

 Cobarde, soy un cobarde se regaño mentalmente mientras caminaba solo por los largos pasillos llenos de alumnos. Argh, me gustaría que hubiese una manera de sacarme esa cosa. Sin darse cuenta, se chocó contra un cuerpo pequeño -A comparación de él-, se fijó contra quien chocó y ante su vista estaba la femenina de los gemelos, detrás de ella estaba la adolescente que siempre regaba la flor de Amelia, esta vez con la ropa de cuando se conocieron, mientras que Lilly traía la típica ropa de siempre. Se disculpó después de que soltará un quejido de dolor la contraria.

Si, no te preocupes estoy bien -Sonrió con una mano acariciando su cuello-.

 Levanto un poco la vista para enfrentarlo mientras reía, pero se agarro una enorme sorpresa al ver la expresión muerta que traía su amigo y no ayudaba en nada sus grandes ojeras. Lo agarro de ambas mejillas con sus manos y acercó su rostro al de ella, estando lejos nomás por unos nueve centímetros.
Eso provoco un sonrojo en la castaña. Un poco más y pensaba que se besaban Dijo en su interior mientras calmaba su rubor y contenía una sonrisa temblorosa.

¡¿Qué te paso?! ¿En que te desvelaste? ¡No me digas que viste la serie que había dicho que veríamos todos! -Preguntó exasperada, moviendo su rostro de un lado a otro-. L-Lilly lo vas a marear -Le advirtió la castaña mientras la separaba un poco de él-.

Eh... ¿Desde cuando son amigas? -Ignoró la preocupación de la de pelo verde mientras las mirabas a ambas con la cabeza media inclinada, su voz sonaba fatigada-.

A veces salimos juntas y Zedric nos acompaña y-Sintió la mirada de su compañera junto con un movimiento de negación para que entienda que se desvió completamente del tema- ¡Pero eso no importa ahora mismo! ¿Qué te pasa?, dime.

Nada... ya lo dije -Mintió antes de bostezar-. ¿Puedo ir a mi salón?.

 Sin mucho esfuerzo se soltó del agarre de Lilly y paso por su lado, tratando de no caerse al piso por el cansancio. Se veía muy suave como para dormir en ella.
Su muy corta caminata tuvo que ser interrumpida al sentir en su brazo derecho un poco de peso, la responsable de esto era la adolescente que aún no había dicho alguna palabra en la conversación.

Dinos... 

Yo... no -Insistió aún sin expresar nada-.

 El agarre se hizo más fuerte y la expresión de Lea cambió a uno sombrío. -"Tu amiga se esta preocupando por ti, si podemos ayudarte dilo si no lo quieres por las malas"-. Lily y Jack abrieron los ojos por el repentino cambio de voz y actitud de la de vestimenta violeta.

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