"Salvada por la mafia y nacida para servir en ella"
Una niña carterista fue salvada de la calle y la pobreza por los hermanos mafiosos desde pequeña, desde ese momento se dio cuenta que 'Dominio Negro' era su única vida y que tenía que entregarse a...
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ACTUALMENTE...
Dagán, o cómo quiere que le llamemos; Cairo, me señaló y eso quería decir que yo empezaba para presentarme.
-Mi nombre es Altea Novales Ortiz, tengo 19 años, pero mi apodo va a ser... -hice una pausa para dirigirme a Cairo-. ¿Puede ser cualquier cosa? -Cairo asintió con la cabeza-. Furia, llamadme Furia. He cometido hurtos, lesiones, robos y tenencia ilícita de armas.
Mi nombre me pegaba mucho, ya que según Cairo iba con mi personalidad.
Después le tocó a una chica.
-Mi nombre es Lara De la Cruz Lopez, tengo 25 años y mi apodo será Bala. He traficado con drogas y también se me da bien manejar el dinero y falsificarlo.
Después salió a presentarse un chico, el cual me pareció muy interesante.
-Me llamo Andrés... -fue interrumpido por Cairo.
-Tus apellidos.
-¿Qué?
-¿Cuáles son tus apellidos?
-Vamos a ver, no son necesarios, yo no voy presentándome con los dos apellidos a todo el que conozca, ¿o no?
-Eso es verdad. -le dio la razón, Bala.
-Tú hazlo y ya, vamos. Que no tenemos todo el día. -le ordené
No entendí la necesidad de rechistar por unos apellidos, aunque también es verdad que nadie se presenta nombrándolos. Igualmente, las instrucciones de Cairo fueron precisas y claras y me molestó que rechistara eso, ya que perteneciendo a una mafia siempre vas a tener que seguir órdenes. Puede que te parezcan absurdas o incoherentes. Pero en eso consta una mafia; lealtad, obedecer y por supuesto valentía, entre otros.
El tal Andrés soltó un bufido. -Andrés Reyes Vargas, tengo 23 años. -se presentó-. Encantado -hace desaparecer la "d"-, llamadme... Pues demonio, mismo. He atracado joyerías, casas de subastas a mano armada y con violencia. Entré en el talego por lesiones.
Entonces se escuchó risas por la sala, el nombre desató unas carcajadas sarcásticas. -¿Demonio de qué, chiquillo? -inquirió un hombre de alta edad. Él fue el siguiente en presentarse.
-Manolo Escamilla Martínez, llamadme Chivo, mucho gusto. Ah y tengo 48 años. Estafas, extorsión y coacción.
Entonces Cairo comenzó a hablar, frenando la presentación del siguiente. -¿Alguien ha visitado Seúl o Hong Kong?
-¿Dónde está eso? -interroga el chico más joven, el último que quedaba por presentarse.
Me giré hacia él y rodeé los ojos. - Seúl en Corea del Sur y Hong Kong en China.
-Gracias guapa.
Sonreí como si dijera un "de nada" y volví a prestarle atención a Cairo.
