CₐₚÍₜᵤₗₒ ₃₇ - ₛᵤBₜₑₙᵢₑₙₜₑ ₒₛₒᵣᵢₒ

422 71 42
                                    


— Quedate tranquilo — dice con total normalidad mientras se termina de secar. — Aún es muy temprano, puedes ducharte. Te he traido un uniforme.

Me quedo mirándolo aún sin poder asimilar lo que está pasando ó mejor dicho lo que pasó.

— ¿Estás bien, Joaquín? — pregunta sonriendo.

Ay no, no me sonrías de esa manera.

— No, no. — niego tratando de no mirarlo demasiado. Agarro la sábana y me tapo aún sin poder creer que estoy desnudo en su cama.

Él sonríe de nuevo y se acerca hasta la cama. Se acuesta a mi lado y me abraza.

— Todo ésto es muy raro, ¿no? —  habla mientras pasa una mano por mi cintura.

— De hecho, sí.

— Pues acostúmbrate porque así será toda las noches.

Me mira tratando de aguantar su sonrisa y yo me tapo con la sábanas hasta la cabeza.

— ¡Emilio! — me quejo desde abajo de las sábanas.

— Anda, vé a ducharte. Tienes todo el tiempo del mundo y no tienes que caminar tan lejos por un baño.

Me destapo y luego lo miro: — hey, eso es verdad.

Al terminar de vestirme y hacer mi moño desarreglado, lucho con Emilio para que me devuelva mi crop top, pero insiste en que quiere quedárselo para tenerlo de recuerdo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Al terminar de vestirme y hacer mi moño desarreglado, lucho con Emilio para que me devuelva mi crop top, pero insiste en que quiere quedárselo para tenerlo de recuerdo. Termina ganando sólo porque ya es hora de que nos separemos sino queremos que alguien se dé cuenta de dónde estoy y que es lo que estuvimos haciendo.

Me resigno y me escapo yendo hacía los baños para disimular un poco y que si alguien me vé, me vea saliendo de ahí.

Camino de vuelta hasta la barraca de fracasados y veo a Morti y Leo tirados aún durmiendo cómo morsas.

— Salvado.— pienso.

Pero cuándo creí que estaba todo bien siento a Morti llamarme.

La muy maldita estaba haciéndose la dormida.

— Qué lindo Bondoni, ¿qué horas de llegar son éstas?

— Sólo fuí al baño.

— ¿Crees que no me dí cuenta de que no dormiste aquí anoche?

— Shhhhh.— la amenazo con los ojos prácticamente abiertos cómo platos.

— Me tienes que contar. — en su rostro se dibuja una sonrisa pícara.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
¡Señor, Sí, Señor! // Adaptación EmiliacoWhere stories live. Discover now