Confía

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"mamá, Logré escapar de ellos , pero creo que me siguen , estoy en la ruta 66 por favor ven por mi"

Es cerca de la decima vez que Erick escucha ese correo de voz, las últimas palabras de Nina, la última llamada en su teléfono, un pedido de auxilio y Emma no contestó.

Lleva varios días tratando de entender, todo alrededor del caso de Nina es un completo caos, no hay pistas, no hay un motivo , no hay un culpable y tal vez es ese deseo de que alguien pague por la vida de su pequeña lo que hace que dude de todo.

Pero no quiere desquitarse con la persona incorrecta así que se dedica a justificar el fatal error de Emma, revisa su rutina del día de aquella llamada.

Testigos, cámaras y hasta ella misma le aseguraron que estuvo todo el día en el club, entonces ¿Por qué no contestó?

—¡Deje el celular en el casillero mientras estaba en el gimnasio, por dios, Erick no puedes culparme por lo que paso!

El problema es que, si puede, las horas no coinciden, Emma paso dos horas alejada del celular es cierto , pero la llamada se registra justamente cuando ella está tomándose una foto en el borde de la piscina.

¿Puede ser accidentalmente rechazara la llamada?

¿Puede ser que no reconociera el número?

O

Simplemente decidido no contestar

Tal vez no creyó que fuera importante

Tal vez...tal vez ...ella deseaba que eso ocurriera.

Sus recuerdos ya no son difusos, la desesperación de encontrar a Nina ya no está así que puede recordar como Emma actuó esos insoportables días.

Tan alejada

Indiferente

Tranquila...como si supiera.

Erick trata una vez más de creer que cada persona maneja este tipo de situaciones de manera diferente pero no encuentra ni un mínimo rastro de aflicción en la mujer, parece incluso...aliviada.

Mientras Erick sigue luchando por encontrar algún tipo de justicia, Emma va al salón de belleza y de compras.

No puede, si sigue ese rumbo de pensamiento todo terminara mal.

Decide darle una ultima oportunidad de explicarse, deja a Lorna bajo máxima seguridad y se encamina al centro comercial donde se da la última ubicación de su esposa.

Va directamente a la estética favorita de Emma, aún no ha llegado.

Erick comprueba su propio reloj, la hora es correcta y a pesar de que es el horario que a manejado por los últimos años, la dueña del lugar le asegura que la señora Frost siempre agenda su cita para las seis en punto.

Sin perder un segundo más la llama, no contesta y Erick empieza a enfadarse, podría esperar los veinte minutos que sobran hasta su llegada o simplemente descubrir donde diablos se a metido su mujer todos estos años a las cinco de la tarde cuando siempre dijo estar en el salón de belleza.

A pesar de tenerlo siempre en su mano, Erick jamás pensó que tendría que usar el rastreador en el teléfono de Emma, normalmente confiaba ciegamente en su palabra, al parecer ese fue un terrible error.

Y a pesar de que estaba apurado por llegar no pudo evitar encontrarse de frente con Charles a la salida del centro comercial, pensó en dejar el encuentro como algo casual y sencillamente saludar, pero todo se complico cuando este le informa a quien espera.

—Azazel, dijo que tenia que arreglar un asunto de trabajo, pero ya llevo un rato esperando y no me contesta, ¿le paso algo?

Es curioso, Erick recuerda que Azazel le pidió permiso para faltar este día al trabajo porque quería pasarlo justamente con la persona que tiene delante, Charles se ve genuinamente preocupado y Erick no decide si debería decirle que le han mentido o dejar que simplemente arreglen a solas sus problemas de pareja.

Nuestra familia felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora