CAMPEONES

Epílogo

Sebastian y Arienne Delacour estaban absolutamente encantados de darle la bienvenida a Harry a su casa y lo trataron como a una familia querida desde el principio. Fue difícil verlo mientras luchaba en las sesiones de asesoramiento para deshacer el daño causado por los Dursley, pero también fue inmensamente gratificante verlo superarlo. Ni una sola vez se arrepintieron de su decisión de involucrarse, incluso descontando su impacto en su hija.

A medida que pasaban los años y Harry continuaba abriéndose, él y Sebastian se volvieron muy cercanos. Harry aprendió mucho del hombre mayor. Más importante aún, tenían lo que sin lugar a dudas era una relación saludable de padre e hijo, y ninguno de ellos se quejaba.

Arienne también era cercana y le encantaba cuidarlo con delicadeza cada vez que estaba cerca. Y a diferencia de Molly Weasley, ella sabía cuándo retroceder, y tampoco cuestionó su carácter. Que Molly lo hubiera hecho siempre la aturdiría, incluso después de unos meses de conocer al joven.

Cuando finalmente fallecieron muchas décadas después, toda la familia sintió profundamente su pérdida, y eso incluía a Harry Potter.

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Resultó que Sebastian efectivamente había leído el artículo de Rita Skeeter la mañana de la Tercera Prueba. Una sola llamada Flú fue todo lo que se necesitó para poner las cosas en marcha. Había estado esperando esto desde que escuchó que a Rita se le permitió entrevistar a Harry a solas.

Ella simplemente no pudo evitarlo, y él sintió firmemente que aquí sería donde finalmente la cagaría, y tenía razón.

Contrariamente a la creencia de Remus Lupin, el propietario mayoritario del Diario El Profeta también era en realidad el editor, un hombre llamado Barnabus Cuffe (aunque Fudge poseía la mayor parte del resto). Recibió una demanda a la mañana siguiente, y fue bastante tonto. Casi le da un infarto al leer los documentos que le entregaron. La familia Potter, a través del equipo legal de Sebastian Delacour, estaba demandando por daños y perjuicios en una cantidad más que suficiente para que terminaran siendo dueños absolutos del Profeta.

Peor aún, a Cuffe le pareció que tenían muchas posibilidades de ganar; Rita había eliminado bien y verdaderamente a las personas equivocadas esta vez.

En primer lugar, estaban demandando por la difamación demasiado obvia de Rita sobre Harry Potter en el transcurso del año. Esto, Cuffe lo esperaba, y ciertamente podría haberlo superado. Pero luego agregaron que estaban demandando por cada cita de Harry Potter que se había publicado a lo largo de los años, y había cientos de ellas, ninguna de las cuales había sido pronunciada por Harry Potter de ninguna manera o forma.

Y finalmente, Sebastian Delacour, como agente de la Casa Potter, había declarado a Hermione Granger protegida de la Casa. También estaban demandando en su nombre, por la difamación de Rita hacia ella antes durante el Torneo. Y dada la facilidad con la que esas acusaciones fueron refutadas por encima de todo lo demás, los abogados ahora tenían a Cuffe sobre el barril proverbial.

Cuffe se puso en contacto con Sebastian Delacour el mismo día con la intención de llegar a un acuerdo extrajudicial. No estaba seguro de lo que eso implicaría, pero estaba seguro de que sería costoso, aunque menos que dejarlos ganar el caso judicial.

Al final, la familia Potter se fue con el veinte por ciento de la propiedad del Diario El Profeta, una garantía de que se imprimirían disculpas de página completa para los Potter y Granger en una semana, y la posesión de un buen dato jugoso sobre un ahora forzosamente- Rita Skeeter jubilada.

La mujer fue arrestada al día siguiente bajo sospecha de ser un animago no registrado. Si bien eso solo habría significado una multa normalmente, ella no era sangre pura y pudieron interrogarla bajo veritaserum sobre sus actividades como escarabajo. Y esas actividades, muchas de las cuales se tradujeron en 'espionaje', la llevaron a recibir una sentencia de prisión de cinco años en el centro turístico de Azkaban.