CAMPEONES

Cambio de sede

Por un momento, cuando Harry volvió a despertar, estaba perturbado por una pesadilla muy desagradable que involucraba a Fleur y una multitud de brujas de Hogwarts que gritaban, pensó que era solo un sueño. Pero entonces la realidad se derrumbó de nuevo y le resultó muy difícil reprimir el pánico que una vez más amenazaba con estallar. Solo podía preguntarse: ¿adónde se dirigía su mundo?

¡Para todos los efectos, estaba comprometido para casarse!

Fue sorprendente e increíble, ¡y eso sin el hecho de que su futura esposa era, literalmente, la mujer más hermosa que jamás había conocido! ¿Cómo fue esto posible? Una parte de él pensó que era terriblemente afortunado, pero era lo suficientemente maduro como para reconocerlo como sus hormonas hablando.

No tenía ni idea de lo que implicaba estar casado. El alcance de su conocimiento era que tendrían que vivir juntos, y él no la conocía lo suficientemente bien como para saber siquiera si podrían llevarse bien. La lista de posibles problemas se hacía cada vez más larga, y realmente deseaba que se detuviera.

Pero revolcarse en el miedo no era el estilo de Harry, y pronto se dio cuenta de que su mejor movimiento era hablar con Sebastian al respecto con más detalle. Al hombre parecía importarle genuinamente, y eso valía mucho en el libro de Harry. Por el bien de su hija, al menos, era casi seguro que haría lo que pudiera para ayudar.

Con eso en mente, abrió los ojos y se sorprendió al encontrarse cara a cara con una diminuta veela, que estaba de pie a escasos centímetros de distancia, mirándolo con el ceño fruncido y confundido.

"Er, hola", dijo con voz espesa.

Su ceño desapareció, y ella le sonrió. " Bonjour, 'Arry ", dijo alegremente. Luego volvió a fruncir el ceño. " Pourquoi êtes-vous dormir sur le canapé? "

Harry parpadeó. "Er, lo siento Gabrielle, no hablo francés", dijo desconcertado.

La frente de la niña se arrugó con perplejidad y luego concentración. "No... hablar... inglés", dijo entrecortadamente.

Harry no pudo evitar la risa que se le escapó. Él nunca había tratado con niños antes, pero tenía que admitir que ella era adorable mientras estaba parada allí mirándolo expectante. ¡Iba a triunfar cuando creciera!

"Lo siento", dijo con una sonrisa paciente.

La chica lo miró con el ceño fruncido y luego miró furtivamente a su alrededor antes de subirse repentinamente al sofá y luego a él , provocando un suave "¡uf!". Desconcertado, solo la vio acurrucarse en su pecho como un gato enorme. Sin saber qué más hacer, la rodeó con sus brazos para evitar que se cayera y se lastimara.

Con un encogimiento de hombros mental, cerró los ojos y volvió a dormirse, sorprendentemente reconfortado por su cálido peso.

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Seis horas después, Fleur Delacour salió de su habitación en busca del desayuno. Sabía que su padre había hablado con Harry la noche anterior, pero aún no había escuchado el resultado y estaba muy nerviosa. Por otra parte, la falta de gritos probablemente era una buena señal; solo escuchó un breve arrebato, que probablemente fue mucho mejor de lo que le habría ido a ella misma.

¡Ni siquiera podía comenzar a imaginar su reacción al enterarse!

Si hubiera sido ella, y especialmente a esa edad, habría estado furiosa. Todo el concepto de los matrimonios arreglados era un anatema para ella: nunca habían sido una tradición en la familia Delacour, incluso con tanta historia, ¡pero eso era esencialmente de lo que se trataba! La idea de permitir que un hombre al azar se case con ella, y mucho menos se acueste con ella... El mero pensamiento hizo que se le pusiera la piel de gallina.