Capítulo extra 02 CRIMINAL

6.1K 653 228
                                    

Game over

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Game over.

Borka.

Septiembre, 2022.

Lovech, Bulgaria.

Me encuentro en el balcón de mi habitación, bebo de mi vaso con vodka mientras mis ojos miran las hectáreas que conforman la enorme propiedad en la que me encuentro.

Unos brazos se enredan en mi torso desnudo mientras me acarician con lentitud, mi mujer se aferra a mí por detrás al mismo tiempo que besa uno de mis hombros. Siento sus pezones erguidos chocar con la piel de mi espalda.

—Tengo un regalo para ti —suelto sin dejar de mirar al frente.

—¿Sí? —pregunta sin dejar de besar mi piel—. ¿Qué es?

Sonrío mientras niego con la cabeza.

—Las sorpresas no se dicen, kralitsa —susurro.

«Kralitsa: reina»

Giro lentamente hacia ella. Sus manos acarician mi torso de arriba a abajo mientras sus ojos coinciden con los míos.

—Sabes que soy muy impaciente —besa mi barbilla.

Camino obligándola a caminar conmigo mientras nos adentro a la habitación, quito la sábana que cubre su cuerpo y queda desnuda de inmediato mientras la lanzo a la cama.

Sonríe mientras abre sus piernas y me cuelo entre estas.

—Demostraste que estás a la altura de ser mi mujer —suelto mientras acaricio su sexo, sus piernas se abren más y suelta un jadeo—. Siempre supe que eres la indicada.

—Llevamos años juntos —responde—, no dejaría que te arrebaten de mi lado. Haría cualquier cosa por ti.

La embisto de un solo movimiento y gime con fuerza mientras su coño se abre, está tan húmeda y lista para mí que mi polla se desliza sin problema alguno.

Sus paredes apretando mi hinchado miembro me hacen jadear con el sabor de sus labios impregnándose en mi boca mientras lame mi labio inferior en busca de más.

Su boca se mueve con la mía en un vaivén lento y dulce. Un vaivén que emana destrucción y poder. Algo que nos caracteriza a ambos.

Saco mi miembro de su interior para después adentrarlo de nuevo con un solo movimiento que la penetra hasta el fondo y que hace que mi mujer se retuerza debajo de mí.

Apoyo mi frente en la suya mientras tomo un manojo de su cabello y la obligo a besarme de nuevo.

Mi miembro no deja de penetrarla con desenfreno. Es un maldito vicio del que jamás podré cansarme.

Sus gemidos resuenan en la habitación entera acelerando el proceso que desata el orgasmo.

Sus ojos se abren y coinciden con los míos. El verde esmeralda que emana brilla con intensidad recordándome al día que la tuve frente a frente por primera vez.

CRIMINALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora