El gato que le gustaba vivir entre las sombras

Capítulo 5: Entrada legal

Hola, después de mucho sin publicar, aquí les hago entrega del capítulo 5 de este peculiar fanfic, lo estaré subiendo en fanfiction también en breve.  No tengo mucho que decir mas que estén preparados para lo que vendrá los capítulos posteriores que llegaran tarde que temprano.  Como he andado ocupada haciendo ilustraciones y otros trabajos de mi entorno familiar no he podido dar seguimiento a mis historias como antes :'3

Las sorpresas no ocurren a menudo, o al menos eso era lo que pensaba Adrien ya sea en sus momentos de ingenuidad o en los momentos en que pese ya presientes algo malo esta por pasar y estos sufren un cambio repentino. Sea cual sea el caso, no podía dejar de mostrar felicidad genuina y un lo que parecía ser interminable agradecimiento por los regalos que Félix le regalo y que ahora yacían regados en la cama donde este mismo dormiría de ahora en adelante.

Una, dos, varias lagrimas traviesas resbalaron las cuales torpemente fue quitando con el dorso de la mano de las mejillas.

—¿Te encuentras bien?, ¿acaso no fueron de tu agrado? —pregunta Félix sentando en la cama dudando en acercarse, además de mantener una mano suspendida en el aire con pequeños espasmos que denotaba la ligera preocupación como alteración que sentía en aquel inusual evento del que no se le había anticipado.

Adrien asiente un poco avergonzado por su comportamiento a la primera pregunta, y segundos después niega en respuesta de la faltante, respirando profundo en espera de poder recuperarse de aquel arrebato, sonando algo constipado tras haber calado oxigeno hacia los pulmones. No se percató que en ese corto tiempo en que permaneció en silencio Félix lucio relativamente inconforme, aun así, se alista para reafirmar sus anteriores respuestas abriendo los labios y entonando lo que creía que sería lo correcto que se escuchar a través de él.

—De verdad me encuentro bien, es solo que...bueno—se alborota los cabellos queriendo infundirse valor—No esperaba un regalo de tu parte, yo...ah, tenemos mucho sin vernos y me siento hasta apenado y feliz a la vez—mira aquellos ojos azules con tonalidades grises por breves instantes antes de inevitablemente apartarlos cohibido—Lo siento si suena que—

—¿Es por nuestra nula relación? —suspira Félix cortándolo de repente con cierto tono de fastidio que desfaso a Adrien a quien sin proponérselo también le había regalado un sabor agridulce al expresarse de tal modo.

—A-Algo así, la verdad es que...—Adrien se corta asimismo al reparar que estaba por contarle cosas innecesarias de su vida, pronto negó y sonríe torpemente—No, no es nada. Me alegra que hayas venido de lejos a festejar mi cumpleaños.

—...—Félix ahora le observaba confundido—Seguro. Si hay algo que no te guste dímelo con toda confianza.

—C-Claro—articulo apenas Adrien obligándose a regresar su atención a los regalos abriendo la caja cuidadosamente encontrando en su interior postres importados desde Londres, que a escondidas de Nathalie y su padre se comería, dos comics de Majestia de portada, y otros ocho de otros héroes famosos, libros, un suéter ligero de color verde militar.

Otra sorpresa que añadir a su colección.

Adrien ahora si no sabía que decir, y aun si lo tuviera, se quedaron atoradas en la garganta dado que no se trataba de una absurda pluma que no descartaba que fuera el regalo por parte de su padre el día de su cumpleaños. Dio un bote cuanto el sonido de un celular ajeno lo despertó de su pequeño transe, continuo a eso, el golpeteo de un táctil producto del impacto de unos apresurados dedos lechosos que no daban tregua tal cual la persona que los conducía; no se atrevió a preguntar a su primo quien era que lo bombardeaba con mensajes de la nada, en lugar de eso, opto por que obtuviera su espacio personal distrayéndose acogiendo conformista uno de los postres siendo un chocolate que apaciblemente desenvolvió, llevándoselo de lleno a pasearse entre dientes, lengua y paladar en vez de tentar terreno extranjero.