Capítulo 4: Despedidas y bienvenidas

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Ignoren que Adrien esta llorando en la imagen, solo quería poner una de los dos reunidos :'3

Por cierto, un saludo a todos los que están leyendo este fic, si les irrito los ojos con este testamento de fanfic les pido una disculpa. TT.TT, hasta yo misma pienso que debería de reducir la cantidad de palabras.


El tiempo avanza a pasos agigantados, el clima varía entre sol, nublado y días de lluvia

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El tiempo avanza a pasos agigantados, el clima varía entre sol, nublado y días de lluvia. Nuevos aprendizajes van y vienen, pero la brecha en que se despediría de las visitas diarias a la casa de los Dupain-Cheng lo dejaban con una terrible sensación de vacío e incomodidad que ponían a Félix un tanto melancólico.

No era una despedida como tal, pero aun así no podía evitar sentirlo como una al presentir que las cosas ya no serían como antes aun si tardaba en regresar a recuperar aquel estilo de vida.

No se dio cuenta que se había encariñado con ellos hasta que ya era tarde.

Entre ataques de akuma, harina, té, risas y pan recién horneado, la despedida toco a sus puertas, a cuatro días del cumpleaños de Adrien. Lo había marcado en su calendario personal, por lo que cuanto fue a desayunar a la casa de los Dupain-Cheng antes se había desviado a comprar dos ramos de flores y sacado a la luz más cajas de capuchino perfectamente embolsados.

Al llegar a la residencia, Marinette es quien lo recibe genuinamente sorprendida por lo cargado que iba. Félix la contempla por unos instantes, luego ve los ramos, luego regresa hacia ella y con las palabras atoradas en la garganta, lo mejor que pudo hacer fue hacer entrega del primer ramo de manera poco profesional con las mejillas arreboladas.

Bien hecho Félix, sino la asustaste antes, con esto ella se apartará de ti—se recriminaba el rubio por dentro sarcástico al verla que no comprendía nada de lo que sucedía, y su cuerpo apenas lo procesaba cuanto abrazo el ramo de flores contra si en el proceso además de dejarlo pasar por la puerta principal con parpadeos incesantes.

—Y-Yo, este...gracias—artículo Marinette a los segundos en un murmullo demasiado tenue para su agrado, rostro enrojecido y respiración pausada al ya tenerlo dentro de sus dominios, pero sin saber exactamente que hacer por el sorpresivo "ataque" —A-Aunque, no sé porque, son lindas, p-pero, ¡tendré que rechazarlas!

—¿Ah? —musito Félix sobresaltado, incrédulo de que las cosas terminaran de esa manera, y aun mas de lo que se suponía que debería estar porque indirectamente lo estaban rechazando a él aun cuando no se las había regalado con bajas intensiones de conquista. No se la quitaría a Adrien, aunque Adrien ni por asomo de conectarse con Marinette en auges de romanticismo.

—¡No!, no me malentiendas, eres mi tipo, pero a la vez no, digo... ¡Agh! —

—Esto también es incómodo para mi Marinette. Siento si te asuste con esto—la corta Félix de tajo al ver que no llegarían a ningún rumbo, y lo menos que quería era empeorar su despedida con el odio/aprehensión hacia su persona. No obstante, había que admitir que le gustaba sus tartamudeos cuando él lo provocaba al igual que su sonrojo—No suelo dar regalos de agradecimiento, pero pensé que sería un buen detalle por todo lo que han hecho por mí—finalizó agregando paciencia y una suplica interna porque no se lo tomara a mal.

El gato que le gustaba vivir entre las sombrasWhere stories live. Discover now