🐱1🐱

490 63 20
                                    

Al llegar a casa los humanos les dieron leche, al día siguiente irían a comprarles comida para ellos. Los gatitos miraban todo con curiosidad y cuando los dejaron en el suelo empezaron a correr por todo el lugar.

— ¿Deberíamos bañarlos?— cuestionó uno de los humanos llamando su atención, ambos felinos se miraron y se escondieron antes aquél comentario.

— Sí, están llenos de barro.— dijo otro humano asustandolos más.

— Yo iré a dormir ya.— suspiró el tercer humano sin darles mucha importancia.— Suerte con sus bolas de pelo.— Bien, aquel humano podría rescatarlos. El gatito marrón corrió hasta él y se colgó a su pierna con sus garritas haciéndolo maldecir y quejarse. — Bestia maldita.— dijo entre dientes agarrándolo.— ¡Chan!

— Lo siento, Binnie, trataré de que no suceda de nuevo pero son pequeños, les gusta jugar así.— se disculpo el rubio preocupado acercándose a arrebatarle el animal de las manos. El gatito empezó a maullar y retorcerse buscando que el humano pelinegro lo volviera a tomar en brazos.— Creo que tu le gustas más.

— Un gato con buen gusto por lo menos.— suspiró y volvió a su camino hasta la habitación pero los maullos desesperados no cesaron.


~×~~×~~×~~×~~×~


Después de haber sido torturados recibieron caricias y un lugar cálido para dormir antes de que los humanos se fueran a sus diversas habitación, una vez se vieron solos y no había ruidos que indicarán que aquellos chicos estaban despiertos volvieron a su forma humana y abrieron la puerta allí estaban los híbridos expectantes.

— No hagan mucho ruido.— Advirtió el mayor. — Vi que tenían comida escondida en esa cosa blanca.

Los menores ingresaron y vieron maravillados el lugar. Nunca habían estado en una casa humana, solo el laboratorio del que huyeron.

— Hyung, me duele mi piecito.— Murmuró el menor de todos con sus ojitos llorosos.

— Ven, veré eso.


~×~~×~~×~~×~~×~


No podía dormir escuchaba ruido en la cocina, seguro Jisung estaba cocinando de nuevo.

Se levantó listo para pegarle un grito bien abriera la puerta pero sus ojos se abrieron en grande al ver cinco chicos con orejas y colitas por su casa.

— ¡Bang Chan!— gritó y los híbridos lo miraron asustados.

— Por favor no nos corras.— pidió uno con ojitos llorosos, estaba sentado en el sofá y otro le estaba viendo el pie parecía tener algo allí. Otro de los híbridos se le pegó al brazo haciéndole ojitos.

— Por favor, Innie está lastimado y tenemos hambre.

— ¿No se supone que los híbridos no hablan?— Dijo tratando de soltarse pero otro lo agarro del otro brazo. 

— Se supone que no lo hacemos.— asintió.— Por eso no nos dejaban salir del laboratorio. Hyung siendo mucho haberte rasguñado sin querer.

— Espera ¿Qué?— lo miro más detenidamente y reconoció esas orejas peludas.— ¡El gato! ¡Christopher Bang!— grito más fuerte.


~×~~×~~×~~×~~×~


— Ya te dije que tampoco sabía que era un híbrido.— se quejó el mayor rascando su nuca y mirando a los híbridos que sollozaban para no ser echados.

Little Beasts ~SKZ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora