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Todo estaba listo. La multitud, familia y amigos, todos formando parte de la unión de dos almas gemelas.

El altar puesto en medio de la playa, con el mar y el atarceder de fondo; los postes de madera que formaban parte del altar estaba forrados de flores azules y blancas. Frente al hermoso altar, las sillas yacían acomodadas, dejando un espacio en medio de estas para formar un pasillo para que la hermosa novia se abriera paso.

Los aplausos y gritos de euforia se mezclaron con la dulce melodía que los violines y flautas empezaron a tocar. Los invitados giraron la cabeza, admirando a la azabache con ese precioso vestido color hueso, en corte de princesa, completado con capas de tul, escote de corazón con bordado.

El velo decorado con perlas caía elegantemente, arrastrando la arena consigo. Incluso, atravesó de la tela se podía ver su enorme sonrisa y sus orbes azules que resplandecían; incluso las estrellas envidiaban el brillo que sus ojos tenían en ese momento. Sus manos temblorosas sostenían el ramo de rosas blancas y flores de lavanda.

Su cabello iba suelo, y solo lo decoraba una pequeña corona de plata, perteneciente a su madre.

Después de unos segundos llegó al altar, donde su amado Porco la esperaba con una enorme sonrisa. Vestía un traje blanco sin corbata, dejado al aire un par de botones y una flor azul ajustada en el traje. Su cabello peinado como de costumbre y sus ojos, sus grandes ojos resplandeciendo, maravillado de ver a su amada caminar hacia el altar donde el sacerdote los esperaba pacientemente para unirlos.

Cada uno de los invitados sonreía. Algunos más que otros. Los pequeños niños que se habían ganado el cariño de TN estaban también ahí. Falco admiraba a la muchacha y de vez en cuando miraba con un sonrojo a la extrovertida castaña que sonreía a su lado. Pieck, Zeke, Colt y....Reiner, quien no le quitaba la mirada de encima a aquella mujer que siempre ha amado y que por eso mismo deseaba que ella siempre sonriera, aunque él no fuera la razón de tan hermosa sonrisa. Estaba tranquilo, sabiendo que Porco la cuidaría.

La música paró cuando ella llegó al altar, siendo recibida por su amado, quien con la mano estirada le ayudó a subir a la plataforma. Sus dedos rozaron el velo, alzándolo para verla directamente.

Estaba hermosa, siempre lo estaba pero ahora...

-Es un gusto para mi presenciar este matrimonio, donde estas dos almas...

Ambos dejaron de prestarle atención a las palabras que salían de la boca del sacerdote. Tan solo se concentraron en verse, fijamente a los ojos. Sonriéndose, ambos con las mejillas sonrosadas.

-Los anillos-murmuró el sacerdote, captando la atención de ambos.

Enseguida, Pieck se levantó, tomando entre sus manos un cojín blanco bordado, donde los anillos reposaban.

Porco tomó el de ella, estirando su mano para recibir la de su contraria.

-Cuando te conocí pensé que estabas loca, poco tiempo después lo confirmé-bromeó, causando las risas de los presentes- Pero aprendí que eso forma parte de ti, y que esa misma locura fue la que me enamoró. TN, tu siempre has sido esa razón de mi existir y sé que no tengo otra propósito en esta vida más que hacerte feliz y protegerte.-deslizo el anillo por el dedo anular de la fémina- Prometo amarte incluso más allá de la muerte, prometo estar a tu lado sin importar que pase.

Los ojos de la fémina se aguadaron. Tomó el anillo del cojín y lo deslizó por el dedo de Porco, a la par que recitaba:

-No preparé mis votos matrimoniales- rio- Así que improvisaré...-carraspeó, intentando deshacer el nudo de nervios que se formó en su garganta- Yo prometo amarte hasta el último día de mi vida, no me importaría morir mañana porque moriré feliz, sabiendo que te encontré. No tengo mucho que ofrecerte, pero lo poco que tengo y mi corazón es tuyo.- Hace tiempo me di cuenta que mi hogar es donde estés tu, porque tu calidez, tus abrazos y tus besos son la llave que necesitaba para descubrir un nuevo mundo al que denominé mi casa. Así como tu prometiste protegerme, también yo me asegurarme de que nada falte en nuestras vidas.

El sacerdote habló después de un breve silencio.

-Porco Galliard, ¿aceptas a TN Ishikawa como la unica mujer de tu vida? ¿La mujer que amaras por el resto de tus dias?

-Acepto

-TN Ishikawa, ¿aceptas a Porco Galliard como tu esposo? ¿Al unico hombre que amaras por el resto de tus dias? 

-Sí, acepto

-Entonces los declaro marido y mujer. Porco, puedes...

Fue interrumpido por el varón, quien no esperó más y tomó a su amada por la cintura para unir sus labios en un beso.

De inmediato, aplausos y gritos por parte de los invitados se escucharon. Incluso el mar pareció celebrar con ellos, las olas se levantaron, chocando contra la arena.

-Te amo

-Te amo más, Galliard...

𝕿𝖗𝖆𝖎𝖉𝖔𝖗𝖆 ᵖᵒʳᶜᵒ ᵍᵃˡˡⁱᵃʳᵈ ʸ ᵗⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora