☆𝙻𝚊 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚎𝚍𝚒𝚍𝚊☆

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Al llegar la mañana todos se dirigieron al Gran Comedor para desayunar y aprovechar el poco tiempo que les quedaba con algunos de sus familiares.

—Ay, por Merlín, quitad esas caras de zombies que tenéis y vamos a hablar. — Dijo Fred al ver las caras de sus sobrinos.

— ¿Y de qué hablamos? — Preguntó Roxanne para poder entablar un tema de conversación.

— ¡De bromas! — Propuso James.

— ¿Cuál es la próxima broma que tenéis planeada? — Les preguntó George a los Merodeadores II.

— Bueno… Teniendo en cuenta que en nuestro tiempo es verano y no estamos en Hogwarts puede, pero solo puede que la broma sea para algunas personas aquí presentes, así que… Mejor no desvelar nuestros maquiavélicos planes. Luego cuando no haya orejas cerca os lo decimos. — Les dijo Dominique con una sonrisa malévola.

— Pero… ¿solo habrá una víctima o más? — Preguntó Lucy un tanto asustada.

— Bueno pequeña Lucille… — Empezó Fred II.

— Soy mayor que tu Torre Eiffel. — Le respondió ésta.

— A ver gruñón.

— No me llames como un enanito de Blancanieves.

— Si me dejas de interrumpir te responderé. — Al ver que Lucy no iba a seguir hablando, continuó. — El número de víctimas no es un número de una sola cifra. — Respondió Fred con una sonrisa satisfecha.

— Esos son mis niños. — Dijeron los gemelos a la vez.

— Aprendimos de dos generaciones de bromistas, somos bastante buenos en nuestro oficio, gracias a vosotros. — Dijo Lysander.

— Eres un pelota, Lys. — Habló Dominique dándole un golpe en el hombro.

— Bueno, dejando este tema de lado. Como en septiembre empezamos nuestro último año, estamos empezando a planear nuestra gran última broma. Una broma que se quedará por años en la memoria de los profesores. — Dijo James orgulloso de ellos mismos.

— Pobre Minnie, lo que tuvo, tiene y tendrá que aguantar. — Dijo Remus con lástima.

— Y que lo diga señor Lupin, y que lo diga. — Dijo la profesora, la cuál pasaba por el pasillo de al lado de la mesa.

— ¡Minnie, tienes que saber que te queremos! — Dijo Sirius mientras que McGonagall se alejaba.

— ¡Más les vale señor Black! — Dijo ésta al salir por la puerta con una sonrisa nostálgica.

— Entonces… ¿Nuestra broma de despedida se sigue recordando? — Preguntó George.

— ¡Pues claro que sí señor Weasley! ¡Fue una broma más que memorable! — Habló ahora Frank.

— Me estas cayendo mejor cada segundo, muchacho. — Dijo Fred dándole golpecitos en la espalda mientras que Frank sonreía tímidamente.

— Madre mía, estoy rodeada de gente pelota, eh. — Comentó Dominique.

— De todas formas tú eres nuestra favorita Nique.— Dijeron los gemelos.

— Puah, eso ya lo sé. — Dijo la pelirroja mientras que se comía una magdalena. — Mmm, está rica. Se parece a las de la abuela Molly.

— Cariño, es que les he dado la receta a los elfos. ¡Fueron muy amables! ¡Hasta me invitaron a un chocolate caliente! — Dijo la abuela Molly.

— Ya decía yo…

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— Entonces, ¿Draco sigue con su pelo teñido y se lo pintó a Scorpius nada más nacer?  — Le preguntó Blaise a Ara mientras desayunaban.

En el pasado por tu culpa!!Where stories live. Discover now