35 Amor dulce

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Un hormigueo agradable en su cuello, en sus mejillas, en su cabello, Davo pensó que estaba soñando y era arropado por un calor maravilloso.

—Llegamos Sr. Petrich.

La dulce voz cerca de él, un susurro. Davo se removió sin ganas de despertar, quería seguir soñando porque ahí los problemas y las decisiones carecían de importancia. Los dulces labios recorrieron sus mejillas, besos cortitos, y Davo sonrió todavía sin abrir los ojos.

—Vamos, dormilón. Se supone que eres el jefe—. Davo dio un suspiro y sus párpados se movieron. La luz solar era escasa, el atardecer estaba llegando.

—Dios, jamás he dormido tan plácido en toda mi vida.

—Gracias—dijo Matthy besando una vez más su mejilla al tiempo que el hombre se incorporaba y lo sujetaba del mentón para darle un beso como se merecía. Empalagoso, dulce y caliente. Todo al mismo tiempo.

Matthias se arregló el cabello detrás de las orejas y acarició una vez más el rostro de su guapo jefe y el maxilar en donde se perfilaba una barba incipiente.

—¿Estás listo para trabajar duro?

—Si incluye la palabra duro y es contigo, estoy dispuesto.

Davo lanzó una carcajada, una que hizo que el resto de los pasajeros lo observaran. No importaba, en verdad, nada lo hacía ahora.

Descendieron del avión y rentaron una camioneta para trasladarse a la zona donde se estaba levantando el hotel.

Davo conducía rápido, Matthi observaba a través de la ventanilla la costa. Tenía tanto de magia como lo imaginó, sobre todo el atardecer, y esos colores naranja, violeta, blancos y dorados mezclándose.

—Hay uno de los bloques que está terminado, es allí donde nos alojaremos.

—Bien, me gusta la idea.

Hridaya Suka, ¿sabes lo que significa?

—El nombre del hotel—dijo Matthi —. Iba a preguntarte, pero después decidí guardarme la pregunta para más adelante.

—Es en idioma sánscrito.

—¿Hindú?—. Davo asintió.

—Se dice que el sáncrito es el idioma de los brahmanes en la India. Es una lengua sagrada. Fue idea de Phillip y creo que encaja perfecto en el proyecto y en el concepto que intentamos transmitir.

—¿Phillip tiene ascendencia hindú?

—No—Davo sonrió y movió el volante para que la camioneta sobrepasara a un auto—. Pero practica yoga y tantra desde hace vario tiempo. Al igual que Massimo.

—¿Tantra? ¿Cómo los que tienen orgasmos eternos y esas cosas?

—No es tan simple—explicó Davo—. El trata tiene que ver con la plenitud del ser y la sexualidad sagrada, no solo con follar a destajo y sentir el orgasmo por horas.

—¿Tu lo practicas? —Davo se quedó en silencio y Matthi saltó en la camioneta— ¡Sí! ¡Lo haces!

—Lo practicaba, hace unos diez años atrás, lo dejé cuando me casé con Joel. Según él, solo traía ideas retrógradas al matrimonio.

—¿Y lo dejaste por él? —.Davo dio un suspiro.

—¿Sabes? Me gustaría tener la experiencia de 40 y el cuerpo de hace 10 o 20 años atrás, sin embargo, eso es imposible. Actué de acuerdo con mi conciencia, a lo que consideré mejor para él y para mí.

—Es injusto—dijo Matthi acariciando el brazo musculoso—.Hiciste tanto por él.

—Sí, pero también por mí.

¿Un nuevo amor? ¡Ni loco! Libro 1 T. L.A (+18)Where stories live. Discover now