Capitulo 13. La mision

141 10 2
                                    

Pasada la ultima noche en iglaterra todo volvió a ser como antes. Los chicos con su uniforme y Beth guardada y olvidada en una maleta. Corte mi melena rubia, y la escondí bajo el casco, aplaste mis pechos con la malla, y me enfude el uniforme militar yankee.

-Hola de nuevo, Eric.- Me Sonreí mirándome al espejo.
Había pasado la noche con Gerald, se que no estaba bien pero cuando no sabes si vivirás un día mas todos esos prejuicios de la época me importaron muy poco.

-¿Listos para liberar Europa?- dijo el coronel para animarnos. Comenzó la típica charla antes de zarpar de nuevo a Europa pero sin sabe muy bien aun cual seria nuestro destino.

-¿Que tal la noche?- pregunto Alejandro alzando un ceja mirando a Gerald.

-Oscura y estrellada.- respondió mi vecino.

-nos referimos a que paso con la prima de Thompson..- me guiño un ojo Alejandro y se unieron a la conversación Tony y Antonio.

-Eso, eso, vaya pivonazo.- Gerald me miro discretamente mordiéndose el labio y me sonroje.- que escondida la tenias Eric.- me dio un codazo Tony.

-Callaros y que es mi prima, capullos.- les mire mal, intentando parecer lo mas masculino celoso.

-Señor Riemelt.-dijo el mayor.

-Señor.- todos nos callamos y atendimos a la conversación de ambos, yo mas que ninguno.

-Enhorabuena sargento Gerald, seras el teniente de la cuadrilla en un misión especial. - Le dio una carta a Gerald. Escuche mi corazón romperse a trocitos.

El cielo estaba azul y deseaba que mi alma se sintiera igual. La brisa marina jugaba en mi cara, y revoleteaba mis pocos mechones de pelo rubio que salían del casco.
Baje la mirada al agua que era movida por el avance del barco que nos llevaba a la base americana del frente. Deseaba sentirme libre, librarme de donde me metí, pero si giraba la cabeza y miraba atrás a todos mis compañeros, a todos los que he perdido, los que quedamos, en Basilone, en Gerald..

No podía llorar delante de todos, en cubierta del barco. Tenia que ser fuerte, todo lo mas que pudiera.
Mis compañeros estaban descansando antes de volver y Gerald aun estaba con el teniente hablando sobre esa puta misión.

Pensé que era suficiente, que se acabó el lamentarme y la filosofía, por lo que decidí volver a la cocina por si tenían café.
Pase por los soldados que aprovechaban esa tranquilidad , me despedí de ellos lo mas varonilmente posible y me pasee hacia la puerta para bajar... Alce mi mano para abrir la puerta que pesaba como si misma y Gerald estaba allí, de cara a mi. No supe reaccionar , porque de la manera que quería la tenia prohibida. El tampoco sabia que decir o hacer. Cuando paso ese minutos miradas, se acercó a mi pero finalmente acabe hablando yo.

-¿A donde vas?

Mordió su labio, y agarró mi brazo asegurándose antes de que nadie nos viera y rápidamente nos condujo hasta su individual camarote de sargento. Una vez dentro me soltó, y cerro la puerta.

-¿Y bien?- me cruce de brazos.

-Me madan a ... Me mandan a Alemania.- Dijo mientras sus ojos brillaban y con miedo.- es obvio que yo soy el único capaz de infiltrarse allí..- comencé a negar con la cabeza, mirándolo.

-¿solo?¿¡Estan locos!?- grite. Me iba a dar un infarto, lo juro.

-Shh.. - tapó mi boca y me pego a el,abrazándome.- he hecho lo posible por pedirles que vengas, que eres el mejor soldado de mi compañía... Pero no..según ellos, es por eso que te necesitan como sargento... Te ascienden..-Negué abrazando me a él. Comencé llorar. Quizás a vosotros os parezca una chorrada, pero separarnos y enviarlo a el a la boca del lobo era como un suicidio por muchos rasgos alemanes que tenga, y separarnos podría ser un adiós definitivo.

- Me pienso negar a todo.

-No, no puedes. Te fusilarían

-Prefiero morir.

-No. -Se separo de mi, y clavo sus ojos azules en mi.- No repitas eso. Tenemos que sobrevivir a esto.-Le mire, secbdo una de las lágrimas que paseaban por mi mejilla..- porque pienso hacerte mi esposa cuando todo termine y ...que seas también la madre de mis hijos. -Mi corazón de iba a salir de mi pecho de lo rápido que corría.- porque te quiero, te he querido desde que te vi en mi salón cuando me visitaste por primera vez, porque eres todo en lo que pienso y ... Si tengo que morir, que sea sabiendo que conoces todo lo que siento por ti.

Me quede muda. No sabía que decir, quería decirle todo, todo lo que sentia, todo lo que mi corazón gritaba cada vez que veía esos ojos azules.

-Gerald.-Reaccione por fin. Me acerque a el y solté mi corta melena rubia.- Yo siempre te he amado, pero me di cuenta de ello tarde, de que te amaba, cuando te fuistes a la guerra y cree me que ese es el motivo por el que estoy aquí, frente a ti, como el soldado Erick Thompson. Vine a por ti. Para decirte que te amaba y salvarte. -Acaricie sus mejillas.- daría mi vida por ti, daría todo lo que tengo y soy por ti. Pero si te alejan de mi..-No me dejó terminar, planto un suave beso en mis labios.-

-No es correcto, pero, si esta es nuestra ultima noche juntos, dejame dormir contigo.-Me susurro sobre mis labios.-

-¿Nos sería sospechoso?-Alce una ceja.

Volvió a besarme y sonrió sobre mis labios, pegándome más a su cuerpo.

-Dejame eso a mi.

Siento mucho haber tardado tanto ); intentaré continuar con las demás novelas a partir de ahora que espero tener mas vida por culpa de los estudios .xD

Till the end of the line [WWII]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora