Capitulo 4. Formación Militar.

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1943.

-Esta sera vuestra primera misión.-Decía el teniente mientras paseaba frente a su pelotón de paracaidistas en forma.- es muy importante, los nszis nos están inflando las pelotas.-Sonrió cínicamente y nos miro.- y nosotros vamos a meterles sus catanas por su culo . ¿De acuerdo?

-SÍ MI TENIENTE- grito el pelotón entero.

-Descansen soldados, porque sera la ultima noche en camas calientes.-Dijo antes de darnos la orden para poder romper filas.

Han pasado dos años desde que la guerra comenzó y desde que deje a mi familia para ir detrás de Gerald.

Recuerdo esa noche aun, corte mi melena rubia, no del todo pues me hice un tupe rubio para aparentar mas hombre. Le quite ropa a mi padre que tenia tendida mi madre y me la ajuste, después me deshice del maquillaje femenino e intente parecerme los mas a un hombre. Me maquille pareciendo mi cara mas ancha y también me eche colonia de hombre. Al mirame al espejo con el ritual de transformación realizado unas lágrimas quisieron salir pero..los hombres no lloran, y yo ya no seria una mujer en mucho tiempo. Me analice y al menos no parecía femenina, no tenia pecho pero igualmente apreté unas vendas al rededor de mi pecho aplastando este, era molesto pero debía acostumbrarme. Después use camisas con hombreras para parecer ms cuadrado... Realmente no pensé que pudiera haberme cortado el pelo, lo tenia cortado por los lados , muy corto,  y un poco largo arriba para el tupe que estaba ahora de moda.

Mi tupe rubio, mi camisa blanca con tirantes, mi pantalón (con paquete) ...realmente ya no era Elizabeth.

Fui con cuidado a mi habitación y observe que todo en mi bolsa estuviera listo; vendas, colonia de mi padre, cuchillas para afeitar, una foto de gerald y mía juntos, a la cual Sonreí al ver, llevaba en la guerra ya dos meses, lo echaba de menos, todo esto era por el.

Recuerdo cuando me presente en el cuartel de voluntarios, y las pruebas medicas, rezaba a todos los dioses existentes para que no destaparan mi identidad, porque estaría en graves problemas y no podría ir a por Gerald aunque me tranquilizo el echo de toparme con Alejandro en la cola de voluntarios.

Me miraba mucho y eso me puso muy nerviosa. Yo posaba esperando en mi pose de tío (la cual imitaba de un chico que tenia en frente) mientras no dejaba de mirarme, después se acercó y yo alce la vista.

-Perdona..¿eres nuevo?- HA DICHO NUEVO. No me ha reconocido, que tonto eres Alejandro. Yo tosi un poco u alce una ceja mirándolo.

-Si, he venido a ver a mi familia pero nos ha pillado este problema.-Dije con mi voz de macho pecho peludo.-

-Oh.-Dijo Alejandro poniéndose a mi lado, mientras avanzábamos en la cola a la inscripción de voluntarios.- pues yo soy Alejandro Evans. ¿y tu?

-E... Eric.-Le Sonreí. Y choque su mano como los hombres hacen.

Ambos nos habíamos alistado a lo mismo, a la unidad aerotransportada de estados unidos, había investigado y Gerald estaba pilotando bombarderos así que esperaba que el estuviera en el campamento.

Así fue como todo empezó hace ya dos años. Mañana seria nuestra primera misión después de dos años de formación como paracaidistas, eramos la unidad Tango y seriamos la mejor, o eso me ordeno el teniente, yo destacaba entre los demás aunque los primeros días me costará vivir con tanto hombre y evitando ser descubrida. Aun no entiendo como nadie se ha dado cuenta. Siempre me ducho la ultima para que no me descubran, me cambio sola y cuando me viene la regla evito hablar mucho.

Me había ganado la amistad con algunos hombres, a Alejandro lo consideraba al mejor y muchas veces me miraba a los ojos como buscando algo, como si supiera quien era yo realmente.  Bien pues, nos dirigiamos a nuestras camas pues al día siguiente saltariamos sobre Normandia. Decían que era una misión muy desiciva en el transcurso de la guerra, y no sabéis las ganas que tengo de matar nazis.

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-Eric.- Me llamo mi compañero Basilone. Era un joven de Texas moreno y con unos ojazos preciosos, pero era muy capullo.-

-Qué quieres capullo.-Le dije sin mucho cariño, dos años de formación militar me cambiaron, mucho. Realmente también me molestaba  todo el equipaje que me cargarían a la espalda antes de abordar el avión

-Tu asesinaste a tu familia, ¿verdad? -Me dijo muy serio, estaba realmente cansada de ese rumor que creció en el campamento durante la formación. Y todo era porque nadie me mandaba cartas o galletas o lo típico de los padres. Realmente los echaba de menos a mis padres pero si ellos supieran... Estaba tan cabreada y me acerque a el mientras comía sus galletas y le puse un dedo sobre su pecho.

-Yo que tu olvidaría ese relato y cuidaría mis palabras ante un posible asesino.-Le dije muy serio. Allí todo el mundo pensaba que era muy raro pero no dejaban de hablarme.

-Lo siento Eric.-Dijo dejando las galletas en el suelo y sentándose junto a su equipaje.

-Dejalo ya en paz Basilone.-Dijo nuestro otro compañero Antonio, el cual era latino. Este me agradaba.-Sabes que se altera con cualquier cosa. Es muy sensible.-Rio y yo con el mientras nos lanzaba unas pastillas para el mareo cuando montaramos en el avión.

-Mas comida asquerosa militar...-decía Alejandro sentado se con nosotros tres mientras comía una tableta de chocolate militar.

-Ya bueno hay que acostumbrarse.- dijo Basilone.

Mire como sacaba Alejandro una carta de dentro de su uniforme y la miraba preocupado.

-¿Que es? - me preocupe.

-una carta de mis padres...-

-Abrela, vamos.-Le animamos todos.

-tengo miedo tíos.-susurro mirando la carta. Conocía a Alejandro desde pequeña y sabia que realmente tenia miedo.

-Qué va a pasar en una carta de mama, pues nada malo tío.- Dijo antonio. Algo le preocupaba y me miro directamente a los ojos lo cual no pude mantener y baje la mirada, después abrió el sobre.

-Venga, que tan malo puede ser...-decía Basilone. A mi me han mandado galletas.

Levante mi mirada y Alejandro me miraba muy serio. ¿por qué a mi?

-¿Tengo moros en la cara?

-No.-Me dijo y leyó la carta, y la volvió a guardar en su camisa de uniforme.

Me preocupa su actitud ¿y si me ha descubierto?

Iba a hablarle pero el Teniente nos una a presentar los pilotos que pilotarian nuestros aviones. Dijo que eran los mejores pilotos para el mejor pelotón. Nuestro sargeto de pelotón era Steve, era veterano de la gran guerra y lo veía como a mi padre, joder como lo echo de menos...

Todos se levantaron para recibir a nuestros pilotos ya que partiríamos en una hora y media. Yo me quede sentado mirando al suelo pensando en lo que echaba de menos de mi vida anterior a la guerra, y sobre todo a mi familia, papa, mama y Gerald..

La historia empieza ahora.

Capitulo nuevo! Aunque poca gente la sigue espero que mas gente la conozca y se anime a leerla pues yo disfruto compartiendo mi historia con vosotros.

¿teneis parte favorita?  ¿echais de menos a Gerald? Yo xDD ...

Till the end of the line [WWII]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora