Capitulo 6. Gerald

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Dolor. Dolor era todo lo que sentía. Cuando volví en mi, abrí los ojos lentamente encontrándome entre un montón de escombros de un avión estrellado. Intente moverme pues estaba entrando en pánico
A nuestro lado teníamos a los demás soldados que no saltaron, encima mía estaba Alejandro. Había sangre por todos lado, moví a Alejandro queriendo levantarme.

-Alejandro, Alejandro.-Le decía para que se moviera. No encontré respuesta. Lo aparte de encima mía. El golpe fue muy fuerte, había perdido el casco y me dolía todo el cuerpo. Saque como pude a Alejandro de el avión tumbándolo sobre el césped, parece que habíamos estrellado en el huerto de alguien.
Volví a los escombro buscando algún superviviente, pero nada.MALDITA SEA, TODOS Estaban muertos.

Corrí a la cabina. Gerald estaba allí. Pero al llegar allí no había nadie. Al menos, estaba vivo porque los cinturones estaban desabrochados.

Mis lágrimas comenzaron a caer al darme cuenta de que estaba sola, no sabía si Alejandro vivía por lo que me acerque a el, comenzó a moverse cuando me dedique a abrirle la camisa la cual estaba llena de sangre, mucha sangre.

-No te muevas, te vas a empeorar si lo haces.-dije mientras lo hacia y sacaba el plasma de mi mini botiquín.

-Pero Elizabeth.-Me dijo. Hacia mucho que nadie me llamaba así. Lo mire a los ojos. Su cara estaba sucia y tenía sangre seca, de la salpicada en el golpe.- a mi no me duele nada.

-Entonces...-Abrí los ojos, ahora que estaba quieta y de rodillas junto a el una gran punzada recorrió toda mi espalda. Lentamente baje mi mirada a mi tripa, como le temía, tenia una raja en la camisa y estaba llena de sangre. El dolor era cada vez mas grande, y entonces caí de espaldas y a gritar de dolor. Alejandro no tardó en actuar y se puso rápidamente a mi lado. Abrió mi camisa, importándole un cuerno todo, dejando al descubierto mi pecho vendado para ocultar el volumen y en la tripa un trozo de metal clavado. No dejaba de gritar.

-Te pondrás mejor, Elizabeth.- Me miro a los ojos mientras intentaba limpiar la sangre que brotaba.- Te lo prometo.-agarro mi mano con sus manos llenas de mi sangre.-perdoname, pero tengo que quitarte esto para que puedas al menos andar.-Me dijo mirándome a los ojos. No quería llorar, yo no dejaba de moverme por el dolor.-Y tenemos que encontrar la puta base para que te curen.-Apreté su mano. No podían curarme. Me descubrirían.-Yo me encargare de todo, tu aguanta, campeona.- comencé a llorar. Tenia frío y no quería morir, no sentía nada solo el dolor de esa maldita herida.
Antes de disponerse Alejandro a quitarme el hierro de oyeron pasos detrás de el.
-Me cago en la puta.-susurro. Me tapó con la camisa y agarro su revolver. La única arma que teníamos.-Esperame aquí...bueno, no te vas a mover mucho. Pero te voy a proteger de cualquier boche que de acerque.

Dicho esto se levantó. Odiaba sentirme tan indefensa. Quise levantarme pero no pude, pegue un grito de dolor, esa cosa me pincho y volvió a sangrar mas. Como pude agarre mi arma en cuanto escuche unos pasos ligeros acercarse.

-Vengan, corran.- Gritaba Alejandro. Venia corriendo hacia mi. Detrás de ellos, Gerald y Christian.
Cada vez tenia mas frío y estaba mas débil. Alejandro detapo mi torso, creo que ya daba igual que lo descubrieran, no podía morir en ese césped. Gerald dijo algo, pero no pide escuchar nada porque mi vista se comenzaba a nublar.

Solo note el como Christian levantaba mi cabeza y me miraba. No odia escuhar nada. Pero deduje que era para tranquilizarne porque sentí perfectamente cuando entre Gerald y Alejandro sacaron esa chapa de mi tripa, un dolor que no desearía a nadie y que me hizo gritar. Después de eso escuche un "no puedo perderte" y detras de eso; oscuridad de nuevo.


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Lentamente abro los ojos y lo primero que veo es que estoy en una tienda de campaña. Pero WTF. Giro la cabeza y veo botes de cristal y algodones. Lo primero que hago es llevarme las manos a la cabeza, mi melena esta mas crecida. Miro mi brazo y tengo una vía puesta con sedante , me la quito y destapo las sabanas que me tapan y veo mi torso vestido con una camisa de cuello en pico blanca. Levanto esta y veo unas gasas que rodean mi cintura las cuales están un poco ensangrentadas, pero para hacer todo esto me deben de haber descubierto, no, joder, NO.
Me levanto de la cama y arrastrando los pies, pues mis piernas me pesaban, hacia la salida pero cuando voy a salir pierdo el equilibrio, pero me salvo de tocar el suelo por unos brazos enchaquetados en el uniforme militar, la herida me da una punzada y ahogo un grito de dolor. Alzo la mirada y me encuentro con unos ojos azules que realmente eche de menos. Su mirada era de preocupación, me agarró y me acompañó hasta la cama de la que salí. No quería mirarle mucho a la cara, pero se sentó a mi lado.

-¿Como estás?- dijo, mirando al suelo.

-Confundido.- Dije volviendo a meterme en mi papel de hombre. Este rió y me miró.

-Recuerda que conmigo no tienes que fingir.- Era cierto. Alejandro lo sabia. Alce la mirada y entonces vi como tenia cicatrices en su rostro.

-¿Tu estas bien?

-Ahora que tu lo estas, si.- Suspiro.- creí que te perdía. Y si te perdía, Gerald se hubiera vuelto loco.

-¿El....el lo sabe?-Dije mirándolo. Este endureció la mandíbula y me acarició la mejilla.

-Que el mismo te lo diga.- se levantó y entonces el apareció con un rostro neutral. Yo me asuste mucho al verlo así. Se acerco poco a poco y Alejandro se fue una vez el se quedo de pie delante mia. Gerald no decía nada, yo para no quedarme a menos altura me puse de pie y lo mire a los ojos directamente, siguió sin decirme nada, solamente paso su mano por mi mejilla, brazos, manos, costados y finalmente la herida mientras yo me dedicaba a mirar a otro lado....

-así que...has estado en la base militar todo el tiempo. Preparándote para esto -dijo. Mientras yo afirmaba sin decir nada, mirando al suelo. Me odiaría por todo esto.- mientras que tus padres se preocupaban buscándote.- seguía mirando al suelo, mientras el seguía reganñandome.- pero...-susurro.- no sabes cuanto he deseado que estuvieras bien cada maldito día.-alce mi mirada y lo vi estaba llorando.- que estuvieras a mi lado para apoyarme. Y mirate..-alzo mi mirada poniendo sus dedos sobre mi barbilla.- aquí estas, delante mía, con una cicatriz enorme, y tres años después de que me cerraras la puerta en las narices y habiendo pasado por todo una formación militar haciéndote pasar por hombre.-Susurraba mirándome. Yo lo mire a los ojos. Una sonrisa escapo de sus labios, y otra de la mía.- eres estúpida y cabezona, Beth

Y tras eso me dió un enorme abrazo que creo que jamas olvidare. Yo necesitaba estar entre sus brazos los cuales eran ahora mas fuertes. Me sentía protegida entre ellos pues es lo que le hace sentirme viva, lo que hace a mi corazón latir.


Capitulo nuevo!!! Espero que os guste, y comenteis por supuesto:3:3:3:3

Till the end of the line [WWII]Where stories live. Discover now