¿Qué se hace a los 21? [En Proceso]

El sol a veces no regresa

-Pero...

-Yo te acompaño, sólo deja que tome las fotos ¿vale? - termina la conversación y mi insistencia.

Sin más remedio asiento con la cabeza, dirijo mi vista hacia donde él se encuentra tomando fotos y espero en silencio.

Bien. Selisha. Hablaste como cinco oraciones con alguien que no tiene que ver con tu universidad y ya lo enojaste. Estas mejor callada.

El sol se pierde al final de la carretera, el sonido de los autos vuelve a ser más frecuente que antes y las casas adoptan el toque entre amarillo y naranja que proyecta la luz del sol. - Quizás no es tan mala idea fotografiarlo - Poco a poco el sol se vuelve inobservable pero los rastros de luz se cuelan entre algunas nubes.

Wao.

Pasan los minutos, solo minutos y las diversas tonalidades en el cielo se tornan de un oscuro azul. ¿Como puede cambiar tan rápido? ¿Cómo cambia frente a mis ojos sin darme tiempo de detallarlo?

-Ya terminé - informa el chico mientras le quita el lente a su cámara y la guarda en el estuche.

Dejo de prestarle atención a lo que pasa en el cielo y lo veo entre la escasa luz que sobrevive en el cielo.

- Vamos - indica antes de empezar a caminar.

Lo sigo por detrás examinando lo oscuro que está el cielo en comparación de cómo estaba cuando subí a ese puente. Me acerco a él cuando empieza a bajar por las escaleras y trato de apegarme lo más posible sin ponerme a su costado. - no podía darme el lujo de perder a mi único guía - Continúa pasando por algunas calles con algunos tramos más oscuros y lo sigo.

Re confiada.

Llegamos a una calle donde a lo lejos se observa a unas personas reunidas fuera de una casa. Mientras caminamos se vuelven más nítidas y me percato que son un grupo de hombres tomando y riendo alegremente.

¿La gente se emborracha en la calle?

Un miedo nuevo se instala en mi al ver al grupo de señores con alcohol en sus sistema y me apego al chico. Si algo aborrezco del alcohol, es su capacidad de hacer de las personas su peor versión. En verdad, rogaba por no encontrarme esa versión en estos desconocidos.

Unos pasos más cerca a ellos, me percato que el grupo ocupa toda la acera. ¿Como pasamos por ahí?

Miles de escenarios pasan en mi cabeza, pasamos entre ellos, tomamos otra ruta o rodeamos pasando por la pista.

De lo preocupada que voy, termino chocando con el chico. Me eh apegado demasiado a él sin darme cuenta. Él voltea a punto de quejarse de cosas que seguramente incluyen el espacio personal y camaras, pero se detiene al ver mi mirada hacia los hombres. Piensa unos segundos para después hablar.

-Ponte a este lado - indica empujándome levemente con su mano en la espalda.

Me lleva con cuidado a su izquierda y mantiene su mano izquierda en mi columna. La deja ahí mientras pasamos por la pista al costado de esos hombres. Trato de evitarles la mirada a todos ellos y enfocarme en otra cosa que no sean sus voces. El sonido de alguien llamando me hace levantar la cabeza y veo que uno de ellos me observa de manera extraña mientras levanta el vaso con licor.

- Avanza - la voz del chico a mi costado y su rostro bloqueando mi visión al hombre me regresa a mis sentidos.

Seguimos el camino que el de guia y unos metros después, él quita su mano. Tomo una distancia prudente de él.

-¿Ya falta poco? - pregunto, ahora caminamos a ritmo menos apresurado.

-Sí, unos cinco minutos - me dice y asiento -¿Alguien te espera allá? - pregunta para amenizar los últimos minutos - No creo que puedas guiarte sola en la ciudad y menos de noche.