II

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JooHyun se echó perfume frente al espejo y se acomodó su cabello negro con los dedos. Miró el reloj en su cómoda y se apresuró a ponerse un liviano abrigo y tomar su bolso. En unos diez minutos tendría a la niñera allí y debía darle las instrucciones necesarias para cuidar de su desastroso angelito.

— Hunnie, está por llegar tu niñera —anunció mientras dejaba sus cosas en la mesa en la que SeHun estaba comiendo.

— Bueno... —Hizo un puchero antes de llevarse otra cucharada de cereales con leche a la boca.

— No estoy jugando, no quiero que te comportes mal. Esta chica vendrá a hacer su trabajo, cobrará, y tú no puedes espantarla como si fuera TaeYeon o Mark.

SeHun bajó su cabeza ante el regaño de su mamá y asintió. El tiembre sonó y JooHyun se fijó en la hora. ¡Que puntual! Cinco minutos antes. Abrió la puerta encontrándose detrás a una hermosa y sonriente castaña de ojos rasgados.

— Buenos días, soy SeulGi. Kang SeulGi, la niñera.

JooHyun la miró de pies a cabeza inconscientemente, sin disimulo, lo que puso nerviosa a la contraria. Creía que era su camiseta miel con un osito en el medio lo que la hacía verse poco profesional frente a esa mujer que se veía tan seria, pero la realidad era que JooHyun había quedado shockeada por lo linda que se veía.

— Oh, soy Bae JooHyun —se presentó saliendo de la nube en la que se encontraba.— Pasa.

Se hizo a un lado, dejando ingresar a la menor, la cual observó con asombro el lujoso apartamento en el que se encontraba.

— Sígueme —le indicó que la siguiera hasta la cocina, donde el pequeño volteó a ver a su ahora nueva niñera. — Este es mi hijo, SeHun. Hunnie, ella es SeulGi.

— Hola, SeHun —la castaña le sonrió, y al niño le agradó que no tomara confianza con él de inmediato llamándolo como su madre.

— Un gusto —dijo cordialmente, provocando una risa de su mamá.

— Puede parecer un niño bueno, pero es bastante problemático —dijo revolviendo el cabello de SeHun, quien sólo arrugo la nariz y frunció las cejas.

— ¡Yo soy un niño bueno!

JooHyun lo ignoró para voltear hacia la chica de desporlijas pero adorables trenzas.

— SeHun debe almorzar a la 1:00, y cenar a las 20:00. Corta su comida pequeña, y ...

SeHun oía como su mamá hablaba de él pero lo ignoraba completamente, por lo que resopló y volvió a concentrarse en su desayuno.

— Entiendo —dijo SeulGi cuando terminó de oír las indicaciones —. ¿Qué hay de las tareas de la casa?

— No te preocupes, solo eres la niñera...

— Junmyeon dijo que me pagarían por ambas cosas. Soy dos en uno.

— Bien, eso es... Un gran alivio —dijo JooHyun genuinamente.

— Quédese tranquila. Me haré cargo de todo.

JooHyun forzó una sonrisa, ser tratada de "usted" era algo raro. No era más vieja que ella... ¿O sí?

— Te lo agradezco. Nos vemos en la noche.

***

Maldijo haber elegido tacones ese día. Los pies le dolían horrores y no veía la hora de llegar a su casa, echarse en la cama y no saber nada más de nadie. Abrió la puerta, encontrándose un delicioso aroma a sandía y el piso reluciente. No fue hasta ese momento en que se dio cuenta de qué tan descuidada había dejado su casa. Se dirigió a la habitación de SeHun como hacía siempre, luego de dejar sus cosas en el sillón del living.

— Llegué, amor —anunció mientras entraba a la habitación del menor.

SeHun despegó la vista del libro de cuentos que se posaba en su regazo y la dirigió a su mamá. De inmediato corrió hasta ella como de costumbre para abrazarla, siendo correspondido.

— Hoy llegué a tiempo, ¿lo ves?

— ¡Si! —exclamó emocionado.

— SeHun no es taaan problemático como me dijo —comentó SeulGi mientras se acercaba hasta ellos.

— ¿Ah no? ¿No intentó... Atentar contra ti?

SeulGi lo pensó un poco y negó riendo, sumando más puntos para SeHun, quien agradecía ser cubierto.

— SeulGi me está enseñando a leer.

— ¿De verdad?

JooHyun lo miró sorprendida y luego posó su mirada en la chica.

— Es muy inteligente. Aprende muy rápido para su edad.

JooHyun sonrió y abrazó con más fuerza a su hijo.

— Gracias por cuidarlo.

— No hay de qué. No vemos mañana.

Esa noche JooHyun pudo arropar a su hijo con un leve alivio, mientras sonreía recordando a la amable castaña.

— SeulGi te cayó bien, ¿eh?

— Sí, ella es muy buena. Y sabe cocinar. —Hizo una mueca al recordar una cena hecha por Mark, uno de los amigos de su mamá que lo cuidaba mucho antes.

— Pues estoy bastante feliz de que te agrade.

El chico comenzó a cerrar sus ojos, el sueño consumiéndolo lentamente.

— ¿No me pedirás que te lea una historia?

— Hoy no... —bostezó — Quizás mañana. Cuando aprenda a leer seré yo quien te lea historias a ti.


**

N/a: no morí, ja.

Babysitter ➛ Seulrene Where stories live. Discover now