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— No me importa un carajo que tan ocupado estés, consigue hoy mismo alguien que cuide a SeHun —vociferó JooHyun a través de su celular.

— Bien, pero lo haré por él, no porque tú me lo ordenes —respondió Junmyeon luego de ser tratado como un asistente personal.

JooHyun colgó la llamada y suspiró con enfado, mientras se acomodaba el bolso colgado en su hombro. Su reciente divorcio con Junmyeon y el trabajo en la radio le estaban proporcionando un estrés terrible, pero JooHyun se negaba a dejar de trabajar creyendo que eso la distraería de sus problemas emocionales, sin tomar en cuenta que su pequeño hijo necesitaba de ella.

Llegó a su puesto de trabajo y comenzó a prepararse, sintiendo la mirada interrogante de su amiga.

— ¿Todo bien, Bae?

— Estoy a punto de tener un colapso nervioso.

— Tranquila, no querrás espantar a nuestros oyentes con tu voz. Estás muy mala onda últimamente, ¿por qué no pides un descanso?

— ¿Estás bromeando? Me está yendo demasiado bien como para descuidar mi trabajo por una puta ruptura.

SeungWan apretó los labios ante el tono de JooHyun y habló:

— Pero no puedes descuidar a SeHun tampoco.

La azabache dejó de hojear sus papeles y la miró.

— Jamás lo haría —dijo genuinamente—. Le pedí a Junmyeon que consiguiera una niñera o niñero para él.

SeungWan estaba a punto de decir que no era lo mismo un desconocido que su propia madre para SeHun, pero viendo el humor de su compañera prefirió callar, después de todo ella no sabía lo que era tener hijos y una familia fragmentada.

***

El celular de JooHyun sonó mientras se dirigía al programa en el que trabajaba también como locutora por las tardes. Porque sí, JooHyun tenía una vida muy agitada y nunca le faltaba el trabajo.

— ¿Hola?

— Hola. Conseguí una niñera.

Se permitió sentir un poco de alivio por un momento. Al menos un problema estaba resuelto.

— Perfecto. ¿Es confiable no?

— Muy confiable. Es la prima de un compañero de trabajo. Ya le pasé tu dirección y el horario, la tendrás allí mañana a las seis.

— Gracias. Al fin haces algo bien, Kim.

***

El tintineo de las llaves chocar entre sí era el único ruido que se escuchaba cuando abrió la puerta. Todo estaba a oscuras excepto la luz que provenía del pasillo que llevaba a la habitación de SeHun. Prendió las luces y se encaminó hacia su hijo.  Se encontró a TaeYeon sentada en la cama de SeHun mientras lo tapaba con sus cobijas para ir a dormir, pero en cuanto notó su presencia, gritó y se encaminó hacia ella.

— ¡Mami! —se abrazó con fuerza a sus piernas.

— Hola, Hunnie, ¿como está el niño más lindo del mundo? — se agachó para besar su frente y acariciarle el cabello.

— Hasta que llegas —habló TaeYeon. Se veía el cansancio en su rostro.

Joohyun se levanto sin dejar de abrazar a su hijo y asintió avergonzada.

— Tuve que quedarme un poco más en el trabajo. Realmente lo siento, te dije que esta era la ultima vez y es definitivo.

— Claro que es definitivo. Tu hijo se portó muy mal.

— ¿Es cierto, Hunnie?

— ¡No, ma! ¡No le creas!

SeHun le sacó la lengua a TaeYeon y escondió su rostro en la pierna de su mamá.

— Como sea —la chica rodó los ojos — Ya me voy.

— Oh, espera. Toma, por las molestias ocasionadas —JooHyun le extendió unos billetes que TaeYeon tomó sin dudar ni replicar y finalmente se marchó.

Cuando oyeron la puerta de entrada cerrarse, madre e hijo rieron con complicidad.

— No te preocupes, la molesta de TaeYeon ya no vendrá más —dijo JooHyun mientras dirigía a su hijo a la cama. Ella quería mucho a su amiga, pero al parecer al pequeño no le agradaba. Lo que ella no sabía era que SeHun espantaba a sus niñeros para que su mamá se quedara sin opciones y no tuviera otra que cuidarlo ella.

— Llegaste tarde. Prometiste que me leerías un cuento antes de dormir —dijo SeHun mientras hacía un puchero y se acomodaba en la cama.

— Lo sé, en serio, en serio, en serio lo siento —respondió JooHyun tapando a su hijo con las cobijas.

— ¿Puedes leerme un libro ahora?

JooHyun sonrió con ternura y acarició en cabello de SeHun como de costumbre.

— Claro, bebé. Escoge uno.

SeHun escogió la princesa y el sapo, y escuchó más que feliz como su mamá lo leía mientras a él se le iban cerrando los ojos por el cansancio.

— Mamá... ¿Quién me cuidará mañana?

Apretó los labios ante esa inesperada pregunta y se obligó a sonreírle de manera tranquilizadora.

— Mañana tengo un día ocupado, pero alguien más vendrá a cuidarte. Tienes que prometerme que serás un buen niño y no le darás problemas ¿está bien?

SeHun resopló con la decepción plasmada en sus pequeños ojos. Sería otro día entero sin su mamá. Y ahora, sin su papá.

— Está bien, mami.

— Prometo que llegaré a horario.

Le besó la frente, dejó la lampara prendida y miró debajo de la cama y el armario de SeHun para asegurarle que no había monstruos. Luego de eso, los ojos se le fueron cerrando lentamente y ella salió.

Cuando llegó a su habitación, automáticamente cayó desmayada en su cama.

Babysitter ➛ Seulrene Where stories live. Discover now