𝟖. 𝐑𝐄𝐄𝐍𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐑𝐎

109 11 3
                                    

📍 𝐓𝐨𝐫𝐨𝐧𝐭𝐨, 𝐂𝐚𝐧𝐚𝐝𝐚́
⏰𝟏𝟔:𝟎𝟎 𝐩𝐦

𝐃𝐀𝐍𝐈𝐄𝐋𝐋𝐀

Después de toda la mañana en la clase de Emma he decidido bajar al gimnasio a entrenar un poco. No me viene nada mal pegarle al saco de boxeo para descargar la energía que tengo, pero sobre todo las malas.

No soy una chica muy expresiva, prefiero guardar mis sentimientos para mí, no creo que vaya a confiar en nadie de aquí adentro, excepto en una persona. Al fin y al cabo, todos queremos conseguir el mismo objetivo que es llegar a ser el primero y con ello ganar mucho dinero y prestigio.

La verdad es que no se me dan nada mal las pruebas, creo que no son nada duras, solo nos hacen sufrir tanto emocionalmente como físicamente para que explotemos y demos lo mejor de nosotros, pero a mí no me hace falta nada de eso. Con todos los años que estuve en el ejército y todas las pruebas que tuve que pasar para mí esto es solo un pequeño juego. Se que puedo llevarme al límite, pero lo peor es que puedan conseguirlo ellos. Estoy intentando dejar mi mente tranquila y en paz, simplemente relacionándome con los demás para que todo sea más llevadero y sencillo, pero sé que a ninguno les voy a coger cariño.

Tengo una estrategia que es relacionarme con todos y crean que pueden contar conmigo en cualquier momento, pero no es así, cuando se encuentren en su punto más débil es cuando atacaré y ganaré la batalla. No todo deben ser risas.

Me acerco a unas baldas que hay en la parte derecha, cojo una caja donde están los guantes de boxeo y me pongo unos de mi talla. Vuelvo a dejar todo en su sitio solo que con un par de guantes menos.

Me adentro en la sala de boxeo y lo veo entrenando, sonrío mientras me apoyo en el marco de la puerta. Recuerdo cuando entrenábamos juntos para poder entrar en el ejército. Ambos éramos menos musculosos y más torpes, pero la práctica hace al maestro y es la verdad. El roce nos llevó al cariño y no sé cómo nos adentramos en unos meses de pura pasión y amor. Ambos salimos reforzados de esa relación hasta que decidió terminar, pocos meses antes de entrar aquí. Para mí fue una sorpresa verlo, no sabía que él iba a estar aquí, pero no estoy segura de que él no supiera que yo iba a estar.

Nos pasábamos las tardes y noches juntos, por un lado, entrenábamos juntos, esforzándonos y animándonos en los peores momentos. Nos ayudamos a no dejar la toalla, nos prometimos que cuando uno se rindiera el otro lo ayudara a levantarse, y eso fue lo que hicimos. El mismo día decidieron evaluarnos, pero por separado, cada vez que necesitaba apoyo lo encontraba en sus ojos, me miraba con una energía especial y distinta a todas las que otra persona podía darme. Pero por el otro, la pasión de ambos en la noche se desataba, solo estábamos, él, yo y una cama.

Montamos un gran festín con nuestros amigos para celebrar que entramos en el ejército, pero no duró mucho la alegría cuando nuestro primer destino fue diferente. Nuestras vidas se separaron hasta varios años después. Se celebró una fiesta por la jubilación de uno de nuestros instructores, y ahí estaba él, vestido con unos vaqueros y una camiseta de mangas cortas negras a juego con sus zapatillas. Esa noche la pasión se volvió a despertar entre ambos, nos dejamos llevar por el baile de nuestros cuerpos y el hambre carnal.

A raíz de ahí estuvimos los meses de verano juntos, nuestra relación no se definió, pero cuando él se tuvo que ir nos volvimos a separar hasta el primer día en el aeropuerto, cuando lo vi no me lo podía creer. Pero sin duda era él, el primer día me citó en su despacho para que lo nuestro no saliera a la luz, no quería que nadie supiera que habíamos sido pareja y yo respeto su decisión.

—Debes centrarte en la respiración, la tienes muy acelerada— camino sonriendo hacia él. Levanta su vista a la vez que agarra el saco de boxeo con las dos manos para que deje de tambalearse.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 04, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Periodo de prueba [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora