𝟎𝟐. 𝐏𝐑𝐈𝐌𝐄𝐑 𝐃𝐈́𝐀

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📍 𝐓𝐨𝐫𝐨𝐧𝐭𝐨, 𝐂𝐚𝐧𝐚𝐝𝐚́
⏰𝟎𝟕:𝟎𝟎 𝐚𝐦

𝐒𝐎𝐏𝐇𝐈𝐄

Me despierto poniendo una mano en mi cabeza al escuchar el sonido de una campana demasiado cerca de mí. Abro mis ojos, a mi izquierda hay un cuerpo vestido de negro con un uniforme.

-Joder podrías dejar de tocar la campana, ya estamos todos despiertos- escucho que dice Max detrás de mí a la vez que me incorporo en la cama.

-Ahora sí- me mira Dion. -En 15 minutos os quiero en el jardín, vamos a hacer un poco de ejercicio para empezar bien el día.

-Vale jefe- le hace un gesto con su dedo pegado a la frente alzándolo hacia delante como si fuera un saludo militar. Dion no hace ningún gesto y acaba saliendo por la puerta.

-Como no te des prisa no llegas a tiempo si quieres desayunar- noto como alguien me da un golpecito en la espalda. -Max se ha levantado con mucha hambre- dice Daniella.

Cojo la ropa que me han dejado al final de la cama, supongo que habrá sido Dion u otro instructor si hay, porque no he visto a ninguno desde que llegamos ayer. Cojo mi ropa junto a una toalla, mi neceser y me doy una ducha rápida, me cambio y subo a la cocina.

La cocina tiene tonalidades blancas en los muebles, en la pared se encuentra un gris que hace juego con los electrodomésticos de color negro, los cuales contrastan con la decoración verde y roja situada en las encimeras y paredes de la habitación. Justo en frente está el jardín separado de la cocina por unas vidrieras gigantes. Miro el reloj, salgo corriendo hacia el jardín justo cuando empieza a hablar el instructor.

-Como es el primer día vamos a ir a dar una por el bosque, no os podéis separar y está prohibido hablar con todo el mundo que no seamos nosotros - aún no ha terminado cuando comienza a correr hacia el camino del bosque que está señalado justo a la entrada con un cartel. Bosque oscuro, leo en el cartel cuando paso por su lado y acelero el ritmo porque me voy quedando a la cola del grupo.

-Qué divertido es correr a las siete de la mañana- escucho decir a Raven, me giro para mirarlo en el mismo momento que él también lo hace sacando una buena sonrisa.

-La verdad es que creo que es uno de mis pasatiempos favoritos- digo también con ironía uniéndome a su sonrisa. -¿Por qué no quiere que hablemos con nadie más?

Él se encoje de hombros -La verdad es que no lo sé, yo pensaba que nos íbamos incluso a divertir, pero cuando me he despertado con una campana justo en el oído perforándomelo no me ha gustado para nada, y algo me dice que no va a ser ni la primera ni la última que nos despertemos así.

Llevo mi vista hacia la parte delantera del grupo, él va el primero, sin cambiar de ritmo haciendo que parezca de lo más normal correr 15 kilómetros a las 7 de la mañana un lunes. Lleva la misma vestimenta que todos nosotros, pero por algún que otro motivo que no sé le queda mejor que a ninguno. No creo que tenga más de 28 años, 30 como mucho. Es un chico musculado, de 1.80, robusto, con un aire de superioridad que se le nota desde lejos, parece que no le importa nada ni nadie porque sigue el camino la cuesta arriba sin mirar hacia ningún lado y sin hablar con nadie, pero de vez en cuando gira un poco su cabeza para mirar cómo vamos, por dónde y cómo. A Daniella más de una vez la ha pillado mirándole, pero no le ha dicho nada, mientras que a Max cada vez que intenta hablar con él, preguntar por cualquier cosa, incluso aunque sea de la ruta que estamos haciendo le manda a callar o le responde con monosílabos. Parece que no le interesamos en absoluto, solo le interesa llegar hasta el final de la colina.

Periodo de prueba [PAUSADA]Where stories live. Discover now