Capítulo 23. Cobarde

92 34 0
                                    

2007, Pasado.

Clara

Luego de leer esos mensajes, me apresuré a ir al colegio lo más antes posible, ya que Thomas quería hablar conmigo.

Al llegar al colegio la campana sonó y empezó mi largo lunes, me percate que Thomas no se presentó ese día, y su ausencia me afectó, él no faltaba a clases y me parecía raro que no hubiese llegado, Leo nos dijo a Em y a mí que no sabía porque no se había presentado. Leo volvió a afirmarme lo que me había escrito por mensajes, sólo faltaba hablar con Thomas.

Finalicé mis clases, por fin y fui a mi casillero a traer mi mochila, cuando llegué al parqueo del colegio, nos encontramos; Thomas y yo frente a frente, estaba serio como siempre, ambos nos miramos fijamente, era capaz de saber que a través de su mirada algo lo atormentaba, él no estaba a gusto, temí que el motivo de ello fuese mi presencia, quizá era yo la culpable de esa incomodidad.

Era hora de renunciar a todo con, Thomas, no podía hacer que él se sintiera de ese modo conmigo, su mirada podría confundirme, era capaz de ahogarme en esos hermosos ojos, podría verlos por horas y no me cansaría, pero, debía ser realista y no joder su vida con mi presencia y mucho menos joderme a mí misma, porque lo que siento por Thomas es amor no era simplemente una atracción de momento, había descubierto eso en cada uno de los besos que habíamos tenido, los roces de su piel con la mía, su voz, su aroma, todo de él me gustaba, él no salía de mi mente, quería estar con él y no soltarlo, simplemente me enamoré, pero aunque sintiera mucho por él, debía cuidar de mi, de mi corazón.

No podía más, con Thomas todo era diferente, nada era predecible.

No podía hablar con él, sentía que sólo se iba despedir de mí, no podía, no quería, era momento de sacar la habilidad de correr lo más veloz posible y huir de las palabras de Thomas, como toda la cobarde que era, al ir corriendo escuche a Thomas gritar mi nombre para que me detuviera, pero no fui capaz de regresar la mirada al chico que amaba con locura y desesperación.

30 minutos después me encontraba en mi casa, con el corazón acelerado y mi mente cansada de pensar en Thomas, quizá había sido un error correr, él es mi vecino, lo veía casi a diario, mi madre es amiga de sus padres y eso nos volvía unidos, en cualquier momento podía acorralarme, estuvo mal no hablar con él, y aclarar todo, fui una cobarde.

Nota de la autora: Después de unos días de no publicar, por fin pudé, espero y les guste este nuevo capitulo, pero, ¿por qué corrió, Clara?, ¿será que el miedo por lo que siente por Thomas la orillo a huir?

Con cariño, Pao.

A través de su miradaWhere stories live. Discover now