Capítulo 3. Brillo

151 52 11
                                    

2007, Pasado.

Clara

Em, estaba muy emocionada, me dijo que uno de los chicos nuevos le gustaba, yo le pedí a cupido que no fuera, Thomas, porque él era mío, sabía que no lo era aún, pero existía la posibilidad.

- No, tonta, ese que te gusta no es el me gusta a mi. - dijo, Em, y sentí un enorme alivio.

¿Cómo rayos sabía que me gustaba, Thomas?,  no le había dicho nada aún sobre la atracción que sentía por él.

- Su nombre es, Thomas, y, ¿Por qué dices que me gusta? - me atreví a preguntar.

- Ay, Clara, te conozco desde los cinco años, sé cuando te gusta alguien, no sabes disimular y por lo visto él te encanta, porque morías de ganas para que te hablará cuando pasó frente a ti en la camioneta.

- Sí, lo acepto, él me gusta. - acepté con toda sinceridad.

- Lo sabía, a mí me gusta el otro chico y al parecer son hermanos. - ¿hermanos?, sí,  hermanos, por ello habían entrado juntos al colegio.

- Wow, hermanos. - dije entre balbuceos.

Em, asintió con una sonrisa. 

- ¿Por qué sonríes? - pregunté un tanto nerviosa.

- Porque tienes ese brillo en tus ojos, otra vez, realmente te gusta mucho, Thomas, eh. - dijo, dándome un leve golpe con su codo.

Em y mi mamá, son las únicas personas que sabían lo que había pasado en ese entonces, eso que hizo que perdiera el interés en las personas y dejará de creer en las buenas intenciones, porque algunas veces caras vemos y corazones no sabemos, como lo dice el dicho.

Luego de eso, Em, puso en marcha el⁸ carro, ninguna dijo nada, no era un silencio incomodo, Em, solía hablar mucho pero sabía callar en situaciones cuando no era conveniente hablar, y esa fue una de esas situaciones.

Unos minutos después ya estabamos frente a mí casa, me despedí de, Em, con una sonrisa, y ella también lo hizo, en ese momento las palabras sobraban, Em, sabía que era mejor no decir nada, mi mirada lo decía todo, no quería hablar, solo quería estar en silencio en mi casa.

Entré a mi casa y mi madre no estaba, en realidad casi nunca estaba en casa, ya que es doctora, y por eso trabajaba de día y algunos días también por la noche, subí a mi cuarto y en mi cama se encuentraba mi hermoso gatito, Landon, lo sé, un nombre un tanto extraño para un gato, leí ese nombre en un libro y me gustó, así qué decidí llamar a mi gato así.

Landon, abrió sus ojitos al sentir cuando me recosté en la cama y al verme los volvió a cerrar para volver a dormirse, eso creo que lo aprendió de mi.

Cuando ya estaba casi dormida, escuché ruidos que provenían de la casa de los vecinos, la cual había estado sola por ocho años, pero siempre estuvo bien cuidada por los trabajadores, me levanté, y me dirigí a la ventana, habían personas bajando muebles y otras cosas, luego ví a la familia que parecía ser la dueña de dicha casa, pero para mi asombro, ví a los dos chicos, sí, los chicos que nos flecharon a, Em y a mí, Thomas, se veía muy guapo, con un short negro y una camiseta blanca, con el cabello desordenado, casi estaba babeando por él, cuando se giró en dirección a mi ventana y me descubrió observándolo, como la cobarde que soy, me escondí y cuando agarré coraje y salí de mi escondite, él ya no se encontraba.

Nota de la autora: ¡Hola!, parece que los hermanos han cautivado a, Clara y a, Em, espero y se encuentren tan ansiosos como lo estoy yo, ¿Qué pasará con Clara ahora que Thomas será su vecino?

Pao.


A través de su miradaМесто, где живут истории. Откройте их для себя