Capítulo 12. Liberación

111 42 4
                                    

2007, Pasado.

Clara

Llegamos a mi casa junto con, Em, sabía que ella me haría muchas preguntas.

- Oye Clara, ¿Qué pasa entre tú y Thomas?

Como lo imaginaba, empezaron todas las preguntas, así que le conté todo, el desafió que teníamos, y la situación que había pasado antes, en casa de los hermanos, ella parecía sorprendida.

- Clara, él te gusta mucho. - dijo con una sonrisa.

- No - fue lo único que dije.

Mentía, él me encantaba, me fascinaba, más desde el momento en que probé sus deliciosos labios, mis hormonas estaban incontrolables.

- Clara, no trates de mentirme, puedo saber que él te gusta muchísimo, por la forma en que lo ves, por como lo describes, por el brillo que tienen tus ojos cuando lo ves o cuando hablas de él.

- No puedo mentir y menos a ti, me conoces muy bien, es cierto, Thomas me gusta, mucho la verdad.

- Lo sabía, Clara, no vuelvas a tratar de mentirme, soy tu mejor amiga, y además, no tiene nada de malo que te guste, Thomas y por lo visto tú le gustas a él.

- Tengo miedo Em, no quiero volver a salir dañada, no quiero. - mi voz salió entrecortada.

- Thomas no es como él, Clara, sé que fue difícil pero has sanado.

Hace un tiempo atrás había tenido un novio, sólo  me utilizo, luego de haber estado juntos me dejó en claro que no quería nada más conmigo, lo único que quiso ya lo había obtenido.

- Lo sé, debo ser más valiente. - dije con una sonrisa.

- Te quiero, Clara, eres muy valiente y te admiro mucho. - Em, es de esas personas que logra levantar tu ánimo, ella y mamá son la compañía más linda que tenía.

- Yo también te quiero, Em.

Luego de eso ambas nos quedamos dormidas.

Era domingo, Em se había ido ayer después de desayunar conmigo y mi mamá, y mi madre había salido con, Raquel la madre de, Thomas, ella desde el primer momento fue muy amable, siempre que me veía me regalaba una hermosa sonrisa.

Debo decir que al principio me sorprendió que salieran un domingo pero cuando mi madre me dijo que sólo irían al parque ya que los domingos no hay muchas personas e iban a  ponerse al corriente, entendí el porqué de salir un domingo, ellas se estaban volviendo muy unidas nuevamente, y debo decir que era muy agradable ver a mi madre con una amiga y que se la pasará bien con ella, además muchas veces se ayudaban mutuamente en el trabajo, lo mejor era que por esta amistad que tienen, mi madre y yo éramos desde entonces bastante cercanas a la familia de, Thomas y eso no estaba nada mal.

Nota de la autora: ¡Hola!, un capítulo más, que felicidades.

Pao.

A través de su miradaWhere stories live. Discover now