What If...? MARVEL

STEVE ROGERS

Subiste a la plataforma donde estaba el piano con ayuda de uno de tus amigos, un tanto nerviosa. Steve Rogers estaba a unos metros de ti. Junto a Sam, verlo ahí bebiendo su cerveza, tan tranquilo, hizo que tu angustia aumentara, ya tenías que sacar todo lo que sentías en ese momento o explotarías. Tu corazón dolía de manera inexplicable y cada día te era imposible vivir.

Conociste a Steve gracias a que Nick Fury te convirtió en la secretaria de Tony Stark solo para mantenerlo vigilado, ya que eras una recién graduada de la academia de SHIELD. Desde el día uno que el culo de América te miró, puso los ojos en ti, no era para menos, tus compañeros novatos solían molestarte llamándote agente modelo.

Tratabas de mantener la distancia lo más posible con el ojiazul, por el hecho de que siempre criticaste a los hombres mayores que se "enamoraban" de chicas jóvenes. Pero él no era tan mayor, solo se había congelado en el tiempo.

—Vamos, acepta una cita con el capipaleta —te rogó nuevamente Tony con su carita de no mato ni una mosca —es más, si no te diviertes, jamás te vuelvo a molestar. Te pagaré el doble de ser necesario.

—Está bien, señor Stark. Tendré una cita con el capitán Rogers. Aunque el pago doble no es necesario —accediste por qué en el fondo te daba mucha curiosidad el saber que pasaría esa noche y estabas muy segura que después de esa cita perdería el interés de ti. No eras el tipo de mujer con la que los hombres planeaban un futuro.

—Capipaletaaaaa —el millonario levantó los pulgares para el mencionado —la niña aceptó sin un soborno. —Tus mejillas se tornaron carmesí y bajaste la cabeza para esconder tu sonrojo.

Comenzaste a tocar el piano, Tony hizo callar a todos y la atención de los presentes fue dirigida a ti.

—I sit and watch you reading with your head low, I wake and watch you breathing with your eyes closed. I sit and watch you. I notice everything you do or don't do, You're so much older and wiser and I... —Nat puso sus manos en la barra para sostener su rostro, como si eso la ayudara a escucharte mejor.

—Yo hubiera aventado mi brasier si hubiera estado en una de tus presentaciones del capitán América. —Las mejillas de Steve se elevaron en una sonrisa juguetona y tú bebiste de tu vino.

—Gracias a Dios las mujeres de mi época no hacían eso —río bajito —podría darte un show privado, así me arrojas lo que quieras.

—Es una oferta interesante —sonreíste de lado y sacudiste tu cabello alejando esa idea —debo irme, mañana tengo que trabajar y mi jefe es muy exigente. —Te pusiste de pie lista para marcharte, pero Steve te detuvo del brazo y te jaló hacia él besándote lentamente. ¿Te sorprendiste? Obviamente; sin embargo, respondiste abrazándolo por el cuello y él te repego más a su cuerpo. —Que mi jefe se vaya al diablo —susurraste cuando se separó un poco de ti juntando sus frentes.

—I wait by the door like I'm just a kid, Use my best colors for your portrait Lay the table with the fancy shit, And watch you tolerate it. — Steve apretó los labios, pues en su cabeza solo cantabas esa canción para molestarlo, jugó con la sortija en su dedo y se controló para no ir a bajarte de ahí.

El gran capitán América te tomaba de la mano, iban a dar la noticia de su relación a los demás vengadores, estabas muy nerviosa a pesar de que los conocías a todos de años. Tu corazón latía tan fuerte que el rubio lo lograba escuchar, antes de que la puerta se abriera te abrazó de la cintura y dejo un cálido beso en tu mejilla derecha.

—Todo va a estar bien mi amor, estoy seguro de que todos amaran la noticia. No te preocupes por nada. —Lo que dijo fue cierto, los cinco vengadores restantes gritaron de felicidad al saber que estaban juntos, aunque a los minutos admitieron que ya lo sabían, aunque esperaban a que ustedes se los confirmaran.