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Era temprano por la mañana.
El Sol apenas comenzaba a asomarse entre las montañas para dar inicio a un nuevo día. Los pajarillos en cuanto despertaban iniciaban sus cantos matutinos, él solo los observaba desde el interior de aquella casa.
Con un bostezo siguió cortando las múltiples frutas con las que próximamente preparía el desayuno. Ni siquiera él podía levantarse tan temprano, pero con el exceso de trabajo del señor Ayaki y su esposa, había más tareas que hacer y eso significaba menos tiempo libre.
Entre sus tareas estaban:
-cocinar.
-lavar.
-limpiar.
-cuidar de Rui, eso incluía ayudarlo a bañarse si es que lo necesitaba o incluso trasladarlo de un lugar a otro.
-arreglar la ropa.
-salir por las compras.
Y entre otras más poco importantes.
dejó sus pensamientos de lado cuando por accidente casi corta su dedo con el cuchillo, se regañó a si mismo antes de dejar la fruta en un plato pequeño al lado de las verduras que anteriormente coció y así comenzar a servir el arroz en dos cajas de bento, acomodando perfectamente cada cosa en su lugar, procurando que no se convinaran unas cosas con otras para que así pueda disfrutarse de mejor manera.
Cuando terminó aquellas dos cajas las emvolvió en un pañuelo de diferentes diseños cads uno, para la señora Ayaki uno blanco con diseños de conejos y para el señor Ayaki uno celeste con franjas blancas. Justo cuando estaba por dejarlas en la mesa se vió sorprendido cuando se encontró con los padres de Rui ya arreglados y listos pra irse en cualquier momento.
-Buenos días━saludó la mujer de amable sonrisa, aún dando bostezos y con los ojos entrecerrados━¿Tan temprano despierto?-
-Buenos días━regresó el saludo, tomando ambas cajas de bento antes de acercarse a ellos y entregarle a cada uno la que les correspondía━Y si, quería que hoy no tuvieran que comer algo de la calle.-
-_______, deberías dormir más. Apenas tienes trece años y ya tienes ojeras━el señor de la casa palmeó su cabeza, señalando aquellas manchas oscuras bajo sus ojos heterocromáticos.-
-No se preocupen, no me molesta━le restó importancia, haciendo un ademán con sus manos.-
-Bien, hay suficiente comida para unos días así que no necesitas salir al mercado. Rui necesita tomar sus pastillas en cuanto despierte y procura no darle dulces, ¿te parece?━le indicaron ambos con extrema concentración, dejando en sus cálidas manos unos cuantos yenes en caso de que se necesite algo de urgencia.-
-Rui estará bien, mucha suerte━se despidió de ellos con la mano.-
Los Ayaki sonrieron, pues confiaban en extremo en el Koyuki y sabían que no lea fallaría. Ahora más tranquilos tomaron sus llaves y salieron de la casa, no sin antes despedirse de nuevo.
