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Las risas de los niños divirtiéndose y jugando con pelotas temari captaron toda su atención.
Verlos pasarse las temari unos a otros le hizo detener sus pasos hasta que una de las niñas que jugaba lanzó la temari y cayó rodando, justo hasta sus pies.
-¡Lánzala!-
Confundido, inclinó de manera leve la cabeza hacia el lado derecho solo para ver como la niña se acercaba a pasos rápidos.
-Eres muy aburrido, ¿no sabes jugar o que?━preguntó con algo de enojo.-
La expresión aún más confundida del pobre Koyuki le dió la respuesta.
-¡¿No sabes jugar?!-
la niña era de piel blanca, cabello corto negro y ojos anaranjados. Vestía un kimono del mismo tono de sus ojos acompañado de un haori negro, a decir verdad, parecía que era algo inquieta y dudaba mucho que fuera educada.
-¡Soy Susamaru!, ¿y tú eres...?━la pelinegra tomó la temari y le extendió la mano con una sonrisa.-
Dudó unos segundos antes de tomar su mano y murmurar bajo su nombre, le ponían nervioso las personas como ella.
-Uhm...Koyuki ________━se presentó, de manera inconciente empezó a retroceder.-
-Muy bien, ________. Como parece que vives debajo de una piedra, te enseñaré como se hace. Después de todo, yo soy experta━lo último lo dijo señalándose a si misma con aires de orgullo y casi con brillos rodeándola, aunque el grito de alguien más de fondo la interrumpió.-
-¡Susamaru, te recuerdo que has golpeado con la temari más de una vez a los adultos!━gritó un pelinegro de kimono amarillo.-
-¡Cállate, Yahaba!-
El pelinegro le sacó la lengua a lo lejos, lo que pareció ofenderla. Ambos chicos parecían de su edad, aunque actuaban más como niños.
En lo que ellos discutían, trató de escaparse, viéndose descubierto por Susamaru. La oji-naranja le llamó, sacándole un pequeño gritillo.
-¡_______! ¿a dónde vas?-
-Eh..¿a mi..casa?━respondió nervioso y retrocediendo, no quería preocupar a los Ayaki y en especial a Rui.-
Sabía que el pelinegro no tenía mucho con que entretenerse, así que quería apurarse lo más posible.
-¡no seas aburrido, vamos a jugar!-
-pero..-
-¡Nada de peros, vamos ahora mismo!-
• • • • • • • • •
Sin percatarse, el tiempo transcurrió como si hubiera sido solo un parpadeo. Cuando salió a comprar unos dulces tan solo eran las 10 de la mañana, y ahora mismo ya casi eran las 2:30 p.m.
Sí, digamos que se descuidó un poco.
Pero durante esas horas se divirtió jugando con Susamaru y Yahaba, aprendió a jugar con las temari además de que ellos dos se autoproclamaron sus amigos y le obsequiaron una de sus temari.
Agradeció mucho ese gesto.
Así que ahora volvía a casa con la temari en manos y una sonrisa en su rostro, estaba ansioso por jugar con Rui ahora que había descubierto un poco más sobre el juego. Al llegar, entró sin hacer mucho ruido ya que escuchó las entrecortadas respiraciones del pelinegro que cuidaba.
Dejó la bolsa de dulces en una de las mesas para comenzar a dirijirse a la habitación del menor de los Ayaki, viendo como estaba recostado en su futón cubierto con una cálida manta y con un trapo mojado sobre su frente.
Rui aún no se recuperaba del todo desde su último ataque, por lo que si antes no podía hacer tantos movimientos bruscos, ahora mucho menos. Dejó la temari cerca de la puerta y se arrodilló a su lado, tocando su mano con delicadeza.
El contrario al sentir el tacto cálido de ________, abrió los ojos. ¿cómo reconocía la mano del Koyuki a la de alguien más? Simple, su mano era cálida como un rayo de Sol y le hacía sentir seguro.
-¿_______?-
-Oh, Rui. Lamento si te desperté━se disculpó en voz baja apenado pero aún con esa ligera sonrisa tan característica de él.-
Negó en silencio y con cuidado se fué reincorporando hasta quedar sentado, retirando la tela mojada en su frente para dejarala en el plato a su lado. Miró por segundos detrás de _______, notando el juguete que nunca antes había visto.
-¿Qué...es eso?-
-¡oh, es cierto!━tan rápido como pudo se levantó y la tomó para volver a su lugar, pasándole la temari a Rui━es una pelota temari.-
El oji-azul se sorprendió, pues sabía que el contrario no era mucho de juegos.
-¿Dónde la conseguiste?-
-Una chica llamada Susamaru me la regaló, dijo que podía volver a jugar algún día con ella━dijo con otra sonrisa.-
No notó como el entrecejo de Rui se fruncía ligeramente y tenía en sus labios una sonrisa...¿rara?
-ooh...genial━dijo entredientes, por alguna razón le causaba un sentimiento raro el imaginar como Koyuki había conocido a alguiem más━y..¿cómo es Susamaru?-
El heterocromático pareció no notar su rara actitud y prosiguió a seguir contándole sobre la chica que conoció ese día.
-Oh, bueno. Ella tiene el cabello de color negro y ojos naranjas. Es linda a decir verdad.-
Su ceño se frunció más de manera inconciente y siguió sonriendo, aunque sintiera algo de odio hacia una chica que ni siquiera conocía.
-Debe ser muy linda para que la describas así.-
-Oh, claro que lo es. Aunque debo decir que tú me pareces más lindo.-
Y sus mejillas se colorearon de un tono rojizo al caer en cuenta lo que había dicho.
-¡Q-quiero decir, obviamente eres lindo! ¡digo, todas las personas son lindas a su manera!━empezó a mover sus manos de manera rápida a medida que se sonrojaba más y sus balbuceos apenas eran entendibles━¡Quiero decir! ¡Ay! ¡dije muchas veces lindo!-
Mientras él era un manojo de nervios, Rui apenas procesaba lo que había escuchado.
