Capítulo 10: Animal

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Silencio se arrastra hacia el abierto aire. El cielo nocturno se torna lentamente sobre los hombros de Dream.

Ese fue el que conto. Sus oídos zumban. Sus pensamientos zumban. Ese fue el que conto, ¿Cierto?

Sus ojos no abandonan el rostro de George mientras pálidas manos se extienden para cubrirlo por completo. Suaves labios desaparecen detrás de afilados nudillos, mejillas rojizas debajo de cejas determinadas repentinamente extirpadas de su visión.

¿Cierto?

Los latidos en su garganta se encojen alrededor de cualquier impulso de empujar fuera palabras sin pensar. Sus bocas queman frías. Rebeldes gritos de Sapnap cayeron a la vibración de una llamada en el bolsillo de Dream hace unos momentos, remplazados rápidamente por el accidental sonar del metal de su patineta contra la barandilla de las escaleras. Sus manos no se atrevían a tomar su brillante pantalla entonces; nada salvo el subir y bajar de su hueco pecho se mueve ahora.

"Ese...", la voz de Dream chirría, y se aclara la garganta para forzar las para él. "Ese fue el que cuenta."

Un latido de nada pasa. Los nudosos nervios en su pecho se enredan aún más.

Las manos de George caen de su rostro. Apoyado contra el borde de concreto, sus codos se encierran a sus lados, y enrolla sus dedos en la tela de su cuello. Asiente lentamente, pero no levanta su mirada.

Una cálida exhalación escapa los labios de Dream. Las suelas de sus zapatos se sienten malparadas en la seca piedra, sin embargo, a pesar de sus intentos, la elación en su pecho se extiende en su mente.

"No-no entiendo," respira Dream. Los ojos de George se cierran nuevamente. "Dijiste-"

"Clay," susurra.

El rostro de Dream cae. Algo en él se parte debajo del cerrojo ribeteado de oír su propio nombre, su centro se partió en astillas; abandonado para convertirse en una hoguera ardiente. Suena familiar, como los momentos en llamada cuando George caía en las profundidades de si mismo, cuando su voz sacudía lo suficiente para hacer que los oídos de Dream se tensaran por inaudibles lagrimas, y susurró, "¿Qué se supone que hagamos, a esta distancia, con nuestras diferentes vidas?"

"Esto me está asustando." La voz de Dream se ondula mientras busca el rostro de George. "Estás comenzando a asustarme. Por favor, di algo."

Gana nada pero la calmante briza en su quieto aire. La afilada punta de sus uñas se sumerge en sus palmas; familiares medias lunas, viejas heridas. Ácido de acumula en lo bajo de su tripa.

"No puedes no decir nada. No puedes besarme y no decir nada."

"No-" George se interrumpe a si mismo con una repentina exhalación. Lentamente, continúa, "-tengo palabras...que decir." Sus ojos están cerrados, cejas fruncidas. "No tengo palabras. No tengo. No tenía."

"¿No...tenías?" Dream repite.

No tenías palabras, une los espacios entre los pensamientos de George.

"Eso es-- eso es--" George suspira. Tira el cuello de su camiseta sobre su mandíbula, nudillos presionando contra su boca nuevamente.

Dream mira sus movimientos preocupado. "¿Eso es...la razón?" finaliza. "Estás diciendo que esa es la razón por la que..."

Acabaste con eso de una vez. Lo hiciste contar. Su cabeza salta alrededor de sus resguardadas palabras. Me besaste. Me besaste, George.

Más silencio cubre el techo del estacionamiento, roto únicamente por el lejano eco de zapatos raspando el suelo manchado de goma. El ocasional tarareo de Sapnap flota desde las paredes de las escaleras en una burla de como los tres habían llegado al estacionamiento, caminando juntos en una colección de sordas notas, la noche llena de posibilidades y ruido.

Helium Traducción. (@tbhyourelame)Where stories live. Discover now