28. COMO TIERRA Y AGUA

26 6 0
                                    


Dejé que Ikzell durmiera. No me despegué de él. Por mi parte no pude dormir. Nada. Los rayos del sol entraron por la ventana. Los pájaros cantaron felices.

Fui al baño. Al regresar, mi novio ya estaba despierto, con el celular en sus manos. Volví dentro de la cama, acomodándome a su lado.

Puso el móvil en la mesita.

—Siento haber interrumpido tu noche—dije. Besó mi coronilla, abrazando mi cintura.

—Está bien, solo no me vuelvas a asustar.

—Ok. Nunca había tenido insomnio. Es una mierda.

—Estás muy estresada.

—¿50 mil es poco o mucho? —pregunté. Era imposible no recordarlo.

—Depende. Si se lo preguntas a un rico dirá que es poco, pero si la pregunta es para una persona promedio entonces es mucho. ¿Por qué?

—¿Para ti sería mucho o poco?

—¿50 mil pesos? —asentí—. De nuevo, depende que tenga ese costo. Un terrero, sería muy barato. Unos boletos a un concierto, muy caro.

—¿Qué tal la virginidad de alguien? ¿Pagarías 50 mil? Ah, pero, no... Yo los daría. ¿Aceptarías 50 mil pesos por desvirgar a una chica?

—Virza...—y fue obvio que se molestó.

—Solo responde.

—¿Fuiste a verlo? ¿Por qué?

—Quería saber.

—¿Saber qué? No puedes hacer eso. Tienes dudas, está bien, pero buscar a ese hijo de... Sigue aquí. ¿Cómo se te ocurrió ir con él? ¿Te hizo algo? Carajo, si te hizo algo...

—No pasó nada.

—No te quiero cerca de él. ¡Pudo haberte lastimado! ¿Qué acaso no lo pensaste? ¡Fuiste sola con él y pudo...!

—¡No puede!

—¿Cómo coño no? —se enfureció.

—¡No tiene verga! —grité. Esa fue una de las razones por las que no pude dormir. La imagen me perseguía. Era peor que la máscara de Halloween. No podía borrarla de mi cabeza. Ikzell me miró confundido—. Él no... Está castrado. Isaías lo castró. A él y a Blas, pero Blas murió desangrado.

—¿Qué? Él dirá lo que sea para...

Negué con mi cabeza.

—Lo vi. Me lo enseñó. Quiso demostrarme que no me hará daño de nuevo...

—Que no tenga pito no quiere decir que no pueda hacerte daño, Virza. No está manco el hijo de puta.

Me reí de nervios. Entendía su punto.

—Svahn...

—¿Por qué carajo hablaste con él?

—Sé que hice mal, pero quería saber si Crisanta les pagó. No me preguntes por qué, no sé la razón solo quise saberlo. Y luego me lo enseñó, y conversamos y bebimos...

Enarcó una ceja. Su furia subió dos rayitas.

—Bebiste con él...

—Svahn...

—No solo estuviste sola con él, sino que compartieron licor. Dos veces expuesta, Virza. ¡Dos! Te enseña que está castrado y tú piensas que es una buena idea emborracharte con él, como si no pudiera hacerte daño. Claramente no lo pensaste y luego llegas aquí, a...

Siempre Incorrecta© (#1) +21 ✓ ✓ ✓ COMPLETA [SAGA INCORRECTA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora