8. NOS VEMOS EN MI CASTILLO

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¿Había escuchado bien? Yo le gustaba. ¿Yo? ¡Yo! Mierda. Escasos dos días y ya había conquistado su corazón. Que no me lo creía. Me puse nerviosa. En otros temas el clima estaba cálido, perfecto. Amaba que ya estuviésemos cerca de entrar al verano, mi estación preferida.

—Apuesto que así les has de decir a cada hija de socio que conoces.

Me senté en la barra de piedra. Si la cruzabas entrabas directo a las rocas y el mar. Ocasionalmente las focas llegaban para disfrute del ojo humano. Ah, y las gaviotas volaban por todos lados. Cerca se encontraba el mercado negro—donde venden mariscos, no crean otra cosa. Así se le dice—. Svahn me imitó, sentándose a mi lado.

Las personas en grupos familiares iban y venían, disfrutando del día brillante.

—¿Eso crees?

—Si. Pareces del tipo marinero.

—¿Cómo es eso?

—Con una chica en cada puerto—eso lo hizo reír. Pero que risa tan sexy tenía, no como la mía que parecía foca vieja a punto de morir.

—Suena interesante, pero tener una relación es mucha dedicación como para tener varias. No es lo mío.

—Ah, no eres como mis queridos amigos que aman tener a un séquito de mujeres y un kínder personal.

—No, no lo soy.

—Me parece interesante que hayas dicho que una relación es mucha dedicación y no mucho trabajo.

Dos chicas que pasaron frente a nosotros con su familia miraron a Svahn. Cuchichearon algo, sonriendo. Volteaban a cada rato. Las entendía. Svahn estaba para chuparse los dedos.

—Las relaciones no son fáciles y se necesita amor y dedicación para mantenerlas estables. Si se vuelven en un trabajo entonces no vale la pena seguir con estas. Es lo que pienso. Ni tampoco me gusta ilusionar a chicas con cosas irreales o solo por obtener algo a cambio.

—¿No usas tus poderes para obtener sexo? Ya sabes, ilusionar a chicas para tener sexo fácil—pregunté interesada.

—Eso sí sería mucho trabajo. Si quiero sexo lo planteo desde el inicio, pero definitivamente no invertiría mi tiempo en ilusionar a una chica solo porque quiero acostarme con ella. No va conmigo—le eché una mirada a las chicas que se habían quedado para seguir viendo a Svahn desde lo lejos. Su familia ya había desaparecido. En eso, mi acompañante volvió a tomar mi mano, entrelazándola con la suya—. No planeo ilusionarte, Virza. Me gustas en verdad.

Llevó mi mano hasta sus labios los cuales rozaron mi piel, creando una explosión de sensaciones por todos lados. Me pareció como si yo fuera un fuego artificial en el cielo y no solo yo lo sentí. Hasta las chicas se emocionaron, como si ver parejas ajenas y desde lo lejos las llenara de vida.

No pude evitar sonreír.

¿Acaso no era gracioso que justo hace cuatro días terminé con alguien que pensé era intenso y ahora, dos días después esté, como bien dijo Damián, enculada con este vampiro? Pero bien, en dos meses no sentí lo que en estos dos días he sentido y si, lo sé. Era muy loco e irreal.

—Definitivamente estás usando tus poderes seductores conmigo.

—¿Y están funcionando? —cuestionó con ese brillo en sus ojos de que sabía estaba haciendo bien su chamba.

—No lo sé. Dímelo tú.

—A mí me parece que sí.

Y todo volvió a brillar, ahora en un aura más rosa que culo de unicornio y para deleite de las chicas, de las focas y gaviotas y de los demás transeúntes dimos finalizada la conversación con un beso que debo decir esperaba desde que llegó al apartamento por mí.

Siempre Incorrecta© (#1) +21 ✓ ✓ ✓ COMPLETA [SAGA INCORRECTA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora