—Creo que eres el mejor preparando sandwich— comentó Ink. De todas las cosas que Reaper preparaba para comer, los sandwiches eran sus favoritos. Algo tenían que le hacían desear comer uno tras otro. Tal vez porque siempre los come en compañía de otra persona y eso le da un toque agradable o quizás por el sabor de la levadura. Estaba a punto de pensar que tenía cierta afinidad por ese sabor. Cuál fuese la respuesta, no podía evitar sonreír con cada bocado que entraba en su boca.

—Niño, soy el mejor en todo— dijo el pelinegro fanfarrón. Esto sacó una pequeña carcajada en el adverso. A Reaper le gustaba verlo sonreír, se sentía bien lograr que alguien tan imperterrito como Ink curveraa sus labios en sonrisas sinceras por las cosa que él hacía o decía, era una satisfacción extraña de explicar. Ese niño tenía una risa bastante contagiosa y Reaper no podía evitar sonreír cada vez que él lo hacía, sin embargo, sentía un gran pesar cuando lo descubría con la mirada perdida, pues sabía gracias a las cosas que Geno le comentaba, que Ink no era feliz con su vida.

—Estoy a punto de pensar eso— susurró Ink con un deje de melancolía.

El ambiente era agradable.

Ambos se habían vuelto cercanos a medida que pasaba el tiempo. Ink le había tomado gran aprecio a Reaper. Pensaba que, fuera de actuar en ocasiones como un niño, era una gran persona con cualidades tan increíbles como preparar esos exquisitos sandwiches o contar chistes tan malos que le hicieran reír.

—¿A qué hora se quedó dormido? — Preguntó Reaper luego de un tiempo en silencio.

—No me di cuenta, desde las 8 más o menos.—Dijo Ink deduciendo que obviamente se trataba de Error — Terminó un punto que le correspondía, luego yo continué y no hablamos, me concentre mucho en lo que hacía y no me di cuenta hasta hace como una hora que sentí su cabeza reposar sobre mi hombro. Como ya estaba por terminar, quise despertarlo, pero no pude, así que continué con su parte y luego llegaste— le explica Ink y muerde otro pedazo del sandwich.

—Oh, ya veo. Debió ser un día agotador— Comenta Reaper para luego seguir comiendo en silencio.

Cuando Ink terminó de comer, quiso hablar un poco con Reaper. En el tiempo que llevaba conociéndolo, le pareció una persona sensata, que sabía guardar secretos y por alguna razón, le causaba un sentimiento de tranquilidad estar con él, además, había escuchado de Error que su tutor estudiaba psicología. Ink necesitaba un consejo, siempre le había gustado escucharlos de ciertos adultos y Reaper era bueno con ellos, algunos eran graciosos  otros realmente intensos, pero siempre lograban solucionar sus aflicciones.

—¿Puedo... Decirle algo? — Ink se atreve a hablar

—Claro— asiente Reaper.

Ink respiró profundo y exalo suavemente.

—Todos tenemos secretos que ocultar—su voz tembló un poco al principio, dejando claro que el tema que tocaría era difícil para él —. Incluso está ese secreto que no queremos que nadie sepa, ese que escondemos a veces incluso de nosotros mismos.— hace una pausa, donde voltea a ver a Reaper—Mi tutor — Una extraña mueca se dibujó en su rostro, permaneció unos segundos en silencios, pero fueron suficientes para que Reaper se preocupara—, es una persona que necesita ayuda psicológica urgentemente. — soltó con rapidez—. Lo sé desde hace mucho y aún así, me he quedado a su lado todos estos años.—Explicó pausadamente— Nunca encaje con los demás porque él nunca me enseñó a ser amable o empatico. No entendía las emociones y me costaba tanto expresarme y eso me dificultaba acercarme a los demás. Siempre que alguien contaba un chiste, yo era incapaz de reír, o si alguien lloraba, simplemente pasaba de él y seguía con lo mío, incluso cuando los niños me molestaban yo solo soportaba todo sin sentirme realmente mal, era como si yo... Como si no pudiese.... No lo sé —Ink parecía buscar las palabras adecuadas para continuar —. Así viví hasta hace poco, cuando las clases junto a Error comenzaron, sentí que él era como yo, alguien que no podía encajar. Pero a él le daba igual no hacerlo, él era feliz así, a su manera. Y me pregunté ¿por qué no se esfuerza en tener amigos? Y hace poco descubrí la respuesta: simplemente porque él se ama tanto a sí mismo que puede soportar la soledad, puede soportar que no encaja. Pero yo siento que mi mundo no tiene sentido, me aferro desesperadamente a la aprobación de una persona a la que sé que no le importo. Tengo miedo de depender así de él. Es desesperante que la emoción más intensa que siento sea miedo y terror todos los días y que aún así, me niege a alejarme de él. ¿Puede entender lo que trato de decirle? Es como si estar con él me hiciera sentir vivo, aunque no sea correcto—

Trastorno De Identidad Disociativa Where stories live. Discover now