La Muerte Y La Flor

Soy parte de ti

-Qué quieres, InuYasha?-dijo asiendo el mango de su espada.

-Tranquilo, no desenvaines la espada, vengo en son de paz, Sesshōmaru-respondió nervioso el menor materializándose en frente de su hermano mayor, aunque a cierta distancia. Su cabello era plateado, sus ojos ambarinos y sus ropas color escarlata.

-Tú y yo no estaremos en paz nunca.

-Vamos hermano, fue sin intención lo de tu brazo.

-No me digas, casi me lo cortas por completo!-lo señaló amenazante

-Oye, tú fuiste el que empezó. Qué culpa tengo yo de que nuestro padre me haya elegido a mí?!

-Lárgate, no estoy de humor para tus tonterías.

-Sobre eso-contestó el más joven-Padre me pidió que te diera esto- añadió lanzándole a su hermano una nota.

Sesshōmaru atrapó aquella misiva y la miró sin mayor interés. Una extraña sensación se apoderó de él al descubrir el nombre escrito en la nota.

-Qué es esto?-preguntó perturbado

-Cómo que qué es?-Inuyasha lo miró sorprendido- Es lo mismo de siempre, ve con el humano que responde a ese nombre y haz que deje este mundo sin causar problemas.

El mayor dejó de prestar atención a su hermano y volvió a leer los datos de aquella sentencia.

Nombre: Rin Takahashi
Edad al morir: 18 años
Causa o razón de muerte: Alma transgresora, hija de la aldea de los ángeles caídos. Por alguna razón no fue eliminada junto al resto.

- Sesshōmaru, no cometas ningún error está vez.-escuchó  a InuYasha imitando a su padre

-Qué dijiste? - casi rugió en respuesta

-Oye, eso lo dijo nuestro padre!-exclamó ligeramente asustado el menor-Bien, yo ya me voy.
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-No puedo creer esto, se suponía que iríamos a una fiesta!-gritó Rin indignada en medio del bosque

-Esta bien, solo tenemos que cruzar este viejo puente y estaremos en casa-respondió Kagome adelantándose.

-Ese idiota de Naraku, deberíamos haberlo golpeado en la cara!

-Rin, ni tú ni yo golpearemos a nadie nunca. Deja de imitar el comportamiento de Kagura. Te dije que no le siguieras el juego.-añadió Kagome mientras intentaba no caer en el tambaleante puente.

-Ten cuidado, está cosa debe tener cien años, como mínimo- le advirtió Rin aún sin avanzar.

Sesshōmaru, aquel nombre volvió a su mente mientras esperaba a que su amiga cruzara. Su significado era asesino. Ese ser era, de hecho, el ángel de la muerte.

Debería sentirse asustada por eso?. Había pasado varios días hablando con él. Nunca, ni una sola vez, sintió miedo a su lado. Al contrario, a su lado ella...

-Oigan, ustedes, esperen!-gritó a cierta distancia uno de los jóvenes que se encontraba en la reunión

-Qué quiere ese tipo? Por qué nos siguió hasta aquí?!-gritó nerviosa Kagome casi terminando de cruzar- Rin, date prisa!

-Si, ya voy-respondió apurada dando algunos pasos sobre la vieja estructura de madera y cuerda

-Espera un segundo, oye!-su perseguidor avanzó sin dudar haciendo tambalear el puente.

Rin apuró el paso y casi al llegar al otro lado la madera podrida cedió ante su peso dejándola caer al vacío.

-Rin!-gritó Kagome

Sesshōmaru-sama!-pensó ella mientras caía.