La sangre es el precio de la victoria

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Cuando los habitantes no puedan más,

cuando las almas no puedan descansar,

arrasaran con todo lo que encuentren.

Y aquel que ponga resistencia,

aquél que quiera pelear en nombre de la crueldad,

morirá.

Las generales regresaron con cabezas,

regresaron bañadas de sangre,

y poniéndose de rodillas ante la reina,

con orgullo se alzaron sobre todo.

Las reina las coronó como sus hijas y las dejó a un lado.

El pueblo desecho,

muertos,

llevaron sus almas alrededor del castillo.

Alzaron sus voces para hacer una voz.

"La muerte jamás va a detener el sentimiento,

la muerta es solo parte de la batalla"

El Distrito RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora