El Distrito Rojo

Entre dioses

El tic tac de su reloj de mesa,

su mano trazando lineas en el papel,

su barba desarreglada,

su pelo grasoso,

ojos cansados protegidos por unos lentes de pasta dura,

--¿Es usted Dios?- Ese ser dejó a un lado su pluma de hierro.

--No soy Dios, soy tu creador.- Respondió sin más.

--Entonces si es Dios, y si existe Dios, existe el Diablo.- Con un suspiro pesado se quitó las gafas y de su cabeza salieron dos cuernos.

--Soy tu creador, yo hice el bien, yo hice el mal, hice el equilibrio e hice el desorden, te he traído aquí para que puedas entender un par de cosas hijo mio.- Entonces de su escritorio una nota llegó a mis manos.

"El mundo se complementa con las acciones que tomas, el mundo se llena con las acciones que das. Si haces el bien, tendrás el bien, si haces el mal, tendrás mal. Siempre vives en una clasificación extraña de descifrar en que mundo vives, si vives en el cielo o en el infierno, si quieres morir o si quieres vivir. A nadie le importa si existe o no, si te levantas cada mañana a comer, o si vas a trabajar y haces tu vida. Eres libre de hacer lo que quieras, si de elegir el bien o el mal. Todo lo que entregas en tu vida, no te lo queda tu, se lo queda alguien más. 

Tu más que nadie sabe que no hay demonios malos, ni ningún ser malo, solo seres que perdieron su rumbo en el camino, quizá un mal padre tuvo problemas con sus hijos, pero nunca veras a ese hijo tratar mal a los suyos, jamás entenderás que es el éxito si nunca probaste fallar, jamás vas a entender de donde vienen los ángeles y de donde vienen los demonios si tu nunca lo ves. Ellos no existen. Son todos iguales.

Así mi niño, necesitas ser un ángel, o necesitas ser un demonio para ser algo, eres perfecto de una manera imperfecta. Así hagas bien o hagas el mal, ya sea a propósito o por error, si sucedió fue porque debía suceder, para poder salvarte a ti necesitas aprender a salvar a los demás, si todos viven en la oscuridad, sé tu mismo la luz en sus vidas."

Y con una sonrisa,

abrió su mano para despedirse de mi.