𝟎𝟐. 𝐏𝐑𝐈𝐌𝐄𝐑 𝐃𝐈́𝐀

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-Ha dicho que íbamos a empezar a entrenar de menos a más, no sé qué va a dejar para el próximo día, o para el último.

-A mí no me ha dado tiempo ni a desayunar, no puede llamarnos solo 15 minutos antes, además me he duchado para nada porque ya estoy sudando otra vez. O decirnos el día antes la hora y lo que vamos a hacer, no creo que le cueste nada.

-¿Tienes algún problema con la forma en la que ejerzo mi trabajo? Si quieres puedes poner una hoja de reclamación, justo en la entrada, en el primer cajón de la cómoda hay uno, pon tu nombre y tu queja y el próximo día la leeré- me giro hacia mi izquierda cuando escucho su vos. No me puedo creer que esto me esté pasando a mí. Si hubiera un acantilado o algo me tiraba o una piedra gigante me escondería detrás de ella. Me sonrojo y sigo corriendo haciendo que no haya escuchado nada pero cuando carraspea lo miro, me está mirando esperando una respuesta. Mi cerebro empieza a funcionar demasiado rápido intentando buscar una excusa, pero no la encuentro.

-Mmm no tengo ninguna queja, simplemente creo que se podrían hacer algunas modificaciones.

-Ya, bueno, pues mis modificaciones para ti es que corras un poquito más rápido, si miras hacia atrás no hay nadie porque eres la última de todo el grupo y aún no vamos ni por la mitad del recorrido, así que deberías de darte un poco más de prisa y alcanzar a tus compañeros sino quieres seguir corriendo hasta dentro de tres días- giro mi cabeza mirándolo, tengo que alzar mi cabeza para poder mirarlo a los ojos porque es bastante más alto que yo. No para ni un segundo la carrera, sigue al mismo ritmo que al principio, parece que no siente ni el cansancio ni el dolor.

-No te preocupes que llegaré como los demás, pero no me ha dado tiempo ni a desayunar, nos podrías haber avisado de esto ayer.

-Si es por eso no te preocupes-sonríe. -Mañana te despierto antes que a los demás para que desayunes la primera y puedas hacer todo con tiempo- me toca el hombro con la mano un segundo y vuelve a su posición aumentando el ritmo.

Seguro que no soy para nada su favorita, es más, me apuesto lo que sea que estoy en su lista negra, y la primera.

Al bajar la colina lo hacemos mucho más despacio, vamos andando, mirando el paisaje desde lo alto de la montaña que no es para nada alta comparada con la estoy segura de que tendremos que subir otro día. Bebo de mi botella que nos han dado arriba.

-Andando se va mejor la cuesta abajo que subiendo ehh- me comenta Daniella a mi lado. No está ni la mitad de cansada y sudada de lo que yo lo estoy. Tiene su sudadera amarrada a la cintura. Daniella es un poco más baja que yo, medirá 1.60, está musculada y se nota que es muy activa en el ejercicio porque no parece haberle costado nada la maratón que acabamos de hacer. Lo más seguro es que yo tenga agujetas al menos una semana, ella puede que uno o dos días como mucho.

-La verdad es que sí, no se te ve para nada cansada, ¿hacías esto todos los días? Porque lo parece - ella ríe leve negando.

-No, la verdad es que no, pero siempre me ha gustado mucho el deporte y lo he practicado bastante. Además, mi trabajo lo exigía, trabajo en el ejército- eso explica muchas cosas.

Cuando nos damos cuenta hemos llegado a la casa. Algunos se han ido directamente a darse una ducha mientras que otros devoran el frigorífico como si no hubiera un mañana. Ya veo que hay gente que tampoco ha desayunado como yo.

⏰𝟎𝟕:𝟎𝟎 𝐩𝐦

𝐃𝐈𝐎𝐍

Miro el reloj, son las cinco de la tarde así que me acerco a la casa, los busco por el jardín y por el salón, me encuentro a un par de ellos, les comunico que avisen a los demás y que bajen al sótano para seguir con la instrucción. Esta mañana he podido comprobar que el grupo es muy diverso, no solo en cultura y en personalidades, sino también en el físico y en la forma de cada uno de ellos. Algunos de ellos tienen muy buen físico y resistencia, pero en cambio hay otros que no llegan ni a un cuarto de los mejores. Se me viene a la cabeza una chica que creo que se llamaba Sophie, seguro que en está nominada para la primera expulsión, y es una pena porque no es justo, pero las normas son así.

-¿Estáis todos? - me giro para verlos porque estaba apuntando unas cuántas cosas en el papel del ejercicio de hoy. -Bueno quien falte se pierde la clase de hoy, no se... - escucho como se abre la puerta del sótano y veo a la chica rubia de esta mañana. - Os voy a explicar lo que vamos a hacer esta tarde, como es el primer día no os voy a meter mucha caña. Estaréis una hora en el gimnasio haciendo un poco de máquinas, cada uno que haga lo que crea que es más conveniente para cada uno, si alguien tiene alguna duda puede preguntarme. Después estaremos media hora en la sala de armas para que al menos cojáis una pistola y os formalicéis con ella, y para finalizar iremos a combate donde os explicaré de manera rápida los pasos básicos de combate. ¿Todo claro? - cuando me doy cuenta estoy mirando a Sophie desde que comencé la explicación, así que dejo el cuaderno en la mesa y me cruzo de brazos mirando a todos los demás. -Vamos, ya solo tenéis 53 minutos en el gimnasio, no os quiero ver parados- comienzan a andar todos hacia las diferentes máquinas mientras yo me quedo mirando a nadie en particular esperando a que pase la hora rápido.

-Me he duchado ahora otra vez para nada, joder- escucho como alguien habla a mis espaldas, pero no me giro, sino que sigo con mi recorrido paseándome por la sala.

-Es que eres muy higiénica- ríe leve Max mientras coge una pesa de 30 kilos alzándola hacia arriba con los brazos como si nada. -El próximo día ni te duches.

-Eso creo que es lo que voy a hacer- dice una voz femenina.

Me giro hacia ellos. -Menos hablar y más hacer deporte, hemos venido a eso, no a hablar, si tenéis ganas de hablar podéis hacerlo fuera en vuestro tiempo libre- no me paro en escuchar su contestación, sino que camino en dirección contraria a resolverle algunas dudas a un par de chicos y chicas que me esperan.

Al cabo de las horas terminamos las clases de hoy, después de estar en el gimnasio simplemente en la sala de armas han cogido un par de pistolas cada uno sin munición, les he explicado las partes de esta, cómo se colocan las balas... En la sala de combate han practicado un poco de boxeo, unos con más aciertos que otros. Es el primer día, más les vale mejorar sino quieren irse, aunque algunos no tienen mucho interés en quedarse.

-Sophie, ¿verdad? - giro mi cabeza para mirarla justo cuando pasa por mi lado hacia la puerta de salida con una chica más, Daniella creo que se llama. Ella hace una mueca y asiente, -Tengo que hablar contigo, ¿podrías quedarte unos minutos? - miro a la chica que enseguida se apresura a salir de la sala. -Aquí ninguno está obligado así que si quieres irte la puerta está abierta las 24 horas del día, no retenemos a nadie en contra de su voluntad.

-Yo no he dicho que quiera irme- dice con los brazos cruzados.

-Pues te he escuchado muchas veces quejándote.

-¿Acaso no puedo quejarme? Yo creo que tú deberías de centrarte un poco más en tu trabajo y dejarnos en paz- señala la cantidad de guantes que aún tenía que recoger puestos encima de la mesa.

Me quedo callado un segundo sin saber qué responder hasta que me acuerdo de algo.

-Has llegado a las dos clases tarde, aquí no toleramos ese aspecto, a la tercera vez que lo hagas tendrás una sanción, así que ten cuidado- me pongo a hacer mi trabajo, ella asiente y se va un poco enfadada.


Aún apenas se está introduciendo la trama, pero ya hay algunos roces entre ambos, ¿qué opináis?

Periodo de prueba [PAUSADA]Where stories live. Discover now